CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
17-05-2014

El 70% del consumo cultural está dedicado a los videojuegos

El dato fue revelado en un simposio internacional que se realizó en el teatro Auditorium, en el marco del Micsur. "Los videojuegos están reemplazando al consumo televisivo", dicen los especialistas. Advierten sobre los riesgos de pasar muchas horas frente a las máquinas.

El 70 por ciento del consumo cultural está dedicado a los videojuegos. El dato fue revelado en un simposio internacional que se realizó ayer en el teatro Auditorium, en el marco del encuentro de Mercado de Industrias Culturales del Sur (Micsur).

En promedio, chicos y jóvenes juegan cuatro horas por día. "Es mucho tiempo. Los videojuegos están reemplazando al consumo televisivo", dijo Graciela Esnaola, coordinadora del simposio "Cultura, ética y videojuegos", docente y titular de la cátedra "Tecnología educativa" en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. De la mesa de debate participaron los panelistas Fernando Vilches, de la Universidad Complutense de Madrid, y Alejandro Tortolini, de la Universidad de San Andrés, entre otros.

La Play Station, la Wii y los juegos que ofrecen los celulares en general hechizan a los chicos, al punto de que pueden pasarse horas sin hacer otra cosa. Según Esnaola, la franja de edad de los amantes de los videojuegos "es cada vez más alta": va desde chicos de 8 años hasta jóvenes de 30. "Ya no estamos hablando de un jugador preadolescente", sostuvo. Y explicó que la hiperconectividad produce estrés cognitivo y desconexión afectiva.

Los videojuegos son uno de los hobbys que más interés despierta entre los niños y jóvenes de hoy, en todos los sectores sociales. Con consolas propias o en computadoras personales o de cybercafés, los videojuegos seducen y fanatizan a chicos de todas las edades.

Hay dos temas que preocupan a quienes estudian el fenómeno: la cantidad de horas que los niños esfuman a diario en esos mundos virtuales y, sobre todo, el contenido de algunos de ellos, que en muchos casos promueven la violencia, la discriminación y hasta las adicciones.

Entre los principales riesgos, los videojuegos pueden generar comportamientos adictivos, y convertirse en un "refugio" peligroso para chicos con problemas de socialización o extrema timidez.

Algunos videojuegos promueven valores antisociales: hacen apología de la violencia (guerras, atropellos, asesinatos y destrucción gratuita) o tienen contenidos racistas, sexistas y discriminatorios. Diversos estudios han comprobado que estimulan las conductas agresivas. Además favorecen el sedentarismo. Entre quienes pasan muchas horas jugando, se han observado problemas posturales y oculares y diversas lesiones en manos y muñecas.

Entre las ventajas, los videojuegos inician a los chicos en la cultura informática ya que aprenden a dominar la tecnología jugando. También ayudan a desarrollar la rapidez en la toma de decisiones, estimulan las habilidades psicomotrices (coordinación visual y manual), el razonamiento abstracto y deductivo y la atención. Bien utilizados, son un factor de socialización entre los chicos y pueden ser un espacio de contacto entre los padres y los hijos.

Para algunos adolescentes los videojuegos son un territorio de afirmación y, por lo tanto, fuente de autoestima. Algunos creen que estimula la perseverancia y mejoran la tolerancia al fracaso.

"Estamos descubriendo que el videojuego es una tecnología que prepara para el mundo actual y básicamente para el mundo laboral de los jóvenes. El pensamiento estratégico y el aprendizaje de resolución de problemas de todo tipo son la clave de los videojuegos", señaló Esnaola.

Por su parte, el panelista Alejandro Tortolini, de la Universidad de San Andrés, disertó en la mesa de debate "Cultura, ética y videojuegos". "La desconexión moral, que se produce de forma automática por los mecanismos del juego, nos permite aceptar hacer 'daño' a los personajes de los videojuegos. Sin la desconexión moral, no podríamos jugar a estos juegos", expresó.