Las nuevas embarcaciones del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) comenzaron a navegar la franja costera del mar Argentino para llevar adelante diferentes actividades científicas con el objetivo de recopilar información para los investigadores. A bordo de ?Bernie? y ?Willie?, los dos tracker adquiridos recientemente por el Instituto y que son operados por el Gabinete de Muestreo de Desembarque, integrantes del Gabinete de Hidroacústica realizaron pruebas con una ecosonda que utiliza un transductor acústico especial, que puede ser arriado hasta ubicarlo cerca del fondo marino, aumentando así las posibilidades de detección ecoica de los peces que se ubican muy próximos al fondo.

Los transductores son dispositivos que poseen las ecosondas, que permiten generar y detectar sonidos bajo el agua, convirtiendo la energía eléctrica en pulsos sonoros. Así, se envía una señal de sonido que viaja de manera vertical por la columna y cuyo eco generado en los recursos pesqueros y el fondo del mar es leído nuevamente por el transductor.

Bajo condiciones normales de operación, el transductor de una ecosonda se encuentra montado en el casco de la embarcación. Esta característica causa que muchos de los peces que se encuentran próximos al fondo marino no puedan ser detectados, pues el eco generado por ellos queda ?enmascarado? por el eco del fondo. Este efecto se denomina zona de no detección acústica sobre el fondo, más conocida por su acrónimo en inglés, ADZ (Acoustic Dead Zone). Como su nombre lo indica, los peces que se ubiquen muy próximos al fondo del mar estarán dentro de la ADZ y, por consiguiente, permanecerán ?ocultos? ante la ecosonda.

Los estudios sobre la ADZ son relevantes para las estimaciones acústicas de abundancia de recursos pesqueros, tales como las que realiza el Inidep con sus Buques de Investigación Pesquera.

La magnitud de la ADZ se incrementa exponencialmente con la distancia entre el transductor y el fondo marino y puede llegar a constituir una limitación muy seria, sobre todo cuando se trata de especies cuya distribución vertical está muy vinculada al fondo, como suele ocurrir con peces como la merluza común, entre otros.

Este tipo de transductores permite su utilización a grandes presiones hidrostáticas y por ello pueden sumergirse a grandes profundidades para ubicarlos cerca del fondo, logrando así una reducción sustancial de la ADZ. De esta forma, con una ecosonda se pueden detectar peces que están ubicados a solo unos pocos centímetros del fondo.

Las primeras pruebas del transductor, a bordo de la embarcación ?Willie? ratificaron sus excelentes características acústicas, permitiendo a los científicos familiarizarse con la operación de estos equipos y testear en el mar las maniobras de cubierta necesarias para su futura utilización a bordo de los Barcos de Investigación Pesquera.

"El comportamiento de las embarcaciones en navegación ha sido positivo, aun teniendo en cuenta que las condiciones del mar no fueron las ideales, ya que se navegó sobre una onda (mar de leva) cuya amplitud alcanzaba en ocasiones una altura de hasta 5 m" indicaron quienes estuvieron en las maniobras.

Los tracker recientemente adquiridos resultan muy aptos para este tipo de tareas. Sumado a su bajo costo de operación y a una logística de armado sencilla, estas embarcaciones resultan muy útiles para la realización de actividades de investigación en zonas costeras y que no requieran gran autonomía de navegación o la operación de grandes equipamientos.