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26-05-2015

Advierten sobre el uso de químicos sobre cultivos

En varios cultivos, más del 50 por ciento de los productores emplean sustancias "de las categorías más tóxicas", señala un informe dado a conocer por la Defensoría del Pueblo Bonaerense.

Un informe elaborado por la Defensoría del Pueblo bonaerense advirtió que se siguen usando DDT, Dieldrin y otros químicos prohibidos desde hace más de 25 años en el país como pesticidas en la actividad hortícola, y sostiene que es "indispensable pensar en alternativas de producción menos peligrosas".

El "Relevamiento de la utilización de agroquímicos en la provincia de Buenos Aires", primero en su tipo a escala provincial fue desarrollado por un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad de La Plata (UNLP) a pedido de la Defensoría del Pueblo.

También el endosulfán está prohibido actualmente, pero al momento de recogerse los datos del estudio -entre junio de 2012 y abril de 2013- aún estaba permitido, señala el trabajo.

La presencia de DDT y el Dieldrin "aún persiste en ciertas zonas hortícolas-urbanas", indican los expertos y alertan sobre el "alto uso de pesticidas" en la horticultura, cuyos principales cinturones productivos se ubican en el Gran Buenos Aires, Gran La Plata y Mar del Plata.

"En varios cultivos, más del 50 por ciento de los productores" emplean sustancias "de las categorías más tóxicas", afirma el estudio y señala como ejemplo que en plantaciones de tomate "se verificó la presencia de más de 60 productos químicos".

Además, en los cultivos hortícolas en invernáculos -el 79 por ciento del total se concentra en los alrededores de La Plata- son más nocivos en general que los que se hacen al aire libre, pues requieren una mayor cantidad de químicos, apunta el informe cuyo objetivo es "aportar datos científicos" y difundir "el impacto que generan los distintos agroquímicos sobre el medio ambiente, dijo el defensor del pueblo, Marcelo Honores.

"La Defensoría se propone formular una propuesta de articulación entre los diferentes actores implicados en torno a la problemática y promover mesas de trabajo para un uso racional y responsable de los agroquímicos que promueva una agricultura sustentable", explicó.

Dos plaguicidas para la soja

La investigación, que releva áreas urbanas, periurbanas y rurales de todas las regiones bonaerenses, señala que la agricultura extensiva es "potencialmente más peligrosa" que la actividad ganadera porque demanda muchos más agroquímicos -en especial el herbicida glifosato- y porque "gran parte del sistema ganadero aún descansa sobre pastizales naturales".

Los cultivos de verano (soja, maíz y girasol) entrañan más peligros que los de invierno (trigo, cebada y otros) porque por su modelo tecnológico predominante utilizan "mayores cantidades y/o productos con mayor toxicidad", consigna el texto.

"Este muy significativo incremento está básicamente explicado por la disparada de dos plaguicidas de amplia utilización para el cultivo de soja: endosulfán y clorpirifos", sostiene el informe y detalla que dentro de los cultivos que más químicos demandan, la soja, que ocupa el 53 por ciento de la superficie cultivable de la provincia, es el más peligroso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que el glifosato es un químico de elevada toxicidad y lo declaró cancerígeno para animales de laboratorio y "probablemente cancerígeno" en humanos, tema que citan los investigadores en su trabajo.

El informe explica que los riesgos para las personas que entrañan ciertos químicos van desde "alteraciones en el sistema nervioso central, carencias en el sistema inmunológico e incluso enfermedades como el cáncer".

Los plaguicidas aplicados en el campo y las zonas hortícolas llegan con facilidad a las ciudades aledañas, especialmente en verano por su mayor concentración en el aire, lo que pone en debate la necesidad de modificar la ley de agroquímicos (10.699) que limita las fumigaciones terrestres a 500 metros de distancia de zonas urbanas en la provincia y data de 1988, antes de la introducción de los transgénicos.

El ombusman bonaerense dijo que con este informe buscan alertar sobre la importancia de controlar los residuos de plaguicidas, establecer un plan de gestión y manejo integral de los envases de agroquímicos para determinar su "posible toxicidad y peligrosidad" y de contar con "una red de vigilancia epidemiológica a fin de prever la protección de la salud humana".