Durante la ceremonia de apertura del nuevo período de sesiones ordinarias los concejales podrían decidir mañana no convalidar la continuidad de la Unión Cívica Radical en la presidencia del Concejo Deliberante. Por esa razón es muy probable que al momento de cumplir con el trámite de elección de las nuevas autoridades, terminen designando en el cargo a un representante de alguna otra fuerza política, abandonando así la "tradición" de confiarle esa tarea el partido ganador de las últimas elecciones.

Cuatro de los cinco bloques que componen el cuerpo ya llegaron a una conclusión en común: "La UCR no inspira confianza para seguir conduciendo el cuerpo", le indicaron a LA CAPITAL miembros de distintas bancadas que, en todos los casos, confirmaron no estar dispuestos a renovar el breve mandato del actual presidente Nicolás Maiorano ni a acompañar la nominación de algún otro radical.

"Decisión tomada"

La intención de desplazar a la UCR de la presidencia del Concejo aparecía hasta ayer como una "decisión tomada" ante la cual sólo restaba alcanzar un nuevo acuerdo no menos complejo: consensuar la postulación de un candidato de algún otro signo político.

Ante este dilema, las miradas se dirigían hacia los bloques del Frente Renovador y el Frente para la Victoria, donde existe más de un candidato con chances de acceder al cargo. En el massismo el más mencionado es Lucas Fiorini, mientras que en el kircnerismo fueron deslizados los nombres de Verónica Beresiarte, Daniel Rodríguez y Fernando Maraude.

Si bien parece que todos podrían conseguir los votos para llegar a la presidencia, por estas horas se busca garantizar que quien sea elegido obtenga el mayor consenso posible, dado que seguramente esta decisión no dejará en reposo al radicalismo.