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29-09-2014

Los derechos de todos, la lucha de ellas

Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres. Promover los derechos de la mujer en la sociedad es uno de los objetivos fundamentales de agrupaciones locales como Las Rojas, Mumalá y la Multisectorial de la Mujer. Dedican su tiempo y compromiso a esta lucha.

Por Julia Van Gool

 

En Mar del Plata existen diferentes organizaciones que levantan la bandera de los derechos de la mujer. En el marco de una sociedad que a pesar de los avances sigue determinada por la desigualdad estructural entre el hombre y la mujer, existe un colectivo decidido a impulsar un cambio y promover los derechos de las mujeres al resto de la comunidad.

Las Rojas, Mumalá y la Multisectorial de la Mujer, son algunas de las organizaciones marplatenses (con fuerza nacional) que dedican su tiempo, voluntad y compromiso a la lucha y promoción de los derechos de las mujeres. Con integrantes de las más variadas edades e historias que aúnan fuerzas para, no sólo defender y acompañar a víctimas que han sufrido una violación a sus libertades, sino también para derogar la idea de mujer sumisa, cuya función social históricamente se ha circunscripto a las tareas domésticas, la  reproducción y el cuidado de niños. En los últimos 30 años han sido muchas las batallas ganadas, desde la Ley de Divorcio (1987) hasta el Matrimonio Igualitario (2010), pero todavía existe un largo camino por recorrer para la transformación plena de prácticas y conductas instaladas en nuestra sociedad.

La lucha por los derechos de las mujeres data desde comienzos de la historia, cuando las civilizaciones comenzaban a establecer un sistema de organización y determinar una manera de ver el mundo. La concepción de la mujer como el “sexo débil” corresponde a un pensamiento generalizado originado desde épocas preindustriales, donde ya la mujer ocupaba una posición totalmente subordinada con respecto al hombre. Con el correr del tiempo y de la mano de cambios sociales, políticos y económicos, más voces se comenzaron a oír. Voces con un compromiso político de cambio en donde el objetivo central fue la consecución de igualdad en todos los ámbitos sociales.

En el marco del II Foro Internacional sobre los Derechos de las Mujeres organizado por el Consejo Provincial de las Mujeres en conjunción con el Consejo Federal de Inversiones en Mar del Plata, la reivindicación del reclamo de un colectivo preocupado por los reiterados hechos de violencia hacia las mujeres volvió, una vez más, a hacerse escuchar. El evento contó con la participación de referentes en la materia  de los derechos humanos y sobre la trata de personas, eje temático sobre el cuál se centralizó el debate. 

Garantizar la plenitud de los derechos de todos los humanos es un tema que atañe a toda la sociedad, no obstante, aquellos individuos caracterizados por su espíritu de lucha y compromiso se unifican para consolidar fuerzas y alcanzar sus metas.

 

Las Rojas

 

Micaela Albarenque tiene 23 años y estudia Profesorado de Artes Dramáticas. Desde los 18 años que comenzó a participar activamente del movimiento social de mujeres, integrando la organización Las Rojas, parte del partido Nuevo Más. “Yo cuando me acerqué a la organización tenía 18 años y era ese salto entre ser un niño y pasar a ser un adulto. En ese momento empecé a entender todos los cuestionamientos que tenía” expresó. Desde chica Micaela era consciente de la desigualdad existente y sufría día a día la cosificación de la mujer, “Estaba siempre con ropa suelta caminando por la calle porque me daba vergüenza mostrar mi cuerpo, sufría mucho el acoso” recuerda. Micaela también reflexiona sobre la modificación que sufrió su propio vínculo con las mujeres. Al ingresar a la agrupación notó que dentro de un contexto propicio todas se sienten más cómodas para contar sus experiencias personales, situación que por miedo, vergüenza o desconocimiento nunca se lo habían contado ni a personas de su círculo íntimo como amigas, hermanas o sus propios padres. Esta situación es resultante de una lógica cultural que hace no tantos años se encontraba establecida sin cuestionamientos. Siglos de poderío “patriarcal” hicieron todo lo posible para sedimentar el convencimiento social de que la mujer está, en palabras de Micaela, “para soportar y no contar; porque es lo que nos toca por ser mujeres”. 

