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23-11-2014

El bienestar social se presenta con "desigualdades" en Argentina

Este tipo de diagnóstico, más abarcativo que los que han tratado hasta ahora de dar respuestas a similares preguntas, deja a la luz las debilidades sobre las cuales las políticas públicas debieran hacer foco.

por Eugenio Actis Di Pasquale (*)

¿Qué es el bienestar, cómo medirlo, cómo diferenciar déficits de bienestar?, estas y otras preguntas me motivaron, como docente e investigador del Grupo Estudios del Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (UNMdP), a profundizar en diversas perspectivas teóricas y finalmente construir un Índice de Bienestar Social que combina dimensiones como la salud, seguridad ciudadana, nivel educativo, trabajo decente, condiciones habitacionales y condiciones familiares, lo que permiten dar cuenta de la situación heterogénea en la que se encuentra la población argentina . Este tipo de diagnóstico, más abarcativo que los que han tratado hasta ahora de dar respuestas a similares preguntas, deja a la luz las debilidades sobre las cuáles las políticas públicas debieran hacer foco.

En los últimos 25 años se ha multiplicado el número de propuestas para medir el bienestar social de la población. La más reconocida a nivel mundial es el Índice de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (IDH-PNUD). Sin embargo, es la más criticada en numerosos aspectos, como por ejemplo por no incluir todas las dimensiones que conforman el concepto a medir.

La propuesta generada no sólo consigue integrar componentes como la salud, nivel educativo e ingresos sino también seguridad ciudadana, trabajo decente y condiciones habitacionales. Asimismo, permite realizar mediciones que tienen en cuenta la distribución del bienestar entre la población y por consiguiente dar cuenta de cómo afecta la desigualdad en cada una de esas dimensiones al nivel de bienestar social. Por último, además de conseguir un ranking de ciudades, el valor del índice obtenido, refleja el verdadero nivel de bienestar social de esa ciudad, que puede ser comparable a través del tiempo.

Lo interesante de esta investigación es que hemos desarrollado una metodología alternativa y superadora a la que es utilizada por otros índices que miden el Bienestar Social (por ejemplo la del IDH). En nuestra propuesta la escala de valores se corresponde con una medida de nivel de bienestar en cada una de las dimensiones. Esa escala surge de una combinación entre estudios específicos previos, estándares y recomendaciones de organismos nacionales e internacionales, la legislación nacional, y lo más importante, entrevistas a expertos e informantes calificados.

El índice obtenido está comprendido en un rango entre 0 y 1 (cuanto más se aproxima a 1, mayor es el nivel de bienestar social). La novedad es que los índices de cada dimensión presentan escalas equiparables en todo el rango, una vez que se fijan las correspondencias al nivel de 0,40 y 0,70.

En la simulación realizada, los territorios urbanos como Ushuaia y Río Gallegos presentan los mayores valores (alrededor de 0,80). Mar del Plata (0,70) se encuentra en un segundo grupo junto con La Plata, Bahía Blanca y Río Cuarto entre otros. En los valores más bajos (menores a 0,60) se ubican la mayor parte de las ciudades que pertenecen a las regiones del Noreste y Noroeste Argentino. La potencialidad del método desarrollado es muy grande, dado que posibilita la evaluación y diagnóstico de uno de los principales objetivos de política pública de todas las naciones del mundo.

En el Grupo Estudios del Trabajo se vienen realizando propuestas sobre indicadores aplicados en la temática desde sus inicios, siendo una de las más trascendentes la incluida en el libro Objetivos de Desarrollo del Milenio. Situación del Partido de General Pueyrredon con relación a las metas 2015, que forma parte de un proyecto global del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que plantea la necesidad de impulsar proyectos de elaboración de informes locales.