Si bien no hubo viviendas anegadas, el bosque Peralta Ramos fue uno de los sectores de la ciudad que resultaron más afectados por el temporal de lluvia y viento que se inició el 23 del corriente y que duró varios días. A raíz de la intensidad del fenómeno climático, la mencionada reserva forestal sufrió la caída de alrededor de un centenar de árboles lo cual, si bien no hubo que lamentar víctimas, provocó daños en viviendas y vehículos y la interrupción del suministro de energía en varios sectores. En la semana que pasó equipos de trabajo del Enosur se ocuparon de retirar de las calles troncos y ramas que impedían el desplazamiento vehicular; mientras tanto, personal de EDEA debió esforzarse para, en los domicilios afectados por la caída de cables, restablecer el servicio eléctrico lo antes posible.

Testimonios

Durante una recorrida por la mencionada reserva forestal, LA CAPITAL tuvo ayer la oportunidad de conversar con personas que residen en el bosque desde hace muchos años las cuales coincidieron en que, debido a la antigüedad de muchos árboles y al hecho de que hay variedades que no deberían haberse plantado, entre ellas pinos, lambersianas y eucaliptus, la Municipalidad tendría que implementar un plan de reforestación que, en los espacios públicos, contemple el reemplazo de ejemplares añosos que no se encuentran en buenas condiciones por otros más apropiados. Teniendo en cuenta que la poda o extracción de los que se encuentran en lotes particulares -para lo cual se requiere autorización de la Comuna- debe ser solventada por los vecinos, hay muchos que, a pesar del riesgo que corren cada vez que se registra un temporal, debido al alto costo que tiene la extracción (entre $ 4.000 y $ 6.000 por unidad) no se deciden a sacar los árboles que son motivo de preocupación.

Ana Mensio, quien vive desde hace siete años en el bosque, sostuvo que "la situación cada vez es peor razón por la cual, cuando hay temporal, nos asustamos mucho; hace una par de años, luego de que un árbol cayera sobre una casa provocando la muerte de una persona, gestionamos en el Municipio la realización de una poda selectiva; en aquel momento nos prestaron un poco de atención, vinieron, marcaron ejemplares ubicados en espacios públicos y sacaron algunos de la plaza Las Margaritas pero después, a pesar de que se comprometieron a volver, no aparecieron nunca más".

Dijo luego que "existen muchos lotes baldíos que no se sabe de quiénes son y en los que hay árboles que están por caerse con lo cual representan un peligro potencial; entendemos que la Comuna debería intimar a los propietarios para que los saquen o bien realizar la tarea por administración y después cargarles el costo en las tasas municipales; si bien todos queremos preservar la arboleda, ya que por algo elegimos vivir en el bosque, no queremos correr peligro; en virtud de ello pedimos que se lleve a cabo una reforestación a conciencia, que se planten especies que cuando crezcan no se vuelvan peligrosas".

Tras señalar que "vivir en el bosque es hermoso pero no deja de tener sus riesgos" afirmó que "no nos parece bien que gente que adquiere lotes para construir, saque los árboles que hay en los mismos y no reponga ninguno; en ese sentido, tendría que haber mayor control", aseveró. Claudio Durán, propietario de una casa que adquirió hace 17 años, dijo por su parte que "aunque resulte costoso, creo que es importante prevenir los riesgos; en mi caso, hace dos años pedí permiso a la Municipalidad para podar dos pinos que se estaban empezando a secar; luego de que vinieron y marcaron la altura que había que respetar, encargué que me realizaran el trabajo; sé que hay mucha gente que como su economía no se lo permite, no hace sacar árboles que al no estar en buenas condiciones, constituyen un peligro. En general son variedades con raíces débiles que cuando llueve mucho se aflojan. En otros casos, están como ahogadas por la acción de una hiedra que no las deja respirar; pienso que si hubiese un guardaparque como hay en el sur, el bosque estaría mejor cuidado", expresó.

Más opiniones

Cristina Antón, propietaria de una casa que resultó seriamente dañada por la caída de un árbol existente en un terreno vecino, explicó que "se trató de un eucaliptus al que debido a tanta lluvia se le aflojaron las raíces razón por la cual cayó sobre nuestro techo a las 2 de la madrugada lo que nos produjo un susto mayúsculo; gracias a Dios no tuvimos que lamentar víctimas ni heridos; el dueño del lote quedó en venir a charlar con nosotros; estoy muy disgustada porque la Municipalidad no sólo en este caso no nos brinda ningún tipo de ayuda sino también porque desde hace tiempo no nos autorizan a trasmochar dos árboles que tenemos en nuestro propio terreno y que están secos; me encanta vivir en el bosque, pero hay árboles que son muy viejos y que constituyen un peligro", advirtió.

Sonia De Francisco, responsable de un tradicional emprendimiento gastronómico ubicado a pocos metros del arco de entrada a la reserva forestal sostuvo que "aunque el bosque es un lugar que me fascina, tengo que admitir que hay árboles muy viejos que representan un peligro; él ultimo temporal causó problemas importantes a muchos vecinos; si bien la Municipalidad ha venido trabajando y marcando los árboles que habría que sacar, lo cual se debe seguir haciendo, hay mucho para reforestar; no olvidemos que son 500 hectáreas; todos queremos tener a los árboles cerca de nuestras casas pero hay que evaluar su posible peligrosidad. Finalmente sostuvo que "como extraer un árbol es muy costoso, creo que para quienes no están en condiciones de afrontar ese gasto debería haber un plan especial".-