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01-04-2015

La jornada en la ciudad, marcada por el paro y las manifestaciones

La medida de fuerza se sintió en distintos puntos de Mar del Plata. Los bancos no abrieron, los colectivos no circularon y las bolsas de basura se acumularon en las calles. La medida de fuerza afectó el funcionamiento de las escuelas y la actividad del puerto.

No fue una jornada habitual, pero tampoco se pareció a un domingo. Esa puede ser una de las conclusiones sobre cómo impactó el paro nacional de ayer en Mar del Plata, donde la parálisis fue total en el transporte de colectivos de corta y larga distancia, la recolección de residuos y los bancos, hubo escasa asistencia de alumnos a las escuelas y los comercios ?excepto los del rubro gastronómico? abrieron con normalidad.

La jornada tuvo otra particularidad: agrupaciones de izquierda aprovecharon el reclamo de los gremios por la eliminación o la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias para dar a conocer sus consignas contra el trabajo en negro, la desocupación, los despidos y las suspensiones de personal. Por eso hubo cortes parciales de calle en distintos puntos de la ciudad, como en Luro e Yrigoyen ?frente a la Municipalidad? y sobre el acceso al Hospital Interzonal. En este caso, la manifestación también reclamó la declaración de la emergencia sanitaria ante el "colapso" de la atención pública.

El primer síntoma de que no era un día más lo dieron las bolsas de residuos amontonadas en las calles. Es que, pese a que se anunció que no iba a ver recolección, muchos igual sacaron los residuos a la calle.

El transporte tuvo distintas caras. Mientras los andenes de la estación de micros estuvieron completamente vacíos y los colectivos de línea no circularon por las calles, una buena cantidad de taxistas trabajó. "Los que no lo hicieron fue por miedo", dijo a LA CAPITAL un chofer a las puertas de la ferroautomotora, donde esperaba en vano que se subiera a su auto algún pasajero. "Yo salí a laburar porque el dueño quería que saliera", agregó.

Aunque la mayoría de los docentes asistió a sus lugares de trabajo, las escuelas estuvieron entre las instituciones más afectadas por la medida de fuerza. Los alumnos, impedidos de trasladarse en colectivos, asistieron a cuentagotas. Incidió otro dato: los establecimientos habían avisado que no contarían la inasistencia.

La Escuela N° 59 Florentino Ameghino, ubicada en Luro y Angelelli, directamente no abrió: la puerta estaba cerrada con candado. La N° 1 Pascuala Mugaburu tenía la puerta principal abierta, pero adentro no se divisaban alumnos. En las escuelas privadas, la inactividad también se sintió. "Vino aproximadamente el 30 por ciento de los alumnos de la primaria y el 10 por ciento de la secundaria", contaron en el Colegio Don Bosco. "Los docentes vinieron todos", aclararon. Al Alberto Schweitzer, por su parte, sólo asistieron cuatro estudiantes secundarios. "No hay clases porque no hay transporte. Los padres directamente no envían a sus hijos a las escuelas", dijo una maestra a este diario.

En las estaciones de servicio la jornada se asemejaba a la de cualquier otro día de semana. Aunque por la mañana desde el Sindicato de Camioneros dijeron que iban a apostarse en las rutas de acceso a la ciudad para verificar el cumplimiento por parte de los trabajadores del sector, en la entrada a la ciudad por la ruta 226 los camiones circulaban normalmente.

En la puerta del Hospital Interzonal un cartel advertía: "Paro ATE CTA". En la guardia, sin embargo, no había más quejas que en un día convencional. "Nos han atendido", coincidieron cuatro mujeres. Y afuera del nosocomio la agrupación de izquierda Votamos Luchar se manifestó en contra del empleo en negro y la inflación y en reclamo de un "aumento de salario ya". Por su parte, el Frente en Lucha por la Salud solicitó la urgente designación de médicos y la provisión de insumos en los hospitales y los centros de salud.

En el ingreso de las confiterías La Fonte D'Oro también había un cartel: "Informamos a nuestros clientes que nuestros locales se verán afectados el día martes 31/3 por las medidas de fuerza de público conocimiento que impedirán nuestra atención en los horarios habituales. Le agradecemos su comprensión a la situación". Eran las 11.30 y en el local de la Peatonal San Martín no había ni trabajadores ni clientes.

"Hoy abrimos", avisó en cambio un empleado de un restaurante de calle Belgrano. "Esto enfría aún más la economía. Y los impuestos a fin de mes los tenemos que pagar igual", dijo en tono de queja el dueño de otro local gastronómico del centro. La situación fue diametralmente opuesta en los comercios de otros rubros, que abrieron como cualquier otro día.

En los bancos, como se había anunciado desde la Asociación Bancaria, la inactividad fue total. Lo mismo que en buena parte de los organismos públicos dependientes de la municipalidad y la provincia. En el puerto, la medida de fuerza impactó sobre todo en los muelles porque no salían los barcos pesqueros.