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13-06-2015

"Que la institución te de la bienvenida siempre te abre puertas"

"Prueba de tensión" es la primera obra que compró el Museo MAR. Próximamente se la verá en Mar del Plata. Fue adquirida en la feria arteBA. La artista Luciana Lamothe explicó el sentido de su escultura.

"Que la institución te de la bienvenida siempre te abre puertas, yo trabajo desde la institución, porque el arte es una institución", dijo Luciana Lamothe, la artista nacida en Buenos Aires cuya obra "Prueba de tensión" fue la primera adquisición del Museo MAR en la feria arteBA.

La obra consiste en una pasarella "de entre 10 y 15 metros", realizada con tablones de madera y andamios y preparada para que la transite el espectador. "Cuando la persona camina hay una cierta inestabilidad porque la madera se mueve, y eso genera cierto vértigo y una sensación de preguntarte si el material puede llegar a resistir o puede llegar a romperse", definió.

Lamothe señaló que esa obra le dispara "una reflexión sobre los materiales y la experiencia del cuerpo y del individuo frente a ese tipo de situaciones", aunque dejó abierta la posibilidad de que el espectador le encuentre otros sentidos.

Con una trayectoria que se remonta a 2000, cuando comenzó a trabajar en esculturas, la artista comenzó más tarde a investigar en acciones repentinas que llevaba a cabo en la vía pública. Las registraba con fotografías o videos.

"Salía con algunas herramientas a recorrer la ciudad para encontrar alguna situación que respondiera a la funcionalidad de esa herramienta y ahí ejecutaba esa acción, la idea era poner en acción la herramienta, una pinza, un cutter, una tijera, un candado, una soga, y al mismo tiempo me gustaba generar esa contradicción entre la función de la herramienta y las acciones destructivas que generaba esa herramienta, no constructivamente", contó la artista, emparentada con cierta filosofía punk.

Entre las intervenciones realizadas, Lamothe recordó el ingreso a hoteles donde "tajeaba un sillón" o a supermercados, donde rompía envases de lácteos y registraba el derrame del líquido. También colocaba candados donde ya había uno para "inhabilitar el sistema".

"Eran acciones clandestinas, tenían que ver con las infiltraciones -explicó-. Trato de generar cierta coherencia entre un medio y el otro, entre las esculturas, los videos, las fotografías y las acciones. En mis acciones públicas había una gran cuota de vértigo, de peligro, de adrenalina que sentía cuando las realizaba, la idea ahora era trasladarlas a estas esculturas, para que lo experimente el espectador".

Cabe señalar que el MAR Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires inició con esta pieza su colección de piezas de arte. La compra se realizó con el apoyo de la empresa Cabrales. La obra fue adquirida en la Galeria Ruth Benzacar, y el jurado de selección para la compra estuvo integrado por Adriana Rosenberg, Ana Battistozzi, Mario Gemin, Rodrigo Alonso y Jorge Telerman.