Dos policías que en el año 2013 asesinaron a un carnicero y balearon al hermano para cobrar una deuda llegaron a un acuerdo tras aceptar su responsabilidad en el hecho y ahora el juez Gustavo Fissore definirá si le aplica penas de 11 y 12 años a cada uno de ellos.

Los dos policías son Luis Igriega (30) y Leonardo López (36), quienes el 26 de noviembre de 2013 asesinaron a Daniel Domínguez (44) e hirieron gravemente a Joshué Domínguez (32). Los hermanos se hallaban en el interior de la carnicería de Coronel Suárez al 200 cuando los policías de civil los atacaron a tiros.

Ahora el juez Fissore cuenta con cinco días para resolver si el acuerdo al que llegaron los defensores de los imputados y el fiscal Fernando Castro es correcto. "Leeré la causa y si encuentro que no hay pruebas los declararé inocentes, pero si entiendo que son responsables y la calificación legal es la correcta no podré aplicar una pena superior a la acordada", les dijo Fissore a los imputados en la audiencia de ayer.

Tiempo atrás los abogados Sergio Meneghello y Sergio Sosa Ortega ofrecieron un juicio abreviado aceptando la autoría material de los hechos imputados. El fiscal Castro y el letrado de la familia Domínguez, Julio César Díaz, aceptaron el acuerdo.

"Nosotros queríamos más pena, especialmente porque eran policías y porque López tenía antecedentes. Pero bueno, sabemos también que esto nos asegura una condena", dijeron ayer Johanna y Sandra, hija y viuda de Daniel Domínguez.

Ayer por primera vez ambas vieron el rostro de los asesinos y, aunque la audiencia fue breve, atravesaron un momento de dolor e impotencia.

Los dos imputados permanecieron en silencio junto a sus defensores y sólo respondieron afirmativamente cuando el juez Fissore les preguntó si eran conscientes de las consecuencias del acuerdo.

El caso conmocionó a la ciudad el martes 26 de noviembre de 2013. Poco después de las 17.30 los hermanos Domínguez se encontraban en el negocio "Kevin" cuando vieron ingresar a López y a Igriega.

El comercio funcionaba con cuenta corriente con un frigorífico, una metodología de financiamiento ampliamente utilizada en el rubro cárnico. De acuerdo a la investigación hecha por el fiscal Castro, existía una pequeña deuda (para los montos de recaudación de este tipo de negocios) que estaba siendo abonada regularmente por los Domínguez.

Sin embargo, los dos policías, Igriega de Narcocriminalidad Necochea y López de la seccional Segunda de Villa Gesell, llegaron con el claro objetivo de cobrar lo adedudado.

Arribaron al lugar en un Volkswagen Gol Trend y descendieron sin uniforme policial, pero sí con sus armas reglamentarias.

Un policía de la comisaría sexta -dependencia clave en esta historia- se los había cruzado poco antes y había recibido una advertencia de que podría haber problemas allí.

Lo cierto es que una vez dentro del negocio, López comenzó a los tiros. Prácticamente vació su cargador: Daniel Domínguez recibió un impacto en la región costal derecha, uno en la zona lumbar y otros dos en las piernas. Joshué tuvo cuatro heridas: en el brazo, en el tórax, en la zona abdominal y otra en una pierna.

La fuga

Los dos policías escaparon del lugar con rumbo desconocido hasta que uno llamó al 911 y dijo, sin identificarse, que había ido a cobrar una deuda. Que habían sido atacados a los tiros junto a su compañero y que se defendieron.

Luego Igriega y López se dirigieron hasta la comisaría sexta -una hora después del ataque- y sólo uno de ellos descendió. En una clara maniobra planeada, quiso saber cómo estaba "el tema de la carnicería".

Se dirigió a la guardia pero apenas quiso hablar fue detenido por el entonces comisario Bianchi. Otros policías fueron hasta el vehículo y atraparon a su otro camarada.

Desde entonces permanecen privados de su libertad y todo indica que seguirán en esa condición. López, un policía que tenía antecedentes por haber falsificado su título secundario, podría recibir 12 años de prisión por ser autor responsable del delito de homicidio simple con utilización de arma de fuego y lesiones gravísimas agravadas. Igriega, un año menos como coautor, ya que se estableció que nunca disparó.

Los policías aseguraron en sus declaraciones que actuaron en defensa propia y que incluso primero utilizaron gas pimienta. También dijeron que lo único que hacían era ir a cobrar, no compulsivamente, y que hacían una especie de servicio de transporte de caudales.

En la causa existe un par de testimonios que indican que hubo un enfrentamiento e incluso la policía científica recuperó una vaina perteneciente a otra arma, no a las reglamentarias de los policías. Otro dato en esa dirección fue que el Gol presentaba impactos de bala.

De todos modos los defensores no insistieron demasiado en la figura de la legítima defensa y fueron a lo seguro: una condena intermedia.