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19-11-2014

Chef argentino competirá en famoso mundial de gastronomía en Francia

Emiliano Schobert (40) es porteño pero estudió en Córdoba y vive en Bariloche. En enero viajará a Lyon con un sueño: ganar el Bocuse d'Or, conocido como "los juegos olímpicos culinarios".

Emiliano Schobert (40) está ansioso y a la vez entusiasmado. Ya hace un par de meses que se sabe ante la cita de su vida profesional: desde que empezó su carrera de chef apuntó al Bocuse d'Or, el reconocido mundial de gastronomía que se desarrolla cada dos años en Francia, y del que el próximo enero participará como representante de la Argentina.

Recientemente, y durante una presentación en la bodega mendocina Terrazas de Los Andes -una de las empresas que apoya su cruzada- Schobert dialogó con LA CAPITAL y se entusiasmó con ganar el concurso que se conoce como "los juegos olímpicos culinarios". "Sé que no voy a pasar inadvertido", aseguró.

Descendiente de inmigrantes austríacos e italianos, Emiliano Schobert nació en la ciudad de Buenos Aires, pero estudió gastronomía en Córdoba y luego se estableció en Bariloche junto a su esposa. También se recibió de maestro escolar y pensó, en algún momento, en ejercer esa carrera en establecimientos rurales. Pero la necesidad de conseguir dinero para llevar casa con la llegada de sus tres hijos lo hizo dedicarse a lo que más sabe: cocinar.

Sin embargo, los caminos de la vida lo depositaron en la cumbre de su actividad cuando este año, y tras haber obtenido el segundo puesto en 2011, ganó la preselección nacional del Bocuse d'Or, el concurso internacional de gastronomía que se realiza en Lyon, y cuyo nombre es un homenaje al famoso chef Paul Bocuse.

"En mi objetivo hay algo de superación personal y ego. Llevar lo que yo aprendí a hacer a Francia, a Lyon, que es la meca, y tal vez ganar es lo más importante que me pasó", contó Schobert y, con la mira en Europa, agregó: "Para mí Francia es la meca de la cocina y no tengo un plan para después, tengo un plan para ahora y no me puedo sacar el foco".

Si bien el chef porteño es consciente de que está ante la gran posibilidad de su carrera como cocinero -es el quinto argentino que lo logra-, actúa de manera prudente porque no desconoce que competirá contra los mejores, que además tienen apoyo económico de todo tipo. "Estados Unidos tiene un presupuesto de tres millones de dólares en logística e indumentaria. Pero me empecé a sentir ganador y creo que la única desventaja que tengo es tiempo. En recursos creo que podemos adaptarnos", explicó Schobert.

Los inicios

Actualmente, y por estar radicado en Bariloche, el chef argentino ha incursionado en la cocina patagónica. "Voy descubriendo qué es la comida de ese lugar y aporto mi granito de arena. Como cocinero le debo todo a la Patagonia. Está la posibilidad de crear todo el tiempo porque una receta no es más que la consecuencia de un accidente o una casualidad", explicó al ser consultado por este medio.

Al respecto, Schobert se refirió a sus inicios y contó que es descendiente de autríacos e italianos. "En mi casa había una cultura culinaria influenciada por los inmigrantes, muchos conservaron su cultura a través de la cocina porque en la cocina hay una especie de hábito. Tener un plato en la mesa es una forma de seguir perteneciendo y eso se empieza a transmitir", remarcó.

Para mejorar su desempeño, de cara al mundial, Schobert entrena. Suena extraño, pero el entrenamiento consiste en "cocinar, cocinar y cocinar". "Es como cualquier entrenamiento: a veces rotás, a veces prendés el reloj, a veces no. Nosotros lo hacemos con música muy fuerte, para encontrar concentración en esa situación. Hacés un puré 10, 20 o 200 veces y cada vez te va a salir mejor", describió en la charla con este matutino.

El evento consta de un reglamento y, como está de moda, es tipo "reality". Es decir que, antes de comenzar la competencia, los participantes y sus asistentes deben conseguir los ingredientes para cocinar dos platos, "uno de carne y otro de pescado", que luego de cinco horas serán evaluados por dos equipos de 12 jurados cada uno. "El que prueba el pescado no prueba la carne, que será en este caso de gallina de Guinea. Cuando me dicen: 'Arrancá', es mi momento", sostuvo.

La cocina marplatense

Schobert reconoce que Mar del Plata ha sido uno de los "semilleros" de la cocina argentina reciente. "Hay dos escuelas de hotelería y gastronomía que largaron camadas de cocineros muy apasionados y con buena técnica, como Mauro Trinaroli, que va a ser el próximo candidato al 'Bocuse' y está atrás de esto hace siete años. Me acompañó a México y ahora me va a acompañar a Francia", relató.