El doctor Alejandro Pablo Vega presentó una demanda contra la red social Facebook y el buscador Google ante el Juzgado Civil y Comercial 10, con el objetivo de obtener "el inmediato bloqueo, cancelación y cierre definitivo" de una publicación realizada por un tercero en la web. Su defendido, un profesional de la salud oriundo de Mar del Plata, aseguró que la viralización de los dichos que allí figuran ocasionaron "perjuicios de difícil reparación ulterior al vulnerar la imagen profesional", según se detalla en la denuncia.

El conflicto se originó con una publicación realizada en la página de Facebook de la madre de una paciente del profesional. La mujer hizo referencia a una consulta realizada el 5 de diciembre por una patología que presentó su hija menor de edad. Allí la menor fue recetada con "hidróxido de potasio", producto que lograría resolver el inconveniente. De todas maneras, según detalló la mujer en página Facebook, lo recetado fue contraproducente para la menor y dedicó, en su muro individual, "palabras de desaprobación hacia la actitud profesional del médico".

No obstante, el doctor inició acciones legales para la eliminación de la publicación argumentando que "afectan su buen nombre y honor profesional , violan su derecho a la imagen y lo afectan patrimonialmente", y agrega que "su difusión masiva y arbitraria, le provoca injustos perjuicios". En lo que concierne a la resolución médica, la denuncia detalla que la adjudicación que se le realiza al doctor de una práctica profesional errónea: "debe dirimirse en otro ámbito y por las vías pertinentes" argumentando que su "difusión por redes sociales provoca daños irreparables, excediendo su divulgación el ejercicio regular de la libertad de expresión o del derecho de información, entrando en un terreno lindante con el abuso de derecho".

Esta denuncia se suma a las tantas que se le han realizado a los buscadores y redes sociales. La línea que separa los derechos de libertad de expresión y los derechos relacionados a la intimidad y el honor puede ser, en ocasiones, muy delgada, dando lugar estas serie de acciones legales.

En los últimos años se ha colocado en tela de juicio la responsabilidad de los motores de búsqueda en el contenido de las páginas web a las que direccionan. Las primeras en ir contra la web fueron las actrices y modelos publicitarias por haber descubierto que su imagen era vinculada con sitios de contenido erótico o de oferta de servicios sexuales.

El último caso que tomó relevancia en el país fue el de la modelo María Belén Rodríguez, cuya demanda contra Google llegó a la Corte Suprema de Justicia. Las audiencias fueron públicas y establecieron el debate en la sociedad. Finalmente, la Corte falló a favor del buscador sentando precedentes ante futuros casos similares.