A poco más de un mes de la entrada en vigencia de la iniciativa que prohíbe fumar dentro de espacios cerrados con acceso al público, la Municipalidad destacó el cumplimiento de la ordenanza y confirmó que sólo 20 comercios fueron sancionados por no respetar la norma. Un dato: el 60 por ciento de las multas recayeron sobre bares y boliches.

A partir del 25 de abril, cuando comenzó a regir el proyecto presentado por el concejal de Acción Marplatense Ricardo Palacios, Mar del Plata se convirtió en una ciudad libre de humo. Así, tras ser aprobada la iniciativa por el Concejo Deliberante, el oficialismo endureció su política contra el consumo de tabaco.

El subsecretario de Control de la Comuna, Adrián Alveolite, dijo que la ordenanza tiene un alto acatamiento y resaltó el compromiso de los comerciantes para hacer cumplir la norma. "El balance es altamente positivo porque labramos muy pocas actas de infracción. Notamos un cambio de hábito y comportamiento entre los marplatenses. Todos están tomando conciencia de la importancia de preservar la salud", dijo a LA CAPITAL. Y enseguida agregó: "Antes el Casino y los bingos parecían una chimenea. Ahora, en cambio, no fuma nadie".

La iniciativa dispone la prohibición de fumar en todos los sectores cerrados de ingreso público. De esta manera quedó vedado el consumo de tabaco dentro de los lugares de trabajo, bares, shoppings, restaurantes, salas de juego, teatros, cines y otros espacios cerrados, ya que esos comercios no pueden destinar zonas para fumadores. La norma no se aplica en espacios públicos abiertos. "Quien quiera fumar lo puede hacer en la vía pública", explicó Alveolite. En ese sentido, el funcionario resaltó las estrategias que utilizan los empresarios de bares y boliches para dejar salir a los jóvenes a fumar a la calle: les colocan una pulsera o les ponen un sello en la mano para que vuelvan a entrar sin problemas.

Alveolite recalcó que la Municipalidad realiza controles todos los días en los comercios de la zona del centro, Güemes, Juan B. Justo, Constitución y Alem, entre otros sectores. "Vamos a seguir intensificando las inspecciones", prometió.

La ordenanza, que fue aprobada en diciembre del año pasado, dejó sin efecto los cambios realizados por los comerciantes que habían subdividido sus locales en sectores exclusivos para fumadores y no fumadores, conforme a la normativa anterior. Así, Mar del Plata se sumó a Buenos Aires y otras ciudades latinoamericanas como San Pablo, Río de Janeiro o Ciudad de México que aplican la tolerancia cero hacia el cigarrillo.

Las infracciones a las disposiciones de prohibición son sancionadas, primero, con apercibimientos y después con una multa "en moneda de curso legal, equivalente al valor consumidor final de entre 250 a 1.000 paquetes de veinte cigarrillos del mayor precio comercializado en el país", según dice la ordenanza. En otras palabras: las multas van desde $1.750 hasta $7.000. La reiteración de la falta elevará la sanción al triple de su monto y en caso de que el mismo comercio sea multado tres veces, será clausurado por 30 días.

Pese a la prohibición de fumar, en los cafés y restaurantes sostienen que no bajó la clientela. Aunque abrieron un interrogante de cara al invierno: "Cuando empiece el frío hay que ver qué actitud toma la gente. Por ahora, a pesar de algunas quejas, salen a fumar afuera", dijo Andrés Buldoti, empleado de un café céntrico.

Para el concejal Palacios, era necesario prohibir el hábito de fumar en todos los espacios cerrados con acceso público. "Una norma de ambientes 100 por ciento libre de humo, sin excepciones, permite reducir los costos para tratar las enfermedades derivadas del cigarrillo, además de mejorar la salud de la población, salvar vidas y destinar más recursos a otras áreas de la atención sanitaria", explicó. Además aseguró que "está probado que los extractores en ambientes cerrados no eliminan los gases tóxicos ni las partículas del humo de tabaco, que es una de las pocas sustancias calificadas 100 por ciento cancerígenas sin importar la dosis ni el tiempo de exposición".

Palacios aclaró que la ordenanza no fue pensada como una persecución contra los fumadores. "El objetivo es preservar a quien no fuma y adquiere las enfermedades del tabaquismo. En el país mueren cuarenta mil personas por año por enfermedades relacionadas con el cigarrillo, de las cuales seis mil son fumadores pasivos. Son personas que trabajan o que están en lugares donde se fuma", afirmó.

En la misma línea Marita Pizarro, de la Alianza Libre de Humo de Tabaco de Argentina (Aliar), una coalición de organizaciones no gubernamentales que trabajan para que haya ambientes sin consumo de cigarrillo, sostuvo que "la nueva norma era necesaria, debido a que la ley anterior era de restricción parcial". La sanción de la ordenanza, dijo, "debería ser un ejemplo que los legisladores de las provincias tendrían que seguir" para garantizar la salud de todos. "No se entiende por qué la provincia de Buenos Aires no se sumó a la iniciativa de tener ambientes libres de humo de tabaco", se quejó.

Por su parte, el secretario de Salud del Municipio, Alejandro Ferro, destacó el valor de la ordenanza. "Es muy importante tener una ciudad libre de humo. Más que fijarnos en la prohibición, nosotros apuntamos a que la gente no fume. Está comprobado que el humo del cigarrillo -de forma pasiva o activa- es un factor negativo muy importante para la salud, lo que posibilita el desarrollo de enfermedades difíciles de curar una vez desarrolladas". En ese sentido, añadió: "Fumar trae riesgos cardiovasculares. Si uno deja de tener ese hábito, la cuestión cambia radicalmente".