Recorren, pasean, se toman un café, se guardan algunos pesos para ir al teatro y salen a cenar en familia. Pero se cuidan de no hacer grandes gastos extras, como comprarse un vestido o un pantalón. En los comercios de indumentaria reconocen que llegó a Mar del Plata una mayor cantidad de turistas que el año pasado, pero les ponen el mote de "gasoleros" a la hora de definirlos.

"Hay mucha gente mirando. Buscan precios, dan una vuelta. Pero no notamos que la gente que vino esté dispuesta a gastar", resume Paula Cayrol, de Peuque, un comercio ubicado en Rivadavia entre Yrigoyen y Mitre que sólo vende ropa de mujer. "Con respecto a otros veranos, la situación está igual. No hay diferencias", agrega.

No todas las jornadas son iguales. El caudal de ventas baja los días de semana y repunta los sábados y domingos. "No estamos teniendo un gran movimiento en la semana", asegura Florencia Pravia, de Express.

Tampoco es lo mismo un día nublado, que da más ánimo para salir a caminar, que uno soleado, en el que la playa se convierte en destino excluyente. "Esperamos que esté nublado porque es ahí cuando la gente más sale a comprar", dice Pravia. Según Cayrol, el tiempo ayudó porque "hubo muchos días feos".

Pravia pensaba que en el verano iba a vender un poco más: "Pero realmente lo veo tranquilo. Hay gente, pero no tiene plata. Se han dedicado más a pasarla bien, en el sentido de comer bien y disfrutar excursiones y todo, pero lo que es ropa lo han dejado en un segundo plano". A su entender, "en este rubro no se nota tanto la cantidad de gente". Cree que la ropa es "un lujo" que podrían darse los turistas antes de volver a sus destinos "si les quedó algo" de plata en los bolsillos.

En la UCIP (Unión del Comercio, la Industria y la Producción) reconocen que no se vende igual un fin de semana que de lunes a miércoles. Con todo, estiman que el porcentaje de ventas en enero en los distintos rubros crecerá con respecto al mismo mes del año pasado.

"La proyección para el mes de enero es que las ventas van a ser mayores que el año pasado", aseguró a LA CAPITAL Raúl Lamacchia, titular de la UCIP y de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires. El dirigente remarcó el fuerte incremento en las ventas durante las fiestas de fin de año, y dijo que ese nivel "se mantuvo hasta el 10 de enero".

Para sostener las ventas, los comercios promocionan descuentos de hasta 50 por ciento y ya empezaron con las liquidaciones. "Cuando bajamos los precios tenemos más ventas. Con los precios normales es más difícil", comenta Cayrol, y cuenta que en su comercio hasta el 12 de enero ofrecieron descuentos importantes.

Las inscripciones y los carteles de las vidrieras lo dicen todo: "Sale hasta 50% menos"; "6 cuotas sin interés con todas las tarjetas"; "Rebajas", "Liquidación de verano"; "-50% segunda unidad".

"Eso es lo que mueve", explica Pravia. En su comercio, comprando dos prendas se puede pagar entre 20 y 30 pesos menos. También están las promociones de las tarjetas de crédito y el plan Ahora 12, impulsado por el gobierno nacional, que ofrece 12 cuotas sin interés de jueves a domingos.

"La gente vino más gasolera. Llegaron con lo justo: para comer unos sanguchitos e irse a la playa. No tanto para gastar en marcas importantes", observa Victoria González, que atiende el local de Kevingston Mujer en el Shopping Los Gallegos. "En la calle hay más movimiento. Pero salen a pasear, no a gastar. La ropa no es primordial. Si vienen a comprarse algo acá es para darse un gusto o llevar un regalo", agrega.

Comerciantes de Güemes y Juan B.Justo tampoco notan grandes diferencias con el año pasado, pese a que el caudal de público es mayor: desde el 1 de diciembre hasta el 13 de enero llegaron a la ciudad 1.362.000 viajeros, según informó el Ente Municipal de Turismo (Emtur). Se trata de la cifra más alta desde que el organismo comenzó a hacer estadísticas, en 1993.

En otros puntos de la ciudad, el verano se siente menos. Como en la comercial calle San Juan, donde la cercanía con la estación ferroautomotora no parece influir en el nivel de ventas. "No se siente el ritmo de verano. Está todo muy tranqui", cuenta Soledad Pavacich, de Buscada, dedicada a la indumentaria femenina. A su juicio, ni siquiera fueron buenas las ventas de Navidad. "Disminuyeron entre un 25 y un 30 por ciento", lamenta.

"Enero va tranquilo", grafica Jonathan Juárez, de Natal, que vende artículos y ropa para practicar surf. De todos modos, considera que la mayor cantidad de turistas "repercute bastante en las ventas". "A diferencia del año pasado hay un aumento en el porcentaje de turistas. El año pasado no había tanta gente en enero por San Juan. Ahora se está haciendo conocida la calle", celebra.

Para Bruno Mennilli, de un local de venta de ropa para hombres, después de los primeros 15 días de enero "se calmó bastante" el movimiento. "La gente pasa pero no entra", describe.