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22-09-2014

Se eleva a juicio causa por bebé entregado por la madre de Astíz

El fiscal de Mar del plata, Pablo Larriera, elevó a juicio la causa por el bebé supuestamente entregado por la madre de Alfredo Astíz en 1977.

El fiscal federal de Mar del Plata Pablo Larriera elevó a juicio la causa donde fueron imputados María Elena Vásquez y Alfredo Bernardo Astiz (fallecido), padres del represor Alfredo Astiz, de haber entregado un bebé, cuya identidad se investiga, a un matrimonio en 1977, en plena dictadura.

Una fotografía es una de las pruebas que muestra a un grupo familiar, en las escalinatas de la Parroquia Asunción de la Santísima Virgen de Mar del Plata, en cuyo centro hay un bebé de apenas un año bautizado en brazos de quienes dicen ser sus padres y posiblemente algunos familiares y allegados. 

Según indicaron desde la Fiscalía, sobre la derecha de la foto aparecen un hombre y una mujer que no son parte de la familia: se trata de María Elena Vásquez y Alfredo Bernardo Astiz, quien falleció en 2004, padres del ex marino Alfredo Astiz, condenado por crímenes de lesa humanidad.

El niño bautizado en esa oportunidad en que se tomó la fotografía casualmente lleva como segundo nombre Alfredo.

El fiscal dio por probada la acusación de los hechos, los cuales Vázquez intentó desmentir.

El matrimonio "beneficiado" no podía tener hijos, y al momento de prestar declaración el hombre sostuvo que "el niño fue un ofrecimiento directo por parte de la señora Chichita" (la madre de Astiz), y que "ni él ni su esposa pidieron al bebé".

De hecho, los datos de la pareja ya estaban en poder de una partera, quien les entregó el recién nacido el 9 de marzo de 1977 -había nacido horas antes de la medianoche-, en una vivienda donde habría funcionado una clínica clandestina, dado que nunca estuvo inscripta en los registros municipales ni provinciales.

La partera, quien falleció en mayo de 2010, les entregó también un certificado de nacimiento en el que constaban falsamente sus datos como madre y padre del niño. 

El matrimonio inscribió al niño en el Registro Civil como propio, lo crió como hijo biológico y mantuvo oculto su verdadero origen.

Ese bebé tuvo que esperar 33 años para enterarse de que no eran sus padres verdaderos y, aunque desconoce aún su verdadera identidad, no puede descartar ser hijo de desaparecidos.

"María Elena Vásquez ha participado junto al matrimonio (...) de la apropiación del recién nacido, siendo ella quien ofició de intermediaria entre ambas partes; quien colaboró en su inscripción con una identidad falsa y pidió los datos (...) para completar la documentación que asegure dicha entrega, y quien aseguró que resulte incierta dicha identidad, al no dar a conocer a la fecha el nombre de la progenitora del menor", entendió el fiscal.

Los padres sustitutos y la madre de Astiz están acusados de  retención y ocultamiento de un menor de diez años en concurso ideal con el de hacer incierto y alterar el estado civil de un menor de diez años tipificado y con falsedad ideológica de instrumento público. El fiscal federal de Mar del Plata Pablo Larriera elevó a juicio la causa donde fueron imputados María Elena Vásquez y Alfredo Bernardo Astiz (fallecido), padres del represor Alfredo Astiz, de haber entregado un bebé, cuya identidad se investiga, a un matrimonio en 1977, en plena dictadura.

Una fotografía es una de las pruebas que muestra a un grupo familiar, en las escalinatas de la Parroquia Asunción de la Santísima Virgen de Mar del Plata, en cuyo centro hay un bebé de apenas un año bautizado en brazos de quienes dicen ser sus padres y posiblemente algunos familiares y allegados. 

Según indicaron desde la Fiscalía, sobre la derecha de la foto aparecen un hombre y una mujer que no son parte de la familia: se trata de María Elena Vásquez y Alfredo Bernardo Astiz, quien falleció en 2004, padres del ex marino Alfredo Astiz, condenado por crímenes de lesa humanidad.

El niño bautizado en esa oportunidad en que se tomó la fotografía casualmente lleva como segundo nombre Alfredo.

El fiscal dio por probada la acusación de los hechos, los cuales Vázquez intentó desmentir.

El matrimonio "beneficiado" no podía tener hijos, y al momento de prestar declaración el hombre sostuvo que "el niño fue un ofrecimiento directo por parte de la señora Chichita" (la madre de Astiz), y que "ni él ni su esposa pidieron al bebé".

De hecho, los datos de la pareja ya estaban en poder de una partera, quien les entregó el recién nacido el 9 de marzo de 1977 -había nacido horas antes de la medianoche-, en una vivienda donde habría funcionado una clínica clandestina, dado que nunca estuvo inscripta en los registros municipales ni provinciales.

La partera, quien falleció en mayo de 2010, les entregó también un certificado de nacimiento en el que constaban falsamente sus datos como madre y padre del niño. 

El matrimonio inscribió al niño en el Registro Civil como propio, lo crió como hijo biológico y mantuvo oculto su verdadero origen.

Ese bebé tuvo que esperar 33 años para enterarse de que no eran sus padres verdaderos y, aunque desconoce aún su verdadera identidad, no puede descartar ser hijo de desaparecidos.

"María Elena Vásquez ha participado junto al matrimonio (...) de la apropiación del recién nacido, siendo ella quien ofició de intermediaria entre ambas partes; quien colaboró en su inscripción con una identidad falsa y pidió los datos (...) para completar la documentación que asegure dicha entrega, y quien aseguró que resulte incierta dicha identidad, al no dar a conocer a la fecha el nombre de la progenitora del menor", entendió el fiscal.

Los padres sustitutos y la madre de Astiz están acusados de  retención y ocultamiento de un menor de diez años en concurso ideal con el de hacer incierto y alterar el estado civil de un menor de diez años tipificado y con falsedad ideológica de instrumento público.