LA PLATA

Corresponsal

La suba en el precio de las maquinarias y los materiales de principios de año impactó fuertemente en el sector y llevó a la pérdida de 20 mil puestos de trabajo en todo el país.

Entrevistado por LA CAPITAL, Pécora analizó la situación que atraviesa la construcción, particularmente la obra pública de la provincia de Buenos Aires.

-¿Cómo está hoy la obra pública en la provincia?

-Para ver el comportamiento del sector no podemos sacar una foto del día de hoy porque sería una foto muy particular y no muy auspiciosa. Los ciclos de desarrollo de la inversión pública y privada se miden en un período determinado; entonces nosotros hablamos de los últimos diez años, no por una cuestión política, sino como para medir un período más o menos importante. Y tenemos que decir que ése ha sido un período brillante, tanto en inversión pública como privada. Eso se ve reflejado claramente en la producción de cemento portland, que este año rompió el record de producción, fabricación y venta: se llegó a los 12 millones de toneladas, rompiendo el consumo histórico.

-¿Por qué se consume esa cantidad de cemento?

-Porque el Estado nacional ha invertido en la obra pública un importante monto de dinero, llegando a los 2 o 3 puntos de su PBI. Antes de la última década no se invertía ni el 1% del PBI. Esta fuerte inversión arroja como resultado que hoy tengamos 22 mil empresas inscriptas; también se ha multiplicado la cantidad de empleados -que en 2002 eran 50 mil y hoy son 400 mil- y han crecido la facturación y la cantidad de equipos que tienen todas las empresas del sector. Aproximadamente el 30% del cemento lo consume la actividad pública y el restante 70% la actividad privada. Esto demuestra que no sólo la actividad pública creció, sino que también creció la actividad privada. Eso hasta fines del año 2013.

Efectos de la devaluación

-¿Qué ocurre en la actualidad?

-Ahora nos encontramos con una devaluación del peso que impactó en los insumos que tienen un componente importado, que no son muchos. Todos los insumos como el cemento, el hormigón, el acero y el aluminio han sufrido un importante incremento de sus costos.

-¿Y esos no son nacionales?

-Son nacionales pero tienen un componente importado. Hoy tenemos un fuerte corrimiento de los precios del combustible, los lubricantes, el bitalco (un elemento que se utiliza para hacer asfalto) y eso está generando un importante sobrecosto en las obras y una fuerte tensión dentro de los contratos en ejecución. Se está buscando el mecanismo para corregir esto porque si seguimos así vamos a tener un ?parate? importante dentro de la actividad. En el mes de enero ?el último registro que tenemos- en todo el país tuvimos una caída de 20 mil puestos de trabajo sobre 400 mil. Si bien es estacional, entendemos que hay que tratar de que baje la polvareda de la devaluación para ver cómo seguimos con la actividad.

-¿Qué propone la Cámara para avanzar?

-Yendo de lo general a lo particular, creo que entre todos debemos trabajar para bajar la inflación, que es el tema que más nos perjudica a los argentinos, sobre todo a la gente de menores recursos. Por otro lado, y referido específicamente a nuestro sector, tendríamos que corregir el sistema de actualización o adecuación de precios. Ocurre que nosotros firmamos un contrato y entre que se licita una obra y se firma el contrato respectivo tal vez pasen 6 meses o un año; después pasa otro año en la ejecución de la obra y las actualizaciones de precios se hacen muy extensas. El régimen de redeterminación fue ideado en el año 2002. En ese entonces, con una inflación del 5 al 10%, no tenía tanta implicancia este corrimiento de precios, pero hoy con la inflación que tenemos del 30 o 35%, creemos que se debe corregir.

Relación con el gobierno

-¿Cómo es la relación de la Cámara con las autoridades provinciales?

-Con las autoridades provinciales tenemos un excelente diálogo, siempre somos escuchados y atendidos. Pero la Provincia hace un par de años que está teniendo una estrechez financiera importante y eso se ve reflejado en los atrasos de los pagos y en la cantidad de obras.

-¿Cuáles son los pagos que se atrasan?

-Las obras que básicamente tienen algún atraso importante son las que se financian con el fondo de la soja. El Estado nacional cobra una retención del 35% por la exportación de soja y sus derivados; de ese total, coparticipa el 30% con las provincias. A la provincia de Buenos Aires le viene un flujo de dinero anual de aproximadamente 1.500 millones de pesos. De ese total, la Provincia coparticipa, a su vez, el 30% con los municipios. Y esos pagos son los que habitualmente tienen algún atraso. Después, las obras financiadas por organismos multilaterales de crédito como el BID y el Banco Mundial no tienen un atraso importante, lo mismo que las obras financiadas por el Banco Provincia -el Profide- o por el Fondo Vial, que tienen una buena perspectiva de pago.

-¿Cuáles son las obras en ejecución más importantes en la provincia?

-A pesar de su estrechez financiera, en infraestructura la Provincia tiene 4 o 5 directrices muy importantes que espera llevar adelante en el período que le queda de gestión. Una de ellas es la ruta provincial 6 que va desde Zárate-Campana hasta La Plata y que cuenta tiene una inversión de más de 1.500 millones de pesos. Otras obras importantes son las referidas a la cuenca del arroyo El Gato en La Plata, el tercer carril y las banquinas de la autopista Buenos Aires-La Plata y el plan para reparar, repavimentar y bachear rutas provinciales, un proyecto que tiene una inversión de 1.000 millones de pesos.

-En el crecimiento registrado en el sector privado, ¿se nota la influencia de los créditos ProcreAr?

-Sí, claro. El Plan Procrear es otro acierto de esta administración nacional porque le ha dado a la clase media una posibilidad de acceder a su vivienda. Es un plan excepcional y ya hay en la calle unas 100 mil viviendas en todo el país. Eso está generando una gran demanda de trabajo, pero no para las empresas de nuestra delegación porque las del Procrear son obras más bien pequeñas, viviendas unifamiliares, no son grandes emprendimientos. Igualmente, varios municipios como Mar del Plata están por arrancar con obras ejecutadas por empresas de mediana envergadura, de 2 o 3 pisos.