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13-06-2015

Martín Sastre: "Parecemos grandes directivos de multinacionales"

El director de cine uruguayo elaboró "Time", una pieza que reflexiona sobre la velocidad de la vida actual. La vuelta al origen, el Big Crunch y Pepe Mujica.

por @paolagalano

Innovadora, inquietante, "Time" fue la obra del artista uruguayo Martín Sastre que este año lideró el Barrio Joven de arteBA, la clásica feria de galerías de arte que se hace en la ciudad de Buenos Aires. Siempre auspiciado por la marca Chandon, el Barrio Joven propuso un recorrido por las nuevas tendencias del arte emergente de América latina. En un doble sentido, Sastre habló de su obra como "tiempo invertido": buscó darlo vuelta, intervenirlo de modo que transite en dirección contraria, para atrás; pero a la vez habló de convertir el tiempo que el espectador dedicó en ver su obra en dinero para ayudar a un joven artista contemporáneo.

"El del tiempo es un tema que vengo trabajando bastante, de forma cada vez más concreta y creo que acá se cristalizó definitivamente", resumió Sastre, quien fue elegido especialmente por Chandon y es conocido por haber dirigido el filme Miss Tacuarembó, con Natalia Oreiro, y por haber participado recientemente en la Bienal de la Performance con una obra realizada en el balcón de la Casa Rosada.

A gran escala, sobre tres paredes que simularon ser pantallas gigantes, la obra de Sastre en arteBA consistió en una proyección de imágenes en blanco y negro, registradas en el Time Square de Nueva York, durante una de las nevadas más copiosas de las que se tenga registro. "Me pareció impactante ver cómo la naturaleza, el cosmos se apoderaban del centro de la cultura occidental", comentó el autor.

Las escenas, ralentizadas, se deslizan hacia atrás, en lo que supone el anhelo de todo humano: dar vuelta la linealidad del tiempo. De gran impacto visual, la pieza muestra cómo la tormenta de nieve afecta a transeúntes y automovilistas en las calles neoyorquinas. Los copos de nieve se elevan, y personas y autos desandan sus pasos, a un ritmo tranquilo, casi a paso coreográfico. La música, especialmente creada para la obra, aumenta el tono misterioso de toda la proyección.

Sastre se refirió al "efecto hipnótico" de su obra. "Hay un suspense, parece que va a pasar algo, que va a pasar algo y luego no pasa nada, hay un misterio (en las imágenes) porque ese efecto hipnótico de la música y las imágenes te acerca a algo que no sabes qué es y eso genera un misterio, te lleva a algo muy primario. Es un poco lo que psas cuando mirás las estrellas", dijo.

Interesado en la física, espectador fascinado de la serie Cosmos, Sastre apoyó esta nueva creación en las teorías cosmológicas del siglo XX: Big Bang (gran explosión) y Big Crunch (gran colapso). De manera complementaria, la primera explica el surgimiento del universo a través de una enorme explosión que expandió átomos y elementos, mientras que la segunda anticipa que esa gran dispersión irá frenándose hasta comprimir la materia y generar un gran colapso.

"Nuestro verdadero límite es el tiempo -dijo el artista-, todo lo que vemos está direccionado por el tiempo en un solo sentido. Leí el libro de Stefen Hopkings que explicaba el Big Bang, una teoría muy revolucionaria en su momento que plantea que el universo es oscilante y que en algún momento va a haber un Big Crunch, que todo el universo irá en sentido contrario y que todas las mismas cosas que pasaron van a volver a pasar otra vez. Las cosas que están pasando ahora las tenemos naturalizadas como si fueran en el sentido verdadero. Es una idea muy conceptual y es lo que investiga ahora con el acelerador de partículas".

Esa idea de la desaceleración nutrió su obra, al tiempo que los conceptos sobre el origen y el final lo inspiraron al momento de hacer la música, que no es de su autoría aunque se encargó de guiarla. "Para la música me basé en las aproximaciones que existen de las resonancias de los quark, que son las partículas elementales, las vibraciones del sonido. A la música la hicimos en un estudio con el que trabajo, la fui conduciendo", agregó.

Como toda pieza que se ancla en el arte contemporáneo, "Time" buscó un juego con el espectador. Un dispositivo colocado entre las pantallas permitió medir la cantidad de tiempo que un espectador obseró la obra. La suma de es tiempo que el público "donó" a su obra durante los cuatros días de arteBa, un total de 77 horas, 38 minutos y 48 segundos, se convirtió en dinero que la firma Chandon multiplicó para sponsorear a un joven artista de la feria (Ver aparte).

"Experienciar" el arte

"Nunca sé cómo llamar al público del arte", disparó Sastre, en una entrevista que empezó por teléfono y terminó cara a cara, en rueda de prensa junto a otros periodistas del interior del país. "No sé si es espectador, porque el espectador es el del cine, pero bueno, digamos espectador".

- ¿Es un poco lector también, no?

- Es un poco lector, es "experienciador", es una persona que "experiencia" la obra, se trata de la experiencia que tienen las personas adentro de la pieza y eso es bastante intransferible, como todas las obras de arte.

- ¿Cómo apareció "Time"?

- La obra se gestó pensando en dar vuelta el concepto del tiempo, de poder tomarnos el tiempo, la idea de que el tiempo es oro y saber cuál es el verdadero significado o el valor del tiempo. Digamos que en la sociedad actual la gente nunca tiene tiempo para nada. Me parecía interesante plantear un espacio donde la gente se pueda tomar el tiempo, que tiene que ver con el concepto de la marca Chandon. Y a partir de eso empecé a elaborar una propuesta con el tiempo de los espectadores, que no sean solamente espectadores sino que participen dando el tiempo que pasan en la instalación al sponsoreo de un artista.

- Es decir, la obra se fue cerrando de a poco, a partir de varios elementos que fuiste conectando.

- Sí, generalmente es así, las obras tienen vida propia, hay veces que te piden cosas, hay una parte que es racional y la otra que es muy intuitiva, te diría que es un cincuenta y un cincuenta.

- ¿En "Time" elaboraste una crítica la velocidad con la que vivimos hoy?

- No sé si es una crítica, porque viste que las críticas no sirven para nada. A veces puede ser que generás una fuerza contraria en el otro, más que criticar de alguna forma lo que me gusta es plantear una alternativa, plantear otra cosa. Lo que sí me parece es que estamos viviendo sin tiempo, realmente todos parecemos grandes directivos de multinacionales, nadie tiene tiempo, incluso la tecnología que supuestamente nos iba a facilitar un montón de cosas... el otro día estuve dos horas mandando whatsapp... La obra te da una sensación de volver a un origen, como un estado anterior. Y además, el cine en términos históricos es nuevo, lo patentaron los Lumiere el mismo día que yo nací, un 13 de febrero. Hasta ese momento la gente nunca había podido ver el movimiento en contra del tiempo, porque el tiempo es tan determinante que siempre estás viendo que todo va para adelante, antes del cine nunca habías visto nada en movimiento que sea en contra del tiempo.

- ¿Cuál es la relación que tenés con el tiempo: es sana en el sentido de que asumís que todo pasa o es más bien nostálgica?

- Es una pregunta compleja, porque hay distitntos acercamientos. Por un lado me interesa el tiempo desde el punto de vista físico como la principal dimensión, en realidad el tiempo tendría que ser la primera dimensión y no el espacio, porque el tiempo lo limita absolutamente todo. Después, desde un aspecto más vivencial, lo que me pasó hace poco a nivel personal es que se murió mi abuela, que era una persona con la que tenía mucha relación, éramos muy amigos y eso me hizo reflexionar.

- El tiempo como tema aparece en la adultez.

- Nunca me había pasado que se muriese una persona tan cercana, fue la primera vez. Parece absurdo pero hasta que no te pasa no te das cuenta realmente lo que es la limitación del tiempo: va a llegar un momento en que no vas a estar más acá y digamos que ese descubrimiento, el de la mortalidad, es lo que te hace pasar de adolescente a adulto, o de la mentaldad infantil a la mentalidad adulta.

- Además de la cuestión reflexiva sobre el tiempo, en "Time" aparece una dimensión del tiempo mercantilizado, por la cuestión de que el espectador "dona" su tiempo.

- Eso de que no tenés tiempo porque todo el tiempo hay como una maquinita que te dice que todo lo que estás haciendo tiene que ser productivo... y justamente, hice que algo tan improductivo como el arte pase a ser productivo para un artista. ¿Por qué una obra tiene que ser de la persona que la compra y la tiene en su casa y no de la persona que la está observando? Está bueno plantear que un sponsor como Chandon pueda hacer de puente entre el espectador y el artista directamente, sin intermediarios, sin coleccionistas ni galeristas. El espectador experimentando la obra está alimentando al artista mediante el sponsoreo. Es un sistema que hicimos ahora pero que puede estar funcionado en cualquier museo del mundo.