El sindicato de trabajadores de la sanidad (ATSA) le pidió ayer al intendente Gustavo Pulti que analice la posibilidad de solicitar la expropiación forzosa del sanatorio Belgrano para resolver el conflicto que lo mantiene paralizado. En el gobierno municipal se mostraron dispuestos analizar "todas las alternativas", pero dieron a entender que antes de llegar a ese extremo deben buscarse otras opciones.

En una audiencia que mantuvieron las autoridades gremiales y trabajadores con funcionarios municipales, también se barajó la posibilidad de que el municipio acompañe un pedido de quiebra de la empresa que controla el sanatorio. "Son todas posibilidades, no tenemos nada concreto. Es un tema muy difícil. Mucho más difícil que el del Emhsa", graficó a LA CAPITAL la secretaria general del gremio, Laura Delpir. "En el Emhsa (que cerró sus puertas tras el pedido de quiebra de la propia prestadora del servicio) por lo menos va a haber una salida. Acá todavía no la vemos", diferenció.

Delpir detalló la propuesta que formuló el gremio: "Fuimos a pedirle al intendente la expropiación. Estudiamos la ley y vimos que tiene un procedimiento de urgencia, que es la expropiación forzosa". Agregó que el intendente, en principio, "se sorprendió mucho", pero que luego quedaron "en estudiarlo".

La expropiación forzosa es la transferencia no voluntaria de la propiedad de un bien mueble o inmueble, así como los derechos o intereses patrimoniales de un particular a la ordenación jurídica de la administración, siempre que medie el interés púbico y el pago de un justiprecio o indemnización.

En el oficialismo confirmaron a este diario que ATSA formuló el pedido, pero explicaron que el plan sanitario del municipio está basado en el mejoramiento de los centros de salud barriales y el funcionamiento del CEMA (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias).

Delpir admitió que se trata de un planteo "desesperado" ante la crítica situación que atraviesa el sanatorio Belgrano, que permanece abierto pero sin pacientes. "No se ha pagado lo adeudado. Se había dicho que un supuesto inversor iba a pagar el jueves pasado. Ese día se descompuso, y el viernes, cuando le dieron el alta, dijo que a las 13 les pagaba a los trabajadores. Después dijo a las 15 y después, a las 18. A esa hora mandó a decir que sería el sábado. Ese día dijeron que tenían voluntad política pero que hasta que no se resolviera el tema accionario no podían dar una respuesta", relató la secretaria de ATSA.

La última promesa fue que el pago se iba a efectuar esta semana. "Con voluntad política la gente no come? se quejó Delpir?. Hay compañeras que no tienen para comer". Reconoció que no sabe a ciencia cierta cuánto se les debe a los trabajadores: "Hay compañeras a las que les han ido pagando de a 5000, 3000 o 2000 pesos. Algunas dicen que les deben 30.000, otras dicen 15.000. Le pedí al accionista que calculara cuánto le debía al personal. Al día de hoy todavía estoy esperando la respuesta".

Delpir advirtió que el sanatorio está en estas condiciones por una "puja de poder" entre los accionistas. "Acá hay un problema interno y los trabajadores somos, como siempre, el jamón del sandwich", ilustró. "Si no se ponen de acuerdo los accionistas, podemos llegar al extremo de que la municipalidad, con la deuda que tiene (a favor), les pida la quiebra. De esa forma, trataríamos que surja alguien con capacidad económica que pueda hacer funcionar la clínica como corresponde", agregó.

El conflicto, explicó, enfrenta a Esteban Hanna, el accionista mayoritario del establecimiento, y los médicos. "Durante los 15 años que los médicos fueron los dueños, nunca se pagó en tiempo y forma. Hubo aguinaldos que se cobraron hasta en seis meses. Hace cuatro o cinco años ingresó Hanna como accionista mayoritario, y los trabajadores le pusieron un voto de confianza porque arregló bastante la clínica", historió Delpir.

"Pero Hanna hacía convenios con obras sociales y cuando los afiliados a esas obras sociales llegaban, los médicos les decían que no atendían esa obra social. Ahí salta a las claras que hay un problema interno. Los médicos boicoteaban ese tipo de cosas: nunca se pusieron de acuerdo, siempre se han peleado", acotó.

La titular de ATSA reveló que el intendente dijo que si tiene que pedir la quiebra del sanatorio "lo va a hacer". Aseguró que también se mostró dispuesto a refinanciar la deuda que la empresa mantiene con la municipalidad, como ya planteó para el caso del Emhsa. "El municipio está involucrado en este conflicto. Le importan las fuentes laborales y las camas para internación que se están perdiendo", dijeron en el oficialismo.

Delpir reconoció que el de la salud privada no es un asunto relacionado directamente con el intendente. "El municipio tiene el CEMA y los centros primarios de salud, que descomprimen el Hospital Regional. En principio, lo que corresponde es que de esta situación se hagan cargo los accionistas, no el Estado", definió.