El cuerpo de Ema Manara (67) fue hallado sobre la cama de su habitación de la calle Florencio Sánchez. Fueron algunos vecinos que vieron salir humo de la casa los que primero trataron de sofocarlo sin saber que en el interior la mujer estaba ya fallecida. El desorden en algún sector de la vivienda y el lugar en donde se inició el incendio permiten sostener firmemente la hipótesis del homicidio.

Anoche las principales autoridades de la policía local y el fiscal de turno Fernando Castro aguardaban el informe preliminar de peritos criminalísticos para tener mayores certezas de lo ocurrido.

Las primeras averiguaciones efectuadas en el lugar del hecho determinaron que la mujer, que no tenía familiares directos y se ganaba la vida como empleada doméstica, fue encontrada sobre su cama, la cual había sido alcanzada por el fuego.

Bomberos del destacamento Puerto y Central trabajaron en el lugar para despejar la vivienda ubicada en Florencio Sánchez 979, permitiendo luego el ingreso del fiscal Castro. "No podemos afirmar ni desechar nada por el  momento", dijo anoche el representante del Ministerio Público fiscal ante la falta de pruebas surgidas de la observación primaria.

Según narraron vecinos a LA CAPITAL, la mujer fue vista en horas de la tarde mientras ingresaba a su casa. Parecía estar en condiciones normales y con los mismos patrones anímicos de todos los días.

Luego, aproximadamente a las 20.30, algunos habitantes de ese popular sector de la ciudad comenzaron a ver cómo salía humo por la ventana de la humilde finca e intentaron colaborar para apagar el fuego.

Los vecinos arrojaron agua, rompieron una ventana pero no pudieron hacer mucho más, por lo que esperaron  la llegada de los bomberos. Estos trabajaron por algunos minutos -el fuego no era intenso- y lograron sofocar las llamas. Finalmente descubrieron que sobre la cama de la habitación yacía el cuerpo sin vida, y calcinado, de la única moradora.

En otros ambientes de la vivienda la policía de la comisaría tercera y el mismo fiscal Castro habrían notado desorden en muebles, cajones revueltos y, también, la puerta trasera que da al patio, abierta. Este detalle llevó a pensar a los investigadores que pudieron haber otras personas en el momento de desatarse el incendio.

De todos modos anoche, sin un informe inicial de los peritos, era prematuro adelantar cualquier tipo de diagnóstico respecto a las causas de la muerte de la mujer. El estado en el que estaba el cadáver impidió arriesgar alguna hipótesis.