Dante Spinetta: Nuestra relación con Mar del Plata es verdaderamente muy larga y como a la mayoría, comienza cuando nuestros padres nos llevaron a la ciudad de veraneo, desde entonces el entusiasmo por la ciudad no ha decrecido sino todo lo contrario, es una ciudad tan hermosa como inolvidable. Sin dudas los comienzos de IKV están relacionados con la localidad, porque fue uno de los primeros sitios donde nos presentamos cuando se publicó el álbum ?Horno para calentar los mares?, que naturalmente tiene una cierta influencia con esta ciudad, es uno de los sitios donde siempre nos han recibido muy bien y eso no pasa por la cantidad de personas que vengan a los shows sino la onda de la gente cada vez que estamos allá, por eso viajar a Mar del Plata es una de las mejores noticias que surgen cada vez que empezamos una gira, pero obviamente también nos gusta ir en otro momento que no sea el verano, a muchos les gusta el invierno, a nosotros también. Siempre la pasamos genial en Mar del Plata, pero ustedes saben que tengo una historia especial con la ciudad, porque la mamá de mis hijos es de Mardel, así que mis hijos están todo el verano ahí, en la época en que no están, lo cierto es que se trata de ciudad que los dos queremos mucho.

Emmanuel Horvilleur: Es un poco la misma sensación, ya de chiquitos nos hicimos muy compinches con la ciudad por distintas razones, en Mar del Plata hay chicas muy lindas y no solo en el verano, la ciudad tiene mujeres muy hermosas. Estuvimos haciendo la gira del disco ?Chances? durante el año pasado y parte del actual y obviamente jamás íbamos a dejar afuera a esta localidad fuera de las imágenes que se registraron para el documental de tour que acompaña el dvd ?Aplaudan en la luna?, aprovechamos el show que hicimos en enero último para filmar mucho y colocar bastantes tomas de la ciudad en el filme que nos muestra por todo el país, salió un show fantástico y las mejores imágenes de cómo es público con nosotros están directamente grabadas ahí. Mar del Plata es un lugar en donde recomponemos fuerzas, ambos tenemos ahí un reducto al que vamos y nos cambiamos la sangre, salimos muy renovados, en esta ciudad hemos comido unos pescados terribles, somos capaz de ir en cualquier momento, agarrar el auto y salir para allá sin preguntarnos mucho la razón, tenemos un amigo ahí que se llama Pedrito Moscuza, siempre nos tiene todo preparado y la pasamos de forma inolvidable. Mar del Plata es funk, mucho funk.