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29-05-2010

Las mujeres en la mira de la industria tabacalera

La Organización Mundial de la Salud, estableció desde 1987 que el 31 de mayo se celebre el Día Mundial sin Tabaco. Este año, la OMS puso el eje de la campaña en la relación entre género y tabaco.

La decisión busca poner el foco sobre un grave problema que eclosionará dramáticamente en algunos años. El consumo de tabaco entre las mujeres está aumentando exponencialmente en todo el mundo en parte como resultado de los cambios de roles y los cambios en la condición social, económica y cultural de las mujeres, pero principalmente debido a una estrategia comercial de marketing directo y agresivo de la industria tabacalera: este es el factor clave que se esconde detrás del incremento del consumo de tabaco que se observa entre las mujeres de todo el mundo.

Según información aportada a LA CAPITAL por la Fundación Interamericana del Corazón, Argentina, por ser uno de los pocos países del mundo que no ha ratificado el Convenio Marco para el Control del Tabaco y por lo tanto no aplicar una política sanitaria seria en la materia, ha puesto a sus mujeres en un lugar de mayor y más grave riesgo para la salud.

Siguiendo también una tendencia mundial, en Argentina las mujeres jóvenes son más vulnerables a la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares públicos y en los hogares. La exposición al humo de tabaco ajeno en lugares públicos es un 25% mayor para ellas que para los hombres.

Argentina, es uno de los países donde las mujeres fuman más comparado con otros países de la región y en el caso de las mujeres jóvenes ya han sobrepasado el consumo masculino, por lo que las consecuencias en mortalidad, discapacidad y enfermedad serán dramáticas en las próximas décadas, de no mediar medidas drásticas de control de tabaco.

En el Día Mundial sin Tabaco, estos datos ayudan a reconocer que rol de la industria tabacalera ha sido consistente en todo el mundo. Luego de alcanzar el techo de consumo de la población masculina se han lanzado a conquistar el mercado de las mujeres y de los niños y niñas. Las muertes entre las mujeres de 20 años o más pueden aumentar de 1,5 millones en 2004 a 2,5 millones en 2030; casi el 75% de estas muertes estimadas se producirán en países con ingresos bajos y medios.

Todas las formas del tabaco son adictivas y fatales. Las evidencias científicas son concluyentes al indicar que el consumo de tabaco causa una amplia variedad de tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón, boca, esófago, laringe, faringe, estómago y páncreas.

Las mujeres fumadoras se encuentran en mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical, osteoporosis, y otras afecciones del sistema reproductivo, incluidos abortos espontáneos, mortinatos, infertilidad, tener hijos con bajo peso, menstruaciones dolorosas y menopausia prematura.

Las mujeres fumadoras también tienen un riesgo elevado de sufrir accidentes cerebrovasculares, hemorragias en las membranas que rodean al cerebro, endurecimiento de las arterias y muerte por aneurisma aórtico.

Enfermedad metabólica: disminuye los estrógenos produciendo como consecuencia descalcificación ósea, osteoporosis que tiene como principal complicación la fractura de cadera.

Reduce la fertilidad y la fecundidad, durante el embarazo aumenta el riesgo de ruptura prematura de membrana, placenta previa y desprendimiento de placenta. Existe mayor riesgo de recién nacido prematuro y de bajo peso.

El consumo de tabaco y la exposición al humo de segunda mano de las mujeres creció exponencialmente en los últimos años, especialmente a partir de la incorporación de las mujeres chinas al mercado de consumo de tabaco. En Argentina esta tendencia ha sido sostenida.

El tabaquismo es una de las principales causas de muerte en el mundo. De las personas que mueren anualmente por esta epidemia, las dos terceras partes son mujeres.

La industria tabacalera ve a la población femenina como una oportunidad de crecimiento de sus negocios y por ello ha enfocado su estrategia comercial en productos para las mujeres.

Esta tendencia podría revertirse de manera sustancial si los gobiernos, especialmente los de los países en desarrollo toman medidas para impedir que las empresas tabacaleras apunten a las mujeres y niñas.

Las políticas de control del Convenio Marco para el Control del Tabaco, tales como los ambientes libres de humo, las prohibiciones a la comercialización del tabaco, las etiquetas gráficas de advertencia e impuestos elevados al tabaco, reducen el consumo de tabaco y salvarán la vida de mujeres de todo el mundo.

Es necesario que Argentina ratifique el CMCT para que acompañe los esfuerzos sanitarios de la región para controlar el tabaquismo y para proteger a sus políticas de salud pública sobre control del tabaco de los intereses comerciales y otros intereses adquiridos de la industria del tabaco.

La desnaturalización de la estrategia de la industria tabacalera, el remarcamiento de que venden un producto que mata, puede lograrse a partir de considerar el ánimo discriminatorio que se esconde detrás de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco, y el efecto discriminatorio de su acción o inacción.