por Analia Paez

La escritora cordobesa Viviana Rivero cuenta en "Los colores de la felicidad" el romance de una pareja que intenta hacer prosperar su relación en medio de la Revolución Cubana, en tiempos en que el Movimiento Guerrillero 26 de Julio comandado por Fidel Castro secuestraba al mítico corredor Juan Manuel Fangio, dejándolo fuera del Gran Prix de La Habana.

La fotógrafa Brisa Giulli, enviada especial para cubrir la carrera del emblemático campeón de Fórmula 1 Uno, y Joel Fernández, hijo de un importante tabacalero cubano, protagonizan este abigarrado romance publicado por Emecé.

"Mi novela está ambientada casi toda en Cuba y un poco en París, en una época de grandes ideales, donde los jóvenes pensaban que podían cambiar el mundo", dice a Télam Rivero, la abogada devenida en reconocida escritora del género romántico.

"Por un lado está planteada la historia de un hombre idealista que siempre piensa en los demás, una especie de guardián de muchos, pero como la vida es sabia le otorgó un guardián especial a él, una mujer que siempre velará por su vida", adelanta la autora de "Y ellos se fueron".

Dentro de esta nueva entrega hay un trasfondo que la escritora relata con emoción: "Mi papá escribió un libro que se editó en 1969, yo necesitaba leer lo que escribió antes de comenzar esta novela pero no pude dar con él; comencé la novela de todos modos y una hora después de ponerle 'fin', el libro de papá llegó a mis manos: grande fue mi sorpresa cuando empecé a leerlo y me di cuenta había escrito sobre los mismos temas".

"Fue algo muy fuerte para mí, sobre todo porque yo casi no pude compartir con él mi vida de escritora, porque falleció al año que yo empecé a escribir", rememora Rivero.

Para recrear las épocas relatadas investigó mucho y eso le sirvió para redescubrir la figura del 'Che' Guevara, un personaje que la apasionó si bien aparece de manera secundaria en su texto.

Además de narrar los cómo y por qué de la Revolución Cubana, en este libro Rivero desarrolla una gran historia de amor: "hice hincapié en que las cosas pasan cuando tienen que pasar, ni antes ni después. Realmente suceden cuando estamos preparados para vivirlas. Es necesario reconciliarnos con esa idea porque es la única manera de construir para adelante".

Hace un tiempo que Rivero no sólo escribe apasionadas historias que mantuvieron en vilo el corazón de sus lectores, sino que -conociendo las problemáticas del corazón- dio un paso más allá y fundó grupos de ayuda.

Otro de los temas que trata la escritora que conoció el sabor del éxito al convertirse en 'best seller' al poco tiempo de publicar su segunda novela, "Secreto bien guardado", gira en torno al valor intrínseco de cada persona, más allá de cargos y posiciones sociales.

"Una persona es importante cuando está donde tiene que estar, haciendo lo que tiene que hacer, esparciendo su propio aroma", resume.

La autora -acreedora de un historial romántico que incluye "Lo que no se dice", "La dama de la noche" y "La magia de la vida"- señala que su última creación "tiene sexo y erotismo pero en la proporción que lo tiene la vida, porque el sexo es importante pero no lo más importante de la historia".

Otra de las puntas en esta entrega es el arte, por lo cual Rivero se sumerge en el Salón de Mai, una muestra realizada en París hace más de siete décadas que llegó una única vez a Cuba y de donde proviene el título de su novela, homónimo al gran mural colectivo que los 100 artistas europeos más destacados del momento en Europa hicieron en esa ciudad.

"En 1967 el Salón de Mai, la gran exposición de arte moderno y contemporáneo que tiene lugar anualmente en París desde ese 1943 de la ocupación alemana en Francia, cuando un grupo de artistas decidió protestar contra la ideología nazi, se celebraría en Cuba, por primera vez alcanzaría América" y ese escenario toma parte del romance entre Giulli y Fernández.

Las lectoras de literatura romántica no se sentirán defraudadas con esta nueva entrega de Rivero, donde encontrarán una historia de sueño, con la infaltable cuota de amor de dos jóvenes que buscarán con ansias la libertad, sin saber que la felicidad está más cerca de lo que se imaginan.

Rivero ganó el primer premio novela histórica del gobierno puntano con la novela "Mujer y maestra", cuyo jurado estuvo integrado por Pacho O'Donnell, Lucía Gálvez, y Muriel Balbi.

Télam.