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02-04-2015

Ariel Ciano vuelve a ejercer como presidente del Concejo Deliberante

Sucede a Nicolás Maiorano, al que no le alcanzaron los votos para continuar en el cargo. El radicalismo habló de un "golpe institucional". El oficialismo consideró que obstruía el tratamiento de ordenanzas clave.

En una jornada política caliente, Ariel Ciano (Acción Marplatense) se convirtió ayer nuevamente en el presidente del Concejo Deliberante, tras obtener el respaldo de su bloque y el del Frente para la Victoria. En cambio, al radicalismo no le alcanzaron los votos para sostener en el cargo a Nicolás Maiorano.

Así, en menos de un año la UCR fue desplazada dos veces del sillón máximo del cuerpo deliberativo local, después de la remoción en octubre de Vilma Baragiola. En el bloque del centenario partido calificaron la decisión como un "golpe institucional" y cuestionaron que no se respetara la costumbre de que el presidente del Concejo fuera del partido ganador de las últimas elecciones, es decir, del propio radicalismo.

La votación fue ajustada: 10 concejales votaron por Ciano, que ya había sido titular del cuerpo entre 2011 y 2013, y 9 por Maiorano, que además del respaldo de su bloque obtuvo el de Agrupación Atlántica, el partido de Carlos Arroyo. El Frente Renovador, por su parte, se abstuvo, lo que facilitó la elección de Ciano.

"Estamos en una etapa de transición. En los próximos meses la ciudadanía va a definir las autoridades que van a estar a cargo desde el 10 de diciembre. Uno de los roles del Concejo Deliberante es estar más allá del proceso electoral buscando consensos, acuerdos y aquello que permita seguir legislando", dijo Héctor Rosso (Acción Marplatense) cuando comenzó a explicar por qué su bancada no avalaba que Maiorano siguiera presidiendo el Concejo.

Aseguró que "lamentablemente en los últimos 16 meses" el Concejo "no atravesó esas circunstancias", y acusó a las autoridades radicales de no acompañar "proyectos importantes", como los de la Policía Local y el presupuesto. "Lejos estaba el Concejo de buscar el diálogo y el consenso, sino que por el contrario era uno de los principales obstáculos", lanzó.

Rosso negó que haya sido "una tradición" la elección de presidentes del Concejo pertenecientes a partidos ganadores de las últimas elecciones. "Eran costumbres legislativas que imperaron en algún momento, como en otra etapa tenía que ver con las mayorías del Concejo", deslizó. Y enseguida agregó: "Lo que importa son los consensos".

Mencionó que el titular del cuerpo legislativo "no es una figura más" porque su rol es el de buscar acuerdos con los demás bloques legislativos para la aprobación de las ordenanzas.

Rosso pidió transitar de acá a las elecciones de octubre "de la forma más equilibrada posible" para que el intendente y la municipalidad puedan "seguir trabajando en el día a día de las cuestiones que interesan a los marplatenses". Y apuntó que "la mayoría opositora" va a "seguir controlando al gobierno municipal y al presidente del Concejo". De hecho, la vicepresidencia primera corresponderá al Frente para la Victoria y la segunda, a la Agrupación Atlántica, que logró imponer a José Cano.

La radical Cristina Coria consideró "inédito" que "no se respete lo que durante décadas ha funcionado tan bien", en relación con la costumbre de otorgarle la presidencia al último partido en imponerse en las elecciones. "No se manifiesta el verdadero propósito de este acto de rapiñaje político de bajo vuelo para conseguir nada más y nada menos que el voto número 13", disparó.

Su frase tiene una explicación: con los siete votos de Acción Marplatense y los cinco del Frente para la Victoria, el oficialismo llega a 12 sobre 24. Para ganar las votaciones, no podía contar con el voto doble del presidente radical. En cambio, ahora sí lo podrá hacer con Ciano al frente del legislativo.

"Hay que decir las cosas como son: siempre le ha molestado a Acción Marplatense que nuestro bloque haya sido el que obtuvo la mayor cantidad de votos, siempre tuvo la intención de que no presidiéramos este Concejo", atacó. Y recordó que el propio Pulti presidió el Concejo en años en que gobernaba el radicalismo (entre 2001 y 2003). "Porque no pretendíamos cambiar voluntades y obtener una mayoría automática".

Coria sostuvo que el oficialismo "confunde la gobernabilidad con la necesidad de que malos proyectos sean aprobados". Y aclaró: "Nuestro bloque no acompañó y no va a acompañar los proyectos malos, pero cuando son buenos y positivos para la ciudad trabajamos en ellos".

Según aseguró la radical, el intendente "quiere un presidente del Concejo sin carácter ni voluntad propia". Defendió, por lo tanto, el funcionamiento legislativo mientras Maiorano estuvo a cargo. "Funcionó, trabajó los proyectos, los discutió y muchas veces terminaron mejores de lo que llegaban del Ejecutivo porque la esencia de la democracia es el debate, el intercambio de ideas". También indicó que "las comisiones han funcionado no obstante los denodados esfuerzos del Ejecutivo para que esto no ocurriera".

"Esto es, internamente, un golpe institucional", advirtió, y deseó que el intendente de ahora en más se ponga "de una vez por todas a trabajar en los problemas cotidianos de los vecinos", que son "apaleados, robados y matados en las calles sin que se vea una estrategia" para combatir el delito. "Porque el verdadero problema es la falta de gestión del municipio, que necesita del Concejo subordinado para llevar adelante las malas políticas que está llevando a cabo", definió.

En Acción Marplatense no se quedaron callados: ahondaron en la desconfianza que generó el radicalismo en la presidencia del Concejo, primero por el video de Baragiola con la secretaria general del sindicato de Camioneros, en un supuesto pedido de "colaboraciones" para la campaña política, y luego por las "amenazas" que según el bloque le profirió Maiorano a Ciano en una sesión.