Dos adolescentes de 16 y 17 años, ambos alumnos del Colegio Nacional Mariano Moreno, se pelearon ayer en la puerta de la institución y el mayor de ellos hirió en el cuello al menor con el vidrio de una botella.

El hecho se registró en horas de la tarde de ayer, en el cruce de las calles Mitre y Alberti, y el agresor fue aprehendido por la policía e imputado en una causa por "lesiones leves", cuya investigación quedó a cargo del fiscal de menores, Carlos Russo. Más tarde, recuperó su libertad aunque fue procesado.

Según informaron distintas fuentes consultadas por LA CAPITAL, la pelea entre los adolescentes se inició cerca de las 18, minutos después de que el menor de ambos saliera del colegio. El agresor, en cambio, concurre a la misma institución, aunque de mañana.

De acuerdo a los datos que trascendieron, la pelea se desencadenó por problemas personales que ambos jóvenes mantienen desde hace un tiempo, a raíz de otros enfrentamientos ocurridos en la plaza Mitre, donde los dos suelen reunirse junto a otros compañeros. Si bien en un principio se sospechó que podría tratarse de un caso de bullying o acoso escolar, dicha versión no fue confirmada por los allegados a la causa.

Al parecer, el joven de 17 años aguardó en compañía de dos amigos que el otro menor saliera de la escuela, para luego enfrentarlo e insultarlo. Tras ello, tomó una botella partida y lo atacó, hiriéndolo en el cuello.

En cuestión de minutos, la policía llegó al lugar y aprehendió al agresor. También demoró a sus dos amigos, quienes finalmente no fueron imputados. En tanto, a la víctima la trasladaron rápidamente al Hospital Privado de Comunidad (HPC), donde los médicos constataron que había sido herido y le realizaron las curaciones necesarias.

Al cierre de esta edición, el menor permanecía internado en observación, aunque trascendió que estaba fuera de peligro y que recibiría el alta en las primeras horas de hoy. "Si lo llegaban a cortar en la yugular estábamos hablando de un chico muerto", dijo anoche un informante en diálogo con este medio.

Luego de ser aprehendido, el agresor quedó a disposición del fiscal Russo, quien confirmó que no tenía antecedentes delictivos. Por esa razón, sumada a que las lesiones fueron leves, el investigador ordenó que recuperara la libertad, aunque seguirá procesado por el hecho.