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14-03-2011

El mar y el viento causaron serias pérdidas en el sector balneario

El temporal de viento y lluvia que se abatió sobre la ciudad, entre la madrugada y gran parte de la jornada de ayer, provocó serios destrozos en la costa marplatense. Los balnearios ubicados en la zona sur fueron los más perjudicados.

Sillas apiladas, reposeras desarmadas, tarimas de los guardavidas destruidas, sombrillas rotas, heladeras inutilizadas, carpas desmanteladas y el mar avanzando sobre la línea de carpas fue la postal de ayer, en la costa marplatense, como consecuencia del temporal que se desató sobre la ciudad entre la madrugada y gran parte de la jornada dominguera.

"Ruge la mar embravecida". Y el mar rugió, como en la canción de Vicentico, arrasando con todo lo que encontró a su alcance, siendo los grandes damnificados los balnearios, sobre todo aquellos ubicados en el sur de la ciudad.

Si bien en la zona norte y centro, La Perla, la Bristol y Playa Grande las olas se mostraron en toda su gran dimensión, emulando ciertas escenas de las película "Punto Límite", la situación más complicada se vio en el sur al promediar la tarde. A lo que se sumaba el temor de que la situación empeorara durante la madrugada.

Ya en Punta Mogotes, ayer a la tarde, el panorama sorprendía: había olas importantes (circunstancia no habitual en esa zona) y el mar llegaba hasta la línea de carpas, haciendo desaparecer toda la franja de arena.

En Waikiki directamente la arena no se veía y las olas rompían directamente contra las rocas. Allí, la altura de las olas llegaba a los 2 metros, situación que fue aprovechada por varios surfers. Otros prefirieron observarlas y fotografiarlas desde la vera de la ruta.

La franja de balnearios ubicados entre Waikiki y el faro fue una de las más afectadas, ya que con el subir de la marea -que se produjo después del mediodía- el mar se embraveció más de lo que estaba y se llevó lo que había dejado pendiente.

En el balneario Mariano, el agua superó todo el sector de toldos llegando hasta el camino que separa la arena de la zona de la pileta, arrasando en su paso hasta con las plantas uña de gato. También se llevó la garita de los guardavidas y la del sector público, pegado al balneario, fue rescatada por la audacia y rapidez de los mismos guardavidas, que estaban allí.

"Arrasó con todo"

Mientras levantaban las lonas de las carpas que quedaban, uno de los trabajadores del parador señaló que "arrasó con todo, es un desastre. Esto no puede seguir pasando porque si seguimos así nos vamos a quedar sin playa y Mar del Plata sin playa se queda sin turismo".

Además de agradecer la ayuda del personal de los balnearios linderos, uno de los socios, Gerardo Piacentino, pidió que "los gobiernos hagan obras de contención marina, porque la arena que se llevó el mar no va a volver y sin playa nos quedamos sin recurso natural y sin turismo".

En el parador de Coca Cola, el mar ingresó con una violencia tal que se llevó todos los freezer ubicados allí, mientras que en Guillermo además de arrastrar con la primera línea de carpas y la tarima de los guardavidas, introdujo en uno de los pasillos del sector de carpas el chiringo que funcionaba en el orilla.

En los 6 años que lleva al frente del balneario "de los chicos", Matías Machinandiarena aseguró que "fue el peor temporal de todos, hace dos años hubo otro pero fue en invierno". A pesar de que "se rompió todo", aseguró que ya estaban trabajando en las tareas de rearmamiento porque tienen que seguir con el normal desarrollo de la temporada hasta el 31 de marzo. "Son cosas de la naturaleza, riesgos de la actividad", dijo.

Defensa costera

El panorama en Abracadabra era desolador. Reposeras apiladas, sombrillas volcadas sobe el piso, y el deck del chiringo pegado al mar levantado como si fuese una especie de pista de skate. En tanto, la arena estaba cubierta por la espuma de las olas, que volaba por el efecto del viento y generaba una especie de ilusión óptica de ver nieve al lado del mar.

Uno de los propietarios del lugar, Víctor Arandia, lleva 25 años apostado en el parador y aseguró a LA CAPITAL que "este es el peor temporal que vi en la historia de la playa. Arrasó con todo y lo peor es que estas tormentas cada vez se presentan con mayor periodicidad".

En ese sentido, pidió que "se realicen las obras necesarias de defensa costera, porque la arena que se lleva el mar de acá no regresa a este lugar y sin arena nos quedamos sin playa. Si seguimos así, en 10 años más vamos a quedar como en La Serena".

Todavía asombrado por el estado en que quedó el chiringo, Martín, uno de los inquilinos del mismo, aseguró que "no se qué vamos a hacer, si rearmarnos o no. Pero el mar entró reventando las persianas, rompió los vidrios y todo. La mercadería está adentro, pero no se en qué estado". El deck sobre el que estaba apostado el chiringo quedó doblado, aunque sin romperse, al igual que la escalera.

La arena en el sector estaba desaparecida, bajo la espuma gruesa del mar que cubría todo. Más al sur, en Los Acantilados, las olas rompían directamente contra la pared de tierra, mientras que en el balneario regenteado por la Fundación Surfrider ésta vez se salvaron porque por iniciativa propia sacaron este verano todas los toldos y quedó la playa limpia.

Asimismo, en Playa Grande -a media tarde- la marea había alcanzado tal altura que había tapado la escollera de Biología, mientras que en el Yacht las olas eran aprovechadas por los surfers.