Como consecuencia del vuelco de residuos realizado por una planta pesquera mediante una conexión clandestina, los habitantes de una vivienda de la calle Guanhani al 3200 amanecieron ayer con una desagradable sorpresa.

Al despertar, la familia descubrió que la casa se encontraba completamente inundada debido a que a través del inodoro y de la bañera habían emergido líquidos cloacales acompañados por una gran cantidad de restos de pescado.

Ante semejante panorama, se hizo presente en el lugar una cuadrilla de la empresa Obras Sanitarias, que en pocos minutos logró determinar que la fábrica ubicada junto a la casa disponía de una conexión clandestina, a través de la cual acababa de volcar sus residuos.

Según le explicó a LA CAPITAL el director de la compañía, Oscar Goñi, los operarios descubrieron que debajo de la vereda existía un caño que provenía del interior del establecimiento y que se encontraba conectado a la cloaca.

Según explicó el funcionario, todo parecía indicar que el vuelco de una gran cantidad de desperdicios, tanto líquidos como sólidos, provocó que se produjera una obstrucción y que la red colapsara.

Los propietarios de la vivienda afectada aseguraron que durante los últimos días habían observado un intenso movimiento en el interior de la fábrica por lo que seguramente sus operarios acababan de procesar grandes cantidades de pescado.

Pero en vez de deshacerse de los desechos contratando un camión cisterna, la empresa habría resuelto volcar su propia basura a la red cloacal.

Según Goñi, al descubrir la conexión ilegal los operarios de Obras Sanitarias dispusieron su clausura, tras lo cual se dedicaron a desobstruir la red y a colaborar con las tareas de limpieza de la vivienda. Además, la empresa inició acciones para sancionar a la fábrica.