Unas 1.500 armas de fuego fueron recibidas ayer en Mar del Plata por el ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, con el propósito de retirarlas de circulación y destruirlas en el marco de la segunda etapa del Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas. El funcionario encabezó de este modo un acto en la sede de la sociedad de fomento del barrio Constitución junto al gobernador Daniel Scioli; el ministro de Seguridad y Justicia de la Provincia, Ricardo Casal; el intendente Gustavo Pulti; el titular del Registro Nacional de Armas (Renar), Andrés Meszner y Adrián Marcenac en representación de la Asociación Alfredo Marcenac.

Durante el acto, además fue firmado un convenio entre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y la Provincia de Buenos Aires para intensificar la implementación del programa, al cual también adhirió de manera formal la comuna local.

Asimismo fue anunciada la inauguración de un puesto móvil que funcionará hasta el próximo 29 de abril en la calle Pescadores entre Magallanes y 12 de Octubre para que los ciudadanos puedan entregar allí sus armas y municiones a cambio de una suma de dinero, que va desde los 200 hasta los 600 pesos, según el caso.

Este centro móvil, que comenzará a funcionar a partir del lunes, se sumará al puesto fijo que ya se encuentra ubicado en la sede local del Renar de Quintana 2852 y atiende al público entre las 8 y las 13.

Durante el acto de ayer Alak hizo ante el gobernador Daniel Scioli "un reconocimiento" por parte del gobierno nacional a la tarea desarrollada por la Provincia y especialmente por el ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, "para llevar adelante este plan". Alak consideró al desarme como "un instrumento fundamental para la seguridad" subrayando que de unas 2 mil personas muertas en el país por armas de fuego, "más de las dos terceras partes fallecieron en el marco de conflictos interpersonales, accidentes o suicidios" que no hubieran ocurrido si "no hubiera habido pistolas o revólveres al alcance de la mano de civiles".

Según informó el Ministerio de Justicia de la Nación, esta nueva edición del plan tiene como meta lograr la entrega de más de 107 mil armas y de unas 750 mil municiones en todo el país.

Ayer el gobernador Scioli se mostró comprometido con darle un fuerte impulso al plan de desarme, asegurando que hasta ahora tuvo "un efecto muy positivo en toda la Provincia de Buenos Aires", que es el distrito donde se logró la entrega de la mayor cantidad de armas de fuego.

Asimismo sostuvo que "las mejores armas son el trabajo, la inclusión social, la educación y la cultura" y aconsejó a la ciudadanía a llamar al 911 para solicitar ayuda policial en el caso de que deba defenderse.

En tanto que el intendente Gustavo Pulti subrayó que si bien "un arma en manos de un policía en una situación extrema pueda ayudar a una resolución, en manos de inexpertos son un peligro en potencia".

Las armas entregadas ayer durante el acto realizado en el barrio Constitución se suman a las 132 mil que ya fueron sacadas de circulación, lo que equivale al 10% del parque registrado en el país. La chatarra resultante del proceso de destrucción -que se realiza en una planta siderúrgica de Campana- es donada a la Fundación del Hospital de Pediatría Juan Garrahan.