 

Mumalá

 

“Mujeres de la Matria Latinoamericana. Eso quiere decir Mumalá. Quisimos feminizar la palabra “patria” tan instalada en nuestro país y además comenzábamos una nueva etapa. Dejábamos el nombre ‘Las Juanas’ para adquirir una nueva identidad incorporando la realidad de toda latinoamérica” explicó Noelia Barbas, también de 23 años y finalizando sus estudios en Trabajo Social. Noelia se unió a la organización cuando comenzó la universidad, aprovechando una etapa de mayor participación social y política. Al igual que Las Rojas, Mumalá, representa una fuerza nacional, alcanzando diferentes regiones del país para unificar fuerzas y hacer llegar a todas las mujeres del país la promoción de sus derechos y brindarles las herramientas necesarias para la conquista de los mismos. “Nosotras buscamos la equidad que no es lo mismo que igualdad. Hay diferencias entre los géneros y no está mal negarlas. Somos una sociedad caracterizada por el patriarcado y el problema está en la subestimación del rol la mujer” aclara Noelia. 

 

Multisectorial de la Mujer

 

Ester Daye tiene 67 años y desde el año 1973 que es una participante sumamente activa de la movilización de mujeres. “Después de la dictadura militar el primer acto, el 8 de marzo, lo hicimos acá en Mar del Plata y éramos Multisectorial de la Mujer y Amas de Casas del país”. Ester vivió unos años en Capital, y allí fue fundadora de la agrupación de amas de casas y, una vez instalada en Mar del Plata, lo fundó aquí. Además de dedicar su lucha a la consecución permanente de las garantías individuales de las mujeres, Ester es Licenciada en Enfermería y se encuentra a pasos de recibirse de Abogada, por lo que ha logrado fusionar sus estudios para que signifiquen una herramienta más en su tarea de difusión de derechos y de apoyo y contención a aquellas mujeres a las que se le han sido negados.

 

Actividades que realizan

 

Micaela (Las Rojas) cuenta que las primeras actividades de la organización a nivel local fueron las movilizaciones a favor del Matrimonio Igualitario “llamamos a movilizar y dar una salida distinta de lo que era solamente el lado parlamentario, no sólo conseguir ese derecho sino también ejercer  la presión en la calle” recuerda.  Y si bien realizan talleres de feminismo y difunden materiales que ellas mismas elaboran como volantes y boletines anuales que se realizan a nivel nacional, Micaela asegura que “nuestra principal herramienta más allá de las actividades propias es lograr que salga la movilización a la calle que no quede en la individualidad ni de las organizaciones y mucho menos de la mujer sola”. Tanto Las Rojas, como Mumalá y la Multisectorial, entienden la importancia de una modificación sustancial en las concepciones sociales existentes para realmente avanzar como sociedad.

Asimismo, Noelia de Mumalá explica que dentro de la agrupación poseen una división de tareas específica con el propósito de una mejor organización. “Tenemos un grupo de compañeras que están realizando una columna radial en la azotea, todos los miércoles a las 12 del mediodía. Fomentamos todo lo que tiene que ver con una comunicación con perspectiva de género. Otro grupo de compañeras está trabajando una educación también desde una perspectiva de género yendo a hacer talleres a jardines y focalizándose en el proyecto de la creación de un libro, compilación de cuentos no sexistas para que las educadoras y educadores tengan herramientas para trabajra. Y por último, un equipo de compañeras realizan talleres de prevención de la violencia de géneros en barrios periféricos.”. 

Por supuesto que a todas estas actividades se le suman aquellas a nivel nacional, como el Encuentro Nacional de Mujeres, el cual este año se realizará en la ciudad de Salta los días 11, 12 y 13 de octubre. Ester, en representación de la Multisectorial: “Los encuentros se vienen haciendo desde 1986 y son Federales, Democráticos, Pluralistas y Horizontales. Todo surgió porque un grupo de mujeres fueron a Kenia porque tomaba lugar una reunión internacional de mujeres y ahí surgió la idea de hacer encuentros anuales en cada país. El único lugar que lo conserva en el mundo es Argentina” explica. En el primer encuentro se contó con la convocatoria de 1000 mujeres y con el correr de los años la participación ha ido en aumento y se ha llegado a reunir cerca de 30000 mujeres, número que también se espera alcanzar este año.

 

Alternativas a la hora de buscar ayuda

 

Las organizaciones entienden la función social que desempeñan. No sólo simbolizan un espacio de reflexión, promoción y debate, sino que también llegan a resignificar su labor transformándose en la contención y el soporte de víctimas de trata, violencia de género y demás aberraciones que recorren nuestros días. “Es muy difícil convencer a los familiares de las víctimas de que se acerquen y que encuentren la necesidad de salir a la calle, pero de a poco se está formando el espacio. Por ejemplo, en otro lugar no tan lejano como la ciudad de La Plata, las familiares de las víctimas de femicidios comenzaron a salir a las calle” destaca Micaela. De hecho, un último caso de acercamiento de una víctima a la organización fue el polémico caso de Rocío, joven de 20 años que fue abusada por su padre,  suboficial de la Base Naval, desde los 13 años de edad. La joven encontró en Las Rojas el apoyo y el incentivo necesario para enfrentar a su padre y a los cómplices que lo defendieron. Esta lucha no entiende de poderes y amenazas sino que los transciende y los deja en evidencia para que un Estado no haga caso omiso y desarrolle políticas que frenen estos casos de violencia. Las últimas cifras son alarmantes. En el último informe de La Asociación Civil La Casa del Encuentro mostró una realidad angustiante: cada 35 horas una mujer muere por violencia de género. “Nosotras tenemos un grupo de profesionales mujeres que ayudan en la contención. Tenemos psicólogas, abogadas…lo que nos falta es un lugar propio, que aunque no lo creas todavía no lo pudimos conseguir” cuenta Ester, “hacemos lo que podemos, nos juntamos en su casa, las contenemos, las acompañamos a realizar las denuncias. Pero siempre ocurre lo mismo, ningún golpeador cumple las órdenes de restricción”. Otras de las conclusiones del LCE es que 14 % de las mujeres tenía registrada denuncias previas o medidas judiciales de exclusión del agresor y fallaron los controles. “La justicia es muy lenta para la emergencia que requieren los casos de violencia de género por eso muchas veces nos terminamos juntando a dar una mano y orientar y creemos que ese también de alguna manera ese es nuestro deber” reflexiona Noelia.

 

Las bases están en la educación

 

El tema de la trata de personas y el aborto legal son otros de los pilares de estas organizaciones.  “La prostitución y la trata son dos caras de la misma moneda. Con gran responsabilidad del Estado porque allanan prostíbulo, liberan mujeres pero esas mujeres quedas estigmatizadas. No tienen salidas laborales ni ningún tipo de ayuda”  nos cuenta Ester. No obstante, cree que ha habido importantes avances en los últimos años, pero no los suficientes “Esta sancionada la segunda Ley de Trata desde el año 2012, estamos en 2014 y todavía no está reglamentada. Eso es un avance porque la primera decía que la que era mayor de 18 años tenía que demostrar que no había dado su consentimiento y, peleamos desde el movimiento de mujeres para establecer que el “consentimiento” para una mujer en estado de vulnerabilidad  no existe” concluye.

Lo mismo ocurre con el reclamo por la conquista del derecho al aborto. “Nuestras principal lucha es la legalización voluntaria del embarazo hasta la semana 12. Estamos impulsando este proyecto con otras 300 organizaciones en el Congreso pero lamentablemente no ha avanza” expresa Noelia; y agrega “Nosotros entendemos que una de las principales trabas, además de que sea un negocio y que los sectores más conservadores y las cúpulas eclesiásticas ponen muchas trabas, es la falta de voluntad política”.

Micaela asegura que las bases del cambio están en la educación es por ello que exigen educación sexual en las escuelas, “peleamos por la educación sexual laica científica y feminista: laica porque la religión no tiene que intervenir porque tiene un fuerte peso moral y machista, científica para que exista una enseñanza rigurosa en relación de los métodos de cómo cuidarte, de cómo tratar tu cuerpo, de cómo es tu cuerpo. Y por último nosotras agregamos algo que no tienen otras organizaciones y es de que sea feminista, es decir,  que tenga un contenido específico de género”.

Acostumbradas a una subordinación histórica producto de una causa plenamente cultural las mujeres levantaron las banderas de igualdad de género para conquistar los derechos en el ámbito jurídico pero trascendiendo a todas las esferas sociales y de poder. De nada sirve conquistar derechos, si en la calle eso no se ve reflejado. Esa lógica de cambio es quizás de las batallas más difíciles que las mujeres van a tener pero ya demostraron que para ellas no existen obstáculos que alcancen.