por Luciana Mateo

LA PLATA (Corresponsal).- Ana -empleada, 28 años- tiene problemas para dormir desde hace varios meses. Luego de una consulta de 5 minutos con un médico de una clínica privada de La Plata se retira con una receta para comprar ansiolíticos.

Manuel -20 años- tiene mucho miedo a rendir los exámenes de la facultad; entonces una tía le da un comprimido para calmar los nervios?.

El aumento en el consumo de pastillas compuestas por sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central -llamados psicofármacos- es palpable y los números oficiales preocupan a los especialistas: según datos de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) en nuestro país entre 2004 y 2012 el consumo de psicofármacos aumentó un 25%.

El clonazepam -un antiepiléptico recetado también para el tratamiento de ataques de pánico y ansiedad- fue el principio activo que más subió: durante ese período su consumo creció un 105,9%.

Tranquilizantes, antidepresivos, antipsicóticos, hipnóticos y sedantes? Dicen los profesionales que bien empleados pueden tratar varias patologías y mejorar la calidad de vida.

El problema es que su consumo está tan naturalizado que incluso se usan para calmar los nervios que generan un viaje en avión o un examen.

Y que además circulan sin receta.

Analizando las posibles causas de esta medicalización, Laura Raccagni -coordinadora del Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la COFA- sostiene que "por un lado, existe la demanda del paciente al médico, y también a veces el médico utiliza la prescripción como una manera de cortar la consulta".

"Por otro lado agrega a LA CAPITAL- hay una presión social para estar siempre bien. No nos podemos dar el lujo de estar tristes, de hacer el duelo si tenemos una pérdida; hay una sociedad que presiona para que uno siempre esté pum? para arriba".

Carlos Sanguinetti -subsecretario de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires-, coincide en que "esto tiene que ver con una medicalización de la vida cotidiana: para todo debe existir la pastilla que te permita sentirte mejor, más joven, no estar estresado".

El funcionario bonaerense asegura a este diario que hoy en día existen remedios para todo.

"Hay cuestiones que son absolutamente naturales como la tristeza después de las vacaciones y ahora se lo denomina síndrome posvacacional? y se prescribe una medicación para eso", dice.

Un millón y medio de cajas

En la provincia de Buenos Aires los únicos establecimientos habilitados para vender remedios son las farmacias.

En el caso de los psicofármacos, además, el paciente debe presentar una doble receta: la blanca habitual más otra de color rosa.

Desde el Colegio de Farmacéuticos provincial realizan permanentemente controles para detectar tanto las prescripciones como la venta ilegal, ya que hay medicamentos que se comercializan por otros canales, como por ejemplo en Internet.

Así y todo, para Sanguinetti, "puede que el psicofármaco salga del mercado ilegal, pero creemos que no es el mercado más importante".

El funcionario apuntó más bien a la falta de control por parte de los médicos en la emisión de recetas muchas veces las repiten sin revisar al paciente o directamente las confecciona una secretaria- y a la laxitud de algunas farmacias en los requerimientos para la venta del medicamento.

"En la Provincia tenemos en circulación un millón y medio de cajitas de clonazepam por mes", dice Sanguinetti. Y agrega: "tendríamos que tener una sociedad absolutamente enloquecida para tener ese consumo".

Alejandro Cristaldi -secretario de Salud de General Pueyrredon- concuerda en que "cuando hay un paciente medicado con un psicofármaco, el médico tiene que ver cada 3 o 4 meses si es necesario que lo siga tomando".

No se considera una droga

Gloria jubilada, 68 años- mantiene una cruzada contra las drogas ilegales, pero cada noche desde hace una década se toma una pastilla para dormir.

"A veces nos enfocamos en drogas como pueden ser la cocaína y la marihuana y no nos damos cuenta de que hay drogas que se consiguen en las farmacias y son drogas de abuso cuando se usan mal", sostiene Laura Raccagni.

Las benzodiacepinas una de las cuales es el clonazepam- son tan populares que incluso hace unas semanas la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nombró a una reconocida marca comercial durante una cadena nacional.

Y, como todas las drogas, tienen efectos secundarios y contraindicaciones: "pueden generar adicción y por eso deberían ser usadas por períodos breves", cuentan los especialistas.

"En personas de la tercera edad, además, los psicofármacos causan mucho más daño que la dependencia", explica Cristaldi a LA CAPITAL.

"Si una persona tiene problemas circulatorios y toma ansiolíticos a la noche, tiene mucho más riesgo de caídas porque esa droga altera la conciencia y puede ocasionarle trastornos en el equilibrio", advierte finalmente el secretario de Salud marplatense.

Mezclados con alcohol

Según datos de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la Provincia (SADA), el consumo de psicofármacos no está entre las primeras sustancias que motivan el inicio de un tratamiento: sólo el 3,5% de quienes acuden a un centro bonaerense para tratar una adicción argumenta no poder controlar la utilización de pastillas.

"Cuando consultan, lo hacen en realidad por sustancias como la cocaína, pero cuando uno comienza a indagar aparece como sustancia de inicio la marihuana y, al seguir conversando, dicen que han consumido alcohol asociado a psicofármacos", cuenta Carlos Sanguinetti, subsecretario de Atención a las Adicciones.

La combinación de pastillas con alcohol un combo muy presente en quienes participan en hechos delictivos- es también el segundo motivo de consulta por intoxicaciones en la provincia y se manifiesta con mucha fuerza en la costa atlántica durante las vacaciones de verano.

Cifras oficiales

· En todo el país, el mercado farmacéutico aumentó un 75,05% -en unidades- entre 2004 y 2012.

· Los medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso crecieron en ese mismo lapso un 24,67%.

· Los aumentos por encima de estas cifras los tienen determinados segmentos como el clonazepam, que creció un 105,9%, mientras que el segmento de los tranquilizantes fue el único que disminuyó en ese período (en un 4%).

Fuente: Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).

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