CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
29-08-2014

La docente acusada de abusos puede hoy hacer su descargo

Hoy por la tarde, en el despacho del fiscal Fernando Castro, la docente de música imputada de abusos sexuales contra alumnos de dos jardines de infantes se presentará a declarar.

La controvertida indagatoria a la docente acusada de abusos sexuales en dos jardines de infantes de la ciudad finalmente se desarrollará hoy por la tarde, aunque desde la defensa no se adelantó si aceptará dar su versión de los hechos.

Después de la citación realizada por el fiscal Fernando Castro a la maestra de música Analía Schwartz esta semana surgió un problema a raíz del error de tipeo en la fecha prevista para la audiencia. Por ese motivo, la abogada Patricia Perelló, que lleva a adelante la defensa de la docente, había manifestado sus dudas al respecto, pero el miércoles el error se enmendó y una nueva notificación confirmó para hoy el crucial trámite.

Vale recordar que Schwartz está imputada de nueve casos de abuso sexual y seis de corrupción de menores, porque el fiscal Castro consideró que están semiplenamente probados los hechos ocurridos en los colegios Gianelli y Fleming.

Schwartz no había sido imputada formalmente hasta esta semana, ya que antes solo había una investigación dirigida hacia ella y por eso no había sido citada a declaración indagatoria. Recién al conocerse el resultado de las cámaras Gesell, método para entrevistar a menores y lograr dichos verídicos librados de cualquier fabulación, el fiscal efectuó las imputaciones.

La causa se inició en setiembre del año último cuando varios padres de alumnos del jardín de infantes del Instituto Gianelli se presentaron ante la Justicia y denunciaron lo que sus hijos les contaban. Ante lo grave y delicado de lo que se mencionaba allí, se dispuso el protocolo para estos casos y se ordenó la competencia del fiscal Fernando Castro.

De inmediato empezaron las distintas averiguaciones, convulsionadas por incidentes en el colegio de la avenida Fortunato de la Plaza. Allí los padres y allegados, naturalmente, expresaron su malestar y hubo excesos reflejados en daños y amenazas al cuerpo docente.

De todos modos, el fiscal siguió con la investigación que, en una primera etapa, consistió en recoger testimonios de testigos -los padres de las presuntas víctimas- y de personal del colegio. Las denuncias se fueron encadenando hasta llegar a más de medio centenar e incluir, también, al instituto Fleming, donde la misma docente había dado clases tiempo atrás.

De acuerdo a los dichos de los padres, el abuso sexual sucedía dentro del aula de música y consistía en tocamientos. En algunos casos, la vejación llegaba a un nivel físicamente más invasivo, siempre según lo establecido en la causa.

Desde un inicio, la docente involucrada se declaró inocente y dijo que lo que los niños comentaban sobre juegos y situaciones específicas era algo natural. Y aseguró que jamás tocó, abusó ni sugirió aquello que se le acusa haber hecho.

La audiencia prevista para hoy por la tarde reviste una vital importancia porque es la primera oportunidad con al que cuenta la maestra de música para hacer su descargo.

El abogado César Sivo tomó la representación de algunos padres de niños, al igual que los profesionales Cristian Prada y Eduardo Toscano. Sivo indicó que no descarta pedir la apertura de una nueva causa en la que se investigue el presunto encubrimiento en el que incurrieron las autoridades del colegio Gianelli, al entender que alteraron pruebas. Específicamente hace referencia a haber despegado un acrílico adhesivo en los vidrios del aula de música que impedían la visión exterior. Ese detalle es clave ya que uno de los argumentos fuertes de la defensa es que la maestra siempre estaba a la vista de las demás autoridades de la escuela y no podía haber cometido los abusos sin ser observada.

Tras el trámite de hoy, la docente continuará en libertad ya que se estableció que no existe riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la continuidad del proceso que podría derivar en un juicio oral y, en caso de ser condenatorio el fallo, en una pena de 50 años de prisión.