El intendente Gustavo Pulti elevó ayer un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante para emplazar un memorial en recuerdo de las víctimas del genocidio armenio frente al Museo de Arte Contemporáneo.

El anuncio lo hizo durante el acto central por los 100 años de la matanza de 1,5 millones de integrantes de la comunidad armenia por parte del Imperio Otomano, que Turquía aún no reconoce.

"Aquellos pueblos que no recuerdan lo que sucedió tienen riesgos de volver a cometer esos errores, que en estos casos son tragedias", dijo el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Ciano. "Hoy sólo 25 países reconocen el genocidio armenio. Gran parte de la comunidad internacional lo sigue negando, no sólo Turquía, donde es un delito hablar del genocidio armenio", lamentó.

Ciano recordó que, cuando algunos generales de Hitler dudaban de lo que se les mandaba a hacer, el führer les decía: "Miren lo que pasó con los armenios, que nadie se acuerda, que nadie los juzga, quédense tranquilos, pueden hacer lo que les estamos pidiendo".

Memoró que algunas familias tuvieron que emigrar a otros países y, en la Argentina, también debieron "sufrir en carne propia" a la dictadura cívico militar.

El concejal también alertó sobre la muerte de miles de africanos que intentan pasar en barcazas hacia Europa. "La solución tendría que ser la solidaridad y la fraternidad de aquellos que estamos en mejores condiciones para ayudar", destacó.

En ese marco, consideró un "ejercicio valiente" el reconocimiento que hizo el Papa Francisco del primer genocidio del siglo XX, y anheló que a partir de ahora "toda la comunidad internacional ponga las cosas en su lugar" para que "se respete la memoria" del pueblo armenio. Su par del bloque de Acción Marplatense Héctor Rosso, autor de la ordenanza que en 2008 fijó la fecha del 24 de abril para recordar en el Concejo Deliberante la barbarie contra los armenios, recordó que en el primer acto apenas había dos filas de personas en el recinto de sesiones. Y comparó esa escasez con el acto de ayer, en el que el recinto se vio colmado por estudiantes de distintas escuelas.

"Para empezar una reflexión sobre este tema lo primero que tenemos que excluir es la idea de los malos y los buenos. Hay una idea de confort posible en todas las comunidades, también en las que asesinan, reprimen, matan... hay un lugar de confort al decir 'lo están haciendo los otros, lo hicieron los otros, nosotros jamás haríamos eso'. Y ese lugar de confort es una de las maneras de la complicidad, porque el que es capaz de hacer esto es el ser humano. El ser humano de hoy, de ayer y de mañana tiene en sí mismo la posibilidad de la barbarie, la animalidad, la brutalidad, la humillación y la persecución", advirtió. Y dijo que el de los armenios "es un dolor que nos enseña, nos pone de pie y nos tiene que confraternizar".

"Para los armenios que vivimos en Mar del Plata y para todos los armenios que vivimos en la Argentina, la recordación del genocidio es una cuestión dolorosa", indicó el presidente del Asociación de Residentes Armenios de Mar del Plata, Avedis Sahakian.

"Especialmente para las últimas generaciones es un tema muy importante. No solamente la cuestión que atañe al dolor en sí mismo sino el hecho de que estamos inmersos en el país que ha cobijado a nuestros abuelos, padres, que les ha dado educación, salud, un lugar donde desarrollarse en los últimos 90 años", agregó.

Llegar al reconocimiento del genocidio "fue un camino muy difícil", consideró, pero dijo que en la ciudad los integrantes de la comunidad siempre se sintieron acompañados. Y recordó los aportes del ex presidente del Concejo Deliberante Mauricio Irigoin, de Fernando Rizzi (hoy defensor del pueblo) e incluso las participaciones en los actos de Pulti cuando era concejal.

Sahakian dijo que "el hito más importante" fue la ordenanza que fijó el acto anual del Concejo Deliberante, sobre todo para "realmente dar a conocer" lo que sucedió. "Los armenios en nuestra comunidad son muy pocos y el legado que podemos dar es el conocimiento de cómo fueron estas cosas para que nunca más vuelvan a ocurrir", añadió.

"¿Por qué estudiamos este suceso?", se preguntó la docente María Ochipinti. "Porque podemos prevenir que vuelva a ocurrir y todos tenemos algo por hacer en ese sentido. Por ejemplo, ahora intentando lograr que Turquía lo reconozca y sepamos un hecho desde la verdad y no a través de una versión oficial que, encima, oculta y tergiversa una realidad dolorosa", se respondió.