Por Ramiro Melucci

Importantes deficiencias en la infraestructura. Graves defectos de "humedad y condensación". Filtraciones por las imperfecciones en los revoques exteriores. Desperfectos en la aislación hidráulica de las losas. Esos son algunos de los inconvenientes que detectaron peritos oficiales en las viviendas construidas en el barrio Belisario Roldán en el marco del Plan Federal, y que ponen en riesgo la salud de sus habitantes.

La pericia fue ordenada por la Fiscalía de Delitos Económicos N° 10, que investiga irregularidades en la construcción de las viviendas, y sus resultados ya fueron comunicados a autoridades provinciales y municipales.

Los peritos (el ingeniero Pablo Bona y el arquitecto Eduardo Pena) determinaron que la calidad de los materiales utilizados en la obra presentan, en casos particulares, diferencias con los establecidos en el pliego de licitación.

Los fiscales David Bruna, Fernando Berlingeri y Javier Pizzo pidieron al intendente Gustavo Pulti; al administrador general del Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, Pablo Sarlo, y a los defensores del pueblo que "brinden aquellas respuestas que consideren adecuadas a las serias deficiencias verificadas en la construcción de las viviendas ubicadas en el barrio Belisario Roldán y a las extremas circunstancias que deben afrontar sus cientos de habitantes".

Quienes viven allí son, en gran parte, "personas discapacitadas o con enfermedades graves" y "familias o mujeres solteras con niños menores de edad y lactantes", observó la Fiscalía. Eso obedece a los parámetros de prioridad que tuvo la municipalidad al momento de hacer las adjudicaciones, pues solicitó a los aspirantes que acreditaran "la existencia de discapacitados" o de "personas enfermas" en el grupo familiar.

El estado de las viviendas "pone en riesgo la salud de las personas y agrava el estado de aquellas que se encuentran en situación de emergencia", según el informe aportado a la investigación por la Asociación Civil Hábitat y Vida.

La causa se inicio en setiembre de 2010, cuando un vecino denunció que el derrumbe de un cielorraso ocasionó lesiones en un chico de 9 años. La presentación judicial pidió que se determine si la cantidad y calidad de los materiales utilizados para la construcción fueron los declarados o exigidos en los pliegos de licitación pública. También solicitó que se investigue la eventual responsabilidad de los funcionarios provinciales y municipales a cargo de la supervisión de las obras o de la empresa constructora.

"Pueden afirmarse acreditados los extremos expuestos por el denunciante en torno a la gran cantidad de reclamos efectuados por los adjudicatarios de las viviendas construidas en el marco del Programa Federal de Viviendas por diversas deficiencias edilicias, tales como humedades, rajaduras de paredes y cielorrasos y condensación en los ambientes", sostuvieron los fiscales.

Cuando iniciaron la investigación, realizaron una inspección ocular que "permitió corroborar las deficiencias estructurales que afectan a las viviendas", entre las que mencionaron: rajaduras de paredes y techos, humedad en paredes y pisos, falencias en la mampostería y hasta "la existencia de una pared con electricidad derivada de la excesiva humedad que brota de los ambientes".

A mediados de 2011, profesionales y técnicos de la Unidad Técnica Patología de la Construcción del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) emitieron un informe técnico sobre las construcciones. En efecto, diagnosticaron serias deficiencias como "filtraciones de agua a través de plana de dúplex, de cubierta metalice, por humedad ascendente en muros, del piso y por fisura de carpintería". También marcaron "fisuras en unión carpintería-muro, en unión losa-muro, en unión piso-muro, en revestimiento exterior de muros, desprendimientos de revestimientos cerámicos, presencia de hongos en muros, pisos y cielorrasos en interior de vivienda".

Además, notaron "filtraciones de agua a través de instalaciones sanitarias, contrapendientes a desagües en pisos, aglobamiento de pintura en muros, falta de verticalidad en muretes de mesada de cocinas, diferencia de grifería en distintas viviendas, imposibilidad de levantamiento de tapas de inodoros, igual nivel de interior y exterior". Los técnicos, en definitiva, plantearon posibles soluciones al conjunto de deficiencias y recomendaron la reparación integral de las viviendas.

En total son 480 casas. Los convenios para su construcción fueron suscriptos en 2005. Según informó a la Fiscalía el Instituto Provincial de la Vivienda, la dirección técnica de las obras estuvo a cargo de la municipalidad.

Por el momento "no es posible determinar el perjuicio económico" de las irregularidades en las construcciones, apreció el perito contable, Julián Aceto, quien pidió que se profundice la pericia técnica para luego hacer una nueva evaluación económica.

"Si bien se encuentran pendientes de producción pruebas conducentes para discernir con claridad la significación jurídico penal de los hechos y sus eventuales responsables, corresponde atender con la mayor prontitud posible las graves patologías y deficiencias técnicas que afectan la estructura de las viviendas que componen el barrio Belisario Roldán de esta ciudad, atento el riesgo que las mismas constituirían para la salud de las personas que allí se domicilian", advirtieron los fiscales.