CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
22-05-2015

Una presencia habitual cada vez que crece la inquietud social frente al delito

Desde 2009 en adelante, las fuerzas federales arribaron a Mar del Plata al menos en 4 ocasiones frente a pedidos de las autoridades. En todas las circunstancias hubo hechos delictivos o episodios de violencia social que desencadenaron los operativos.

Durante los últimos años Mar del Plata recibió en más de una ocasión a grupos de efectivos de fuerzas de seguridad federales, que se desplegaron en distintos puntos de la ciudad para trabajar en la prevención y la represión del delito. En todas las ocasiones los principales protagonistas de estos operativos fueron efectivos de la Prefectura Naval, quienes se establecieron durante varios meses en Mar del Plata para realizar distintas tareas junto a la Policía de la Provincia.

El primer arribo masivo de efectivos federales tuvo lugar a fines de marzo de 2009, en el marco de un programa lanzado por el gobierno nacional por el que se dispuso involucrar a estas fuerzas en en la problemática de la seguridad en algunos de los principales centros urbanos del país.

No obstante, la llegada de 250 agentes de la Prefectura a la ciudad, ocurrida el 30 de marzo ante la presencia del gobernador Daniel Scioli, se produjo en medio de un clima de inquietud social, generado por una serie de graves hechos delictivos. Semanas antes, el comerciante Jorge Rodríguez, de 42 años, había sido asesinado a balazos en un local de venta de teléfonos celulares. Días antes también había fallecido otra comerciante, Danila Di Mauro, al ser asaltada en el negocio familiar ubicado en Gascón y San Juan. A partir de ese momento la Prefectura implementó distintos operativos de control en la vía pública, en especial en horarios nocturnos y en las principales calles y avenidas. Sin embargo la ciudad volvió a verse conmovida meses más tarde a causa del asesinato del taxista Javier Sampino, de 33 años, quien recibió un balazo en el barrio Jorge Newbery cuando intentaba escapar de dos jóvenes asaltantes.

El crimen provocó un gran impacto, lo que motivó que las autoridades dispusieran reforzar aún más la presencia de la Prefectura, enviando a otros 250 uniformados, completando una dotación de 500. Esta vez los nuevos agentes llegaron de la mano del entonces ministro de Justicia y Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, quien a la vez dispuso que un helicóptero provisto de reflectores y cámaras recorriera Mar del Plata durante la noche, a lo largo de varias semanas. La mayoría de los uniformados se instaló en la zona sur y en el oeste de la periferia y en algunas áreas comerciales.

Su presencia fue continua durante los meses siguientes, aunque hacia fines de ese año comenzó a hacerse notoria una reducción en la cantidad de efectivos, que en aquél momento, habían sido alojados en el complejo turístico de Chapadmalal. Incluso para ese entonces habían surgido algunos cuestionamientos en contra del accionar de Prefectura, muchos de los cuales fueron atribuidos a ciertos problemas de "convivencia" con la Policía Bonaerense.

Entre las objeciones más generalizadas, fueron planteadas críticas por el modo en el que eran realizados los controles en taxis o por el desconocimiento que exhibían algunos agentes en relación a las características de los barrios que les eran asignados para su control. Con la llegada del verano de 2010 y el arribo del Operativo Sol, la presencia de Prefectura fue reduciéndose cada vez más hasta desaparecer por completo.

Secuestros y hechos de violencia

En 2012 Mar del Plata recibió una vez más una gran dotación de efectivos de esa fuerza, para actuar frente a los graves incidentes que ocurrieron en la zona del puerto en medio de una prolongada huelga de marineros. Como parte de ese contingente, y ante la existencia de varios episodios de violencia, llegaron uniformados del grupo especializado Albatros. Los efectivos, cuyo mando estuvo a cargo del Secretario de Seguridad, Sergio Berni, se asentaron dentro de la estación marítima y en zonas cercanas para evitar disturbios durante unas dos semanas.

A mediados 2013 nuevamente las autoridades convocaron a las fuerzas federales a Mar del Plata, para esta vez, sumarse a un operativo que estuvo encabezado por el jefe de la Policía, Hugo Matzkin, quien se instaló en la ciudad acompañado por unos 600 uniformados, en su mayoría, de la propia Bonaerense. Si bien en ese invierno también hubo varios episodios delictivos que generaron preocupación, uno de los detonantes para reforzar los servicios de seguridad fue el secuestro sufrido por Guido Materia, de 23 años, cuya familia posee la empresa Materia Hermanos.

El joven había sido raptado en Olavarría y Gascón, en horas del mediodía, cuando salía de la Universidad y liberado horas más tarde tras el pago de un rescate. Si bien este fue el caso más notorio, lo cierto fue que no se trató del único de similares características ocurrido en aquel momento en la ciudad. Por eso, la consigna de reforzar las investigaciones sobre secuestros y de otros delitos complejos estuvo entre las principales prioridades de Matzkin así como de los efectivos policiales y de las fuerzas federales que lo acompañaron.

Este arribo tuvo lugar a fines de agosto y se prolongó durante algunos meses hasta que progresivamente los efectivos de Prefectura que se sumaron a los operativos comenzaron a retirarse. No obstante, al poco tiempo debieron regresar, para actuar ante los graves incidentes ocurridos en diciembre, en medio de la huelga y protesta protagonizada por personal de la Policía de la Provincia. En un contexto caótico, caracterizado por hechos de violencia y saqueos, una presencia adicional de Prefectura ayudó a garantizar la prestación de servicios de seguridad, debido a que más de la mitad de los agentes provinciales se encontraban en huelga.