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31-07-2015

La Justicia marplatense autorizó a una mujer a donarle un riñón a su amiga

"Yo sé que te puedo ayudar y quiero hacerlo", cuentan que le dijo Carmen a Ana María, al conocer los detalles de su enfermedad. Juntas iniciaron el camino para lograrlo y ahora, si los estudios de histocompatibilidad son positivos, se llevará a cabo la ablación e implante.

La Justicia marplatense hizo lugar al pedido de una mujer de donar uno de sus riñones a su amiga, que sufre poliquistosis hepatorrenal y cuyas complicaciones la mantienen en diálisis desde 2012.

Carmen Rodríguez acudió a la Justicia tras conocer en profundidad la enfermedad de su amiga, Ana María Sánchez, y las consecuencias que el tratamiento le va provocando a su calidad de vida. "Yo sé que te puedo ayudar y quiero hacerlo", cuenta Carmen que le dijo a Ana María, luego de mucha reflexión privada y en compañía de su esposo "que también quiere ayudarla" y hasta analizó la posibilidad de ser él el donante.

Pero la cuestión no era tan sencilla. La ley de trasplantes de órganos, Nº 24193, contempla la donación, pero en casos de parentesco directo (hasta el cuarto grado, cónyuges o convivientes que lo acrediten) pero en el caso de no existir dicho lazo sanguíneo exige una autorización judicial.

Para ello, fue fundamental -según indicó la representante legal de las mujeres, abogada María Verónica Daniele- acreditar que se cumplen los requisitos de la ley 24193: gratuidad del acto, acto voluntario por parte del dador, el consentimiento informado tanto del dador como del receptor y las especificaciones médicas.

El caso ingresó en el Juzgado de Familia Nº 6 a cargo de la doctora Adriana Rotonda, quien no sólo se declaró competente para atender la demanda, sino que la encuadró en los términos del proceso sumarísimo, por lo que todas las diligencias se cumplimentaron en un plazo de tres semanas.

En el trámite intervino todo el equipo multidisciplinario del juzgado incluyendo psicólogo, psiquiatra y asistente social, quienes se entrevistaron tanto con la donante como con la receptora y sus familias, referentes del centro nefrológico en el que la paciente se realiza la diálisis y, telefónicamente, con referentes del equipo que llevará adelante la ablación y el trasplante.

La historia

"Yo tengo una enfermedad genética hereditaria, desde el nacimiento, que con el tiempo se va agudizando, lo que me llevó a entrar en diálisis y a tener algunas complicaciones. La única solución es el trasplante" contó Ana María, quién está casada, tiene un hijo y es acompañante terapéutica.

Ana María se encuentra en lista de espera del Incucai (para recibir un riñón de donante cadavérico) desde hace casi 5 años, cuando entró en diálisis.

"Somos medio parientas, nuestros maridos son primos hermanos, nos conocemos desde hace 30 años, siempre tuvimos una relación familiar, pero también de amistad y la quiero muchísimo" apuntó Carmen Rodríguez, también casada, mamá de dos hijos y empleada de comercio, quien resolvió ofrecerle uno de sus riñones. Carmen reconoció que a pesar de tener una relación muy estrecha "no tuve real conocimiento de la gravedad de su enfermedad hasta este verano".

"Para mí fue un shock saber y quise ayudarla