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07-07-2015

Violador condenado en los '90 enfrenta un juicio oral por siete nuevos casos

Claudio Patricio Napolitano (45), alias "Pepino", está imputado por abusar de siete mujeres entre 2009 y 2013. En los '90 ya había sido condenado por otros siete ataques sexuales cometidos en Capital Federal.

En la sala del Tribunal Oral Nº 4, y con la declaración de tres testigos, comenzará hoy el juicio a Claudio Patricio "Pepino" Napolitano (45), imputado por siete violaciones cometidas contra mujeres entre 2009 y 2013.

Los jueces Gustavo Fissore, Alfredo De Leonardis y Jorge Peralta serán los encargados de evaluar, a partir de las 9.30 de hoy, la prueba que presentará la fiscal María Isabel Sánchez, quien estuvo a cargo de la investigación de los distintos casos junto al personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local.

Cabe destacar que Napolitano ya había sido condenado en los '90 por otros siete ataques sexuales cometidos en Capital Federal. Más precisamente, en 1996 recibió la pena de 25 años de prisión por violar a mujeres entre agosto y septiembre de 1994. Sin embargo, en 2003 fue beneficiado por la "ley del 2 x 1" y recuperó su libertad.

Sin embargo, el viernes 10 de mayo de 2013 la policía lo detuvo en el marco de la investigación por un caso de abuso ocurrido el 19 de diciembre del año anterior. Al realizarle estudios y cotejar su ADN con el de otras víctimas que habían sufrido hechos similares en los últimos años, los pesquisas se sorprendieron: la compatibilidad de los resultados determinó que lo acusaran por otros seis hechos, cometidos entre 2009 y ese 2013 en los barrios El Progreso y El Martillo.

Para la fiscal Sánchez, existen motivos de sobra para considerar que el imputado fue autor de siete violaciones prácticamente iguales: seleccionaba a las víctimas, las sorprendía cuando caminaban por la calle o bajaban de un colectivo, las amenazaba con un arma, les robaba dinero y teléfonos celulares, y después las conducía obligadas a un descampado. Ahí, las sometía sexualmente por vías oral, vaginal y anal.

Investigación

De un documento judicial al que tuvo acceso LA CAPITAL en mayo pasado, se desprende que la investigadora reconstruyó la acusación sobre el imputado luego de recibir distintas denuncias aisladas por abuso sexual, desde 2009 hasta 2013. En todas ellas, entre las que figura la de una víctima que al momento del hecho tenía 15 años y era virgen, la modalidad de agresión se había vuelto similar y eso despertaba las sospechas de los investigadores.

Sin embargo, los uniformados llegaron a Napolitano después de que los propios familiares de una de las damnificadas lo identificaran como presunto autor del hecho. Según figura en la causa, el 20 de diciembre de 2012 dos hombres y tres mujeres allegados a la víctima de la noche anterior comenzaron a averiguar quién podía ser el agresor y llegaron a obtener de parte de los vecinos el apodo del sospechoso, a través de sus características físicas. Luego, supieron que vivía o había vivido en una casa ubicada en la zona de Rosales y Dellepiane, y hasta allí fueron.

Tras decir que buscaban a "Pepino", una mujer contestó que estaba por llegar. Al rato, cerca de las 22, un hombre -se presume que era Napolitano- se presentó armado y abrió fuego sobre uno de los presentes, hiriéndolo en la espalda. Los tiros también dieron en el auto, por lo que rápidamente los familiares de la víctima escaparon.

Después del suceso, la fiscalía recibió las dos denuncias. Además de iniciarse una investigación por la violación, los uniformados comenzaron a averiguar por el ataque a balazos, en el marco de una causa caratulada "abuso de armas".

La comisaria Cristina Páez, de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI), supo que en la casa a la que habían ido a buscar a Napolitano no vivía él, sino su ex pareja con el hijo de ambos. A partir de allí, se descubrió que el menor tenía dos celulares que le habían sido sustraídos a las víctimas, durante ataques cometidos en distintos momentos.

La declaración de la ex pareja de Napolitano fue clave en la causa, sumado a los cotejos de material genético que se hicieron más tarde, una vez que se logró su detención en 2013.

La mujer dijo a la policía que "Pepino" solía usar armas de fuego y que, luego de que lo fueran a buscar los dos hombres y las tres mujeres a su casa, él le había pedido que tirara todos los objetos entregados a su hijo como regalo, por temor a un allanamiento que pudiera incriminarlo. Sin embargo, cuando se produjo el operativo, los investigadores encontraron en la casa una mochila en la había bombachas, ropa y teléfonos celulares de las víctimas, una gorra, un cuello y fotos de mujeres desnudas.

Finalmente, mientras caminaba por la calle el viernes 10 de mayo de 2013, la policía detuvo al sospechoso, quien se negó a declarar ante la fiscal Sánchez. Tras cotejar su perfil genético con el que había sido hallado en el cuerpo y las prendas de ocho mujeres, violadas entre 2009 y ese entonces, se estableció que la compatibilidad en siete casos, por lo que fue inmediatamente imputado.

El juicio por jurados que no fue

Como al momento de elevar la causa a debate oral el año pasado, ya regía la ley de juicio por jurados, la fiscal Sánchez le otorgó esa posibilidad al imputado. Pero su abogado defensor, Lucas Tornini, rechazó la opción y se decidió por un proceso tradicional.