Un equipo de analistas de laboratorio, enólogo e ingeniero agrónomo del Instituto Nacional de Vitivinicultura, se encuentra en Mar del Plata realizando análisis de control de calidad de los vinos y alcoholes que están a la venta en la ciudad.

José Luis Belázquez, encargado del laboratorio móvil -uno de los varios con que cuenta el instituto-, destacó la importancia de los controles que se realizan sobre las bebidas "espirituosas", tanto nacionales como importadas, no sólo por el respeto a las normas que regulan su elaboración, tránsito y venta, sino por la salud de la población.

El objetivo de los controles es el confirmar que no existan "adulteraciones" o "accidentes en la producción".

La Fiscalización se realiza en todas las etapas del proceso vitivinícola con el objetivo de asegurar la genuinidad y aptitud para el consumo de los vinos y otros productos vitivinícolas. Asimismo se realiza la fiscalización sobre la industria alcoholera.

El organismo tiene un departamento de inspectores que trabajan "en la calle" y funcionarios técnicos "como analistas, enólogos, químicos e ingenieros agrónomos, que trabajamos realizando los análisis de las muestras".

"El instituto tiene laboratorios fijos, móviles, como la unidad con la que estamos trabajando ahora en Mar del Plata y valijas-laboratorios" con las que el personal de la dependencia oficial recorre el país, controlando los vinos y alcoholes que se encuentran a la venta.

"El control es hacia las bodegas. Si encontramos alguna anomalía no es por responsabilidad del comercio que las tiene a la venta" aclaró el especialista.

Si bien el instituto cuenta con más de 20 delegaciones en todo el país, algunas subdelegaciones y también pequeñas oficinas, permanentemente se disponen operativos especiales para acelerar los controles "preventivos". Estos se realizan durante todo el año, pero se intensifican fuera de la época de elaboración en los "puntos de consumo".

La modalidad incluye "la toma de muestras de control en los distintos tipos de comercios que expenden vinos y alcoholes, de distintas partidas y de todas las marcas de todas las bebidas, sean nacionales o importadas", explicó Belázquez.

"El control sobre la elaboración, fraccionamiento, transporte, se realiza como medida sanitaria, para que se respeten las normas y para cuidar la salud de la población" explicó el encargado del laboratorio móvil. Al ser indagado respecto de los posibles problemas que buscan, señaló que "en la elaboración puede haber accidentes o adulteraciones, que pueden resultar perjudiciales si se consumen" y explicó que "por ejemplo en la elaboración, hay un proceso de desmetalización del vino que se realiza a través de la utilización de ferrocianuro férrico. Si se rompe un equipo que realiza ese proceso, el ferrocianuro férrico puede pasar al vino. Con estos controles eso puede determinarse inmediatamente e impedir que ese vino llegue a comercializarse".

Por otra parte recordó que "en la elaboración de bebidas se utilizan alcoholes, algunos están permitidos, otros no, otros son perjudiciales si superan determinadas cantidades", por lo que los controles también miden eso.

La unidad móvil se encuentra desde hace más de una semana realizando los análisis en nuestra ciudad, con inspectores tomando muestras y el equipo técnico que analiza en el laboratorio. La unidad permanece en el Instituto Nacional de Epidemiología, donde los técnicos reciben asistencia con agua y energía eléctrica, para poder llevar adelante su tarea.

Mar del Plata tiene una delegación permanente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, a cargo del enólogo Humberto Antequera.