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25-01-2015

"Queremos tener reales lectores, no sólo consumidores de libros"

El escritor Oche Califa le contó a LA CAPITAL cómo será su gestión al frente de la organización de la Feria del Libro de Buenos Aires. Además, resaltó las ferias de Mar del Plata y el Festival Azabache de literatura negra.

El escritor de literatura infantil, Oche Califa, integra la Fundación El Libro que organiza la Feria del Libro de Buenos Aires desde hace 14 años. Pero 2015 representará para él un quiebre: acaba de ser elegido, entre 2000 postulantes, como nuevo director del evento.

De vacaciones en Mar del Plata, ciudad que visita en cualquier momento del año, dio una entrevista a LA CAPITAL en la que contó cuáles serán los objetivos de su gestión.

-¿Cuál es su sensación a pocos días de haber sido elegido como nuevo director de semejante evento como es la Feria del Libro de Buenos Aires?

- Estoy muy contento. Quiero dedicarme en una etapa prolongada a continuar un trabajo de mejoramiento, de búsqueda de nuevas resoluciones, a la promoción del libro y de la lectura.

-¿Cómo lo van a hacer? ¿Hay chances de promocionar la feria en el interior del país y ofrecer posibilidades a los que no pueden viajar a Buenos Aires?

-Vamos a tratar de coordinar una red de ferias. En el interior que han crecido mucho y sabemos que podemos ayudar y nos pueden ayudar a nosotros. No sólo ferias. En Mar del Plata está el caso de Azabache, que no es una feria, pero es un acontecimiento que motiva la construcción de un lector.

-También hay una feria del libro que ha crecido mucho y una feria infantil...

-Yo veo con mucha satisfacción que Mar del Plata ha sostenido una feria infantil en vacaciones de invierno y que es algo que ciudades del porte de Mar del Plata debieran tener en todo el país. Lo que sucede tanto con las ferias como con cualquiera de esos acontecimientos como el Festival Azabache o el Festival Internacional de Poesía en Rosario es que son tareas de construcción de un público.

-¿Ese el aporte que pueden hacer ustedes a los organizadores de ferias del interior del país?

-Sí. En eso tenemos experiencia porque nosotros no llegamos de la noche a la mañana a tener un millón de visitantes a la feria de Buenos Aires. Es un proceso lento. Hay que insistir, tener acciones acertadas y eso va llevando a que uno construye un público que espera ese momento y que, además, no sólo se convierte en ese momento en un consumidor de un libro, en alguien que ha comprado un libro, sino que se convierte en un lector que se constituye como tal a partir de eso. A nosotros eso nos importa muchísimo. No creemos que realizar ferias sea una acción para acicatear el consumo de un libro en esa oportunidad, sino que es la oportunidad para motivar la construcción de un lector.

-La construcción de lectores requiere trabajo con los más chicos... Pero según los especialistas, los chicos cada vez leen menos. Usted, que siempre ha hecho literatura infantil, ¿va llevar a cabo una política especial?

-Vamos a hacer algo especial por esa cosa de los aniversarios, la Feria Infantil que tenemos por delante es la edición número 25. Y es factible además que tengamos una sede nueva, es posible que vayamos a un sector de La Rural. La experiencia en Tecnópolis nos ha permitido reflexionar: es difícil pedirle a todo el público potencial entre Campana y La Plata que se traslade al centro.

-Habla de la experiencia de la feria infantil en Tecnópolis... En su momento se especuló con mudar la feria grande al mismo predio y eso trajo polémica. ¿Cuál va a ser su relación con los gobiernos nacional y de la ciudad de Buenos Aires?

-Los gobiernos tanto nacional como de la ciudad, e incluso los de las provincias que se presentan con sus stands en la feria grande, son para nosotros un apoyo muy importante, siempre muy estimado. Tenemos y mantenemos una tradicional buena relación, más allá del funcionario de ese momento. Fue un ofrecimiento lo de Tecnópolis, se evaluó y se consideró que era mejor permanecer en el radio de la Capital Federal y el predio de La Rural es un predio bueno y entonces nos mantuvimos ahí. Eso de ninguna manera resintió la relación con el Gobierno nacional.

-Pero la Fundación El Libro está compuesta por intelectuales y es lógico que tengan pensamientos e ideologías políticas disímiles. ¿Eso puede afectar la organización de las ferias?

-Es cierto. Somos una ONG, pero tampoco somos cualquiera ONG. Tenemos una constitución ecuménica porque todos los actores del libro, de la industria del libro, están representados en el consejo de la fundación. Hay editores, libreros, impresores, autores... Por supuesto que la política se cuela, es inevitable. Pero la función histórica es mantener una distancia razonable con las situaciones y las políticas del momento, y una buena relación con el gobierno que esté en ese momento.

-¿Es verdad que no usa celular? Se va a tener que comprar uno...

-Es verdad. Pero la Fundación me dio un celular... (risas).