BUENOS AIRES, El presidente de la empresa a cargo de la línea 60 de colectivos, Marcelo Pasciuto, y el delegado de los choferes Hugo Schwartzman polemizaron hoy en torno al conflicto que ya lleva más de un mes y que ayer derivó en un violento desalojo de la Gendarmería de los conductores en la Panamericana, a la altura del partido bonaerense de Tigre.  

Pasciuto insistió con que "todos los despedidos fueron reincorporados" y eso volvió a ser rechazado por el sindicalista de base, lo que llevó al empresario a decir que "es muy jodida la salida" del conflicto.

Pasciuto y Schwartzman cruzaron sus posiciones en diálogo con la radio FM Rock & Pop, en el que se puso en duda la realización de un nuevo encuentro como mediador con el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados.

El empresario, también en declaraciones a DyN, dijo que no participó en el encuentro de la tarde de ayer en el puente 12, donde el funcionario sciolista se reunió con delegados de la 60, pese a reconocer que habló "por teléfono" con Granados.

"No fui invitado todavía", respondió el presidente de MONSA consultado sobre si tenía agendado un encuentro con el ministro de Seguridad bonaerense y los sindicalistas de base para este mediodía.

El empresario, al referirse puntualmente al conflicto, insistió con que "todos" los choferes "despedidos fueron  reincorporados en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo".

"Pasciuto mismo lo dice: 'Están todos reincorporados en el marco de la conciliación obligatoria', que no es legal", replicó Schwartzman, para decir luego que 53 trabajadores seguían en la condición de despedidos.

La medida de la cartera laboral fue aplicada tras "una reunión a la cual nunca estuvimos invitados", argumentó el delegado al recordar que fueron convocados representantes de la cúpula de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), con la cual los sindicalistas de base permanecen enfrentados.

El conflicto entre MONSA y los choferes comenzó el 25 de junio, cuando decidieron no cobrar boleto en repudio al despido de un compañero, tras lo cual la compañía echó a otras 47 personas y los conductores denunciaron luego el envío de más telegramas de despido.