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25-05-2015

Arnaldo André

Actor y director paraguayo que está en nuestra ciudad junto a Marta González presentando la obra ?Intimidad Indecente?.

Una de las cosas más atractivas que tiene hacer teatro es lo que nos ocurrió este fin de semana a Marta y a mí con la obra ?Intimidad Indecente?. Es decir la suerte, corrijo, es en realidad la chance de poder presentarla a todos los marplatenses en una sala con historia y prestigio como es la ?Enrique Carreras?. Aunque uno tenga años de experiencia y cosas que le permitan a uno hacer lo cotidiano de una manera menos estructurada, participar de un fin de semana teatral tan destacado como el que vive la ciudad no es algo para entrar a subestimar porque sí. Es ante todo prepararte todos los días previos al viaje, llevarte casi como ritual el guión a la cama con una taza de té para estar bien mañana cuando uno haga un repaso de lo que volverá a hacer. Es así, el trabajo nuestro es realmente así, porque en esas circunstancias uno afronta los nuevos retos como si fuera el primer día, por lo menos yo lo siento así.

Estar en Mar del Plata con ?Intimidad Indecente? junto a Marta González es lo mismo, uno se llena de temor por cómo saldrá, pero nosotros ya estuvimos allá en la ciudad durante tres ocasiones en el 2014, igual tenemos esa duda permanente, el actor no tiene paz, evidentemente. No hay que dormirse en los laureles, entonces uno llega a Mar del Plata con el mismo espectáculo pero mejorado, somos tan profesionales y respetamos mucho un texto que hemos elegido, que consideramos que está bien escrito y que lo único que tenemos que hacer nosotros es darle vida a esos personajes, es lo que hacemos. Pero al estar en la costa rescato esto después de tanto tiempo, por supuesto tenemos la poderosa respuesta del público, que nos responde de la misma manera cada vez, todas sus enérgicas reacciones con risas u otras emociones, eso nos alienta para que sigamos adelante, es muy bello encontrarnos en un lugar así justo para esta época.

Cuando alguien nombra ?Mar del Plata? en una íntima reunión de amigos o profesionales, debo ante todo decir que me viene a la mente solamente una ciudad fuera de temporada, amo Mar del Plata en el lapso que va de marzo hasta noviembre, los mejores momentos en Mar del Plata los he pasado precisamente como turista o como profesional durante esos meses. Enseguida me percuten emocionalmente esos recuerdos de ese solcito que te va quemando de a poco, de poder tomar mi café a la orilla del mar, sin olvidar mis salidas nocturnas después del teatro. Naturalmente recuerdo mucho esos restaurantes a los que vamos a comer, donde nos atienden tan pero tan bien comidas prolongadas y amenas en Il Capo o Tizziano cuando la madrugada pide permiso. La ciudad significa mucho para mí, honestamente yo amo el mar pero en contacto con la ciudad, los paisajes, me gustan aquellos lugares donde haya un mar desierto, puedo estar allí en un rato, en una ciudad como Mar del Plata yo en verdad podría hasta vivir, porque tengo el mar para mojarme ahí los pies, pero el otro pie lo estiro y estoy sobre el asfalto. Es una ciudad divertida y curiosa, podés perderte con un jefe de prensa para llegar a una radio después de caminar quince cuadras o detenerte en un kiosco de revistas y vivir una gran anécdota. Sin dudas aquella con una mujer que en ese puesto pensó que pretendía privilegios de atención y me dijo que ?yo merecía recibir una cachetada?, justo yo, hasta reconocerme y casi olvidarse de lo dicho para pedirme una foto juntos que hicimos felices y divertidos.

Mar del Plata es una ciudad que está siempre en mi corazón y agradezco el afecto que me brindan cada vez que voy a visitarlos.