La Justicia Federal allanó el sábado a la mañana en la ciudad la casa de Carlos Gustavo Pampillón, líder de una agrupación de ultraderecha, y lo llamó a prestar declaración indagatoria como acusado de instigar los ataques al monumento en memoria a las víctimas del terrorismo de Estado ubicado frente a la Base Naval y a la sede de la comunidad boliviana en la ciudad.

El operativo fue realizado por efectivos de la unidad de investigación de conductas discriminatorias de la Policía Federal Argentina en la casa de Pampillón en el marco de una investigación iniciada por el fiscal general federal, Daniel Adler, para determinar a los autores de tres ataques con fines discriminatorios.

Durante el procedimiento se secuestraron CPU, dos notebooks, pen drives y 3 celulares que ya fueron enviados al laboratorio pericial de la Policía Federal para su análisis informático.

En tanto, se lo notificó a Pampillón -ex precandidato a concejal- de la decisión del juez federal Santiago Inchausti de citarlo a declaración indagatoria el próximo 23 de abril.

El procedimiento resultó la culminación de una extensa investigación llevada adelante por el Ministerio Público federal de la ciudad en las que se intentaba determinar los autores, instigadores y cómplices de diversos ataques, daños e intimidaciones sobre los monumentos evocativos a la lucha por verdad, justicia y memoria, ubicado en frente de la Base Naval local, y el reciente incendio y pintada de contenido discriminatorio en la sede de residentes bolivianos marplatenses.

Durante la investigación, los distintos fiscales federales que intervinieron detectaron que los ataques tenían un factor común: todos los indicios conducían  siempre hacia la agrupación denominada "Fonapa - La Giachino", y apuntaban a su líder, Carlos Pampillón, como instigador de tales agresiones que tuvieron su punto culminante con la reciente quema del portón y pintadas reivindicativas sobre el local de la comunidad boliviana.

El primer ataque registrado ocurrió el 7 de julio de 2011 en el monumento ubicado frente a la Base Naval. Los fiscales federales fueron obteniendo diferentes pruebas, indicios y datos que permitieron vincular a Pampillón y su grupo con ese ataque. "Una característica de la pesquisa fue el intensivo uso que tanto Pampillón y sus seguidores hacían de las diversas redes sociales tanto para promocionar, como comentar sus actividades, de donde se obtuvo mucha información respecto del contexto, motivaciones y sentido que le otorgaban a éstas", confió una fuente judicial.

En esa primera etapa, los investigadores no contaban con demasiados datos -no surgían testigos directos, los atentados eran muy rápidos y en la agrupación había hermetismo-, pero se fue uniendo la información de diversas fuentes para conocer a los integrantes, modus operandi y motivaciones de quienes formaban "Fonapa - La Giachino".

"Una referencia sorpresiva partió de la causa donde recientemente se procesó a un vecino marplatense por subir a Youtube un video de contenido nazi, donde los testigos convocados relataron cómo muchos de los que allí aparecían haciendo el característico saludo nacionalsocialista, eran integrantes de dicha agrupación y reconocían a Pampillón como su líder", afirmó una fuente consultada.

El segundo ataque ocurrió el 6 de junio de 2012 cuando dos hombres detuvieron su auto frente al monumento ubicado frente a la Base Naval para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado, bajaron y luego de arrojar neumáticos y combustible lo incendiaron. Luego escaparon.

Durante la investigación, los fiscales pudieron determinar que casi inmediatamente al ataque aparecieron publicaciones en diversas redes sociales por parte de Pampillón y sus seguidores, donde comentaban y reivindicaban el ataque, aparentemente motivado en este caso por la decisión de concejales locales de quitar el monumento que la Armada había instalado durante la última dictadura cívico-militar en la plaza San Martín.

En ese momento, la justicia contó con las denuncias e información del por entonces concejal Marcelo Artime y el actual Javier Woolands que relataron las amenazas, amedrentamientos y manifestaciones similares que el grupo que se identificara como Fonapa venían realizando tanto afuera como dentro del recinto del Concejo antes del ataque al monumento en cuestión.

Según puntualizó la fiscalía actuante se observaban varias pautas afines que no sólo ilustraban el conocimiento y disconformidad de Pampillón con la decisión política de retirar ese monumento instalado por el proceso militar en la plaza San Martín sino su evidente intención de reaccionar a ello. Sólo dos días después ocurrió el ataque con fuego al monumento de "Verdad, Memoria y Justicia".

"Si no se contara con toda la información que aquí se logró recopilar, tal incidente habría pasado como uno más de aquellos ataques por parte de activistas de toda laya, que recurren a tales conductas ilícitas como formas límites de ejercer lo que ellos consideran formas de libertad de expresión", aseguraron fuentes de la causa.

Por último, el 25 de febrero de este año, el vicepresidente del Centro de Residentes Bolivianos de esta ciudad, Alberto Sarasti, denunció que desconocidos habían prendido fuego el portón del centro que conduce y dejado la siguiente pintada: "Fuera Bolivia de Salta. La patria no se negocia. Ojo, arderá el escarmiento. Fonapa - La Giachino. Viva La Patria".

Distintos representantes del Centro de Residentes Bolivianos de esta ciudad aseguraron que se sintieron discriminados ya que afirmaron "no tener nada que ver" con el diferendo entre Bolivia y el territorio Salteño.

"Pampillón dijo por televisión que había que echar a los bolivianos de este país y eso causó mucho dolor en nuestra comunidad. Realmente nos sentimos discriminados", declaró el presidente de dicha institución, Rogelio Córdova Escobar.

"Yo publiqué y reivindiqué la frase fuera Bolivia de Salta"

En su cuenta de Facebook, el líder de "Fonapa - La Giachino", Carlos Pampillón, contó que su casa había sido allanada y aseguró que lo quieren "meter preso por patriota" aunque reconoció haber hecho las pintadas contra la comunidad boliviana.

"Me quieren callar por no transar. Me quieren amedrentar con la injusticia al servicio de los políticos de turno", dice en el texto. Y reconoce haber realizado las pintadas: "Yo y solo yo me hice cargo de las pintadas. Vinieron con la payasada de buscar elementos para atribuirme la pintada y daños, cuando yo mismo publiqué y reivindiqué la frase Fuera Bolivia de Salta".