BUENOS AIRES, - El periodista Felipe Celesia, uno de los autores del libro sobre el copamiento de La Tablada, aseguró hoy que "esta muy claro que no había un golpe (de Estado) en marcha" en 1989 y rechazó así los argumentos de los activistas del Movimiento Todos por la Patria, que tomaron las instalaciones militares. 

"Está muy claro que no había un golpe en marcha, fue todo un montaje que armaron para justificar la acción militar que buscaba la insurrección popular", remarcó Celesia, en declaraciones a DyN.

El periodista explicó que "sobran argumentos" para rechazar los planteos del referente del MTP Enrique Gorriarán Merlo, respecto al por qué de la toma del Regimiento de Infantería.

Precisó que alguno de los planteos son testimonios de los sobrevivientes, que reunió en el libro que escribió con el periodista Pablo Waisberg: "La Tablada. A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla argentina".

"Los sobrevivientes dicen con mucha claridad que esa iba a ser la excusa operativa", insistió el periodista.

Celesia explicó que la antesala de aquel copamiento fueron los sucesivos alzamientos carapintadas durante el gobierno del entonces presidente radical Raúl Alfonsín.

"Había un movimiento del sector militar al menos inquietante, pero los sectores políticos y sociales analizaban que no había margen para un golpe de Estado en el sentido clásico. No había espacio para que se instale una nueva dictadura. Miraban con preocupación los alzamientos militares, pero entendían que no iban a pasar a mayores", analizó.

Celesia agregó que los activistas del MTP "tomaron el peligro militar como bandera" y "trataron de instalar en la agenda que se venía una salida por derecha al gobierno de Alfonsín, un quiebre institucional, un golpe".

"Era un armado operativo para facilitar el asalto a La Tablada, que se comenzó a preparar un año antes", reiteró, luego de recordar que esa advertencia del MTP fue recibida con "matices" entre los sectores de la izquierda progresista.

Celesia afirmó que "la idea" del grupo guerrillero era "fusilar a los oficiales en la Plaza de Armas y de ahí marchar con los tanques a Plaza de Mayo para generar una pueblada, que introdujera cambios de fondos en el gobierno con ellos en un lugar de vanguardia".