Tuve la suerte de poder regresar a Mar del Plata después de un prolongado tiempo de no estar actuando allá, eso ocurrió en diciembre del año pasado y demás está decir que estar otra vez tocando en Mar del Plata y nada menos que en la Sala Piazzolla del Auditorium fue algo muy fuerte. Me acuerdo absolutamente la primera vez que toqué en ese teatro, estaba realmente nuevo, lo primero que me acuerdo fue que lo vi y me morí, aquel show fue un gran concierto. Algo parecido me sucedió a principios de 2014 cuando estuvimos tocando ahí con mis músicos, el que más se acordaba del lugar era el ?Negro? Colombres, baterista que me ha acompañado en muchísimas de mis estadías en la costa.

Cada vez que surge la posibilidad de volver a Mar del Plata me parece genial, es una ciudad en la que también estuve con Pescado Rabioso y con Polifemo, me gusta Mar del Plata en sí, toda entera, por más que haya algunas cosas que me llaman más la atención del lugar que otras, obviamente.

Mi manager conoce bastante Mar del Plata, porque lleva a cargo esa misma labor con Marcela Morelo y ha estado visitando la localidad más seguido que yo, siempre me cuenta de los cambios y las cosas lindas que se pueden encontrar en este lugar. Toda la ciudad tiene cosas muy lindas, una que me acuerdo tiene que ver con las disquerías que había por distintas partes del centro, me acuerdo mucho una vez que estuvimos allí con Rinaldo Rafanelli esperando a comprar un álbum de los Beatles, estuvimos sentados en la puerta de un local hasta que abrieron para escucharlo en el Winco, escucharlo en stéreo, yo sigo teniendo el mismo amor por los discos, pero salieron los aparatos nuevos y como con el tiempo eso se fue perdiendo en distintas casas, les debe haber pasado a muchos que en su momento compraban vinilos en los alucinantes locales que tenía Mar del Plata.

Lo primero al evocar otros tiempos son naturalmente los conciertos en el Provincial, eso de tocar en salas muy grandes con techos muy altos y con una acústica increíble, pero casi indudablemente uno de los teatros que más recuerdo y donde hoy ya no se hacen más shows es el Opera, que está en la calle Independencia y que ahora fue desclasificado para estos espectáculos artísticos. Ahí estuvimos algunas veces con Serú Girán, nos divertíamos en cada visita mucho revisando los camarines, porque era la época en que tocábamos los días lunes. Como en esa sala había alguna pieza teatral o revista, quedaban muchas cosas allá en los camarines que no se habilitaban para los conciertos, una vez me acuerdo bien que Pedro se puso un antifaz para los bises en 1982, era la época en que el grupo estaba casi a punto de clausurar su actividad porque Pedro se iba con Pat Metheny. Más allá de eso, no caben dudas que Pedro ama Serú, siempre lo amó y nos amó a nosotros, el tipo tuvo muy buenos compañeros, no quiero decir que estábamos adelantados en el tiempo, hubo un momento donde fue muy complicado todo, nos costó mucho y el flaco Charly tuvo que escribir ciertas letras, eran letras encriptadas como para que no nos reboten. Lo mío no era la realidad sino el amor, yo aprendí mucho ahí, todos aprendimos, nosotros éramos muy unidos, eso lo percibió la gente en Mar del Plata cada vez que salíamos del teatro y todos nos venían a saludar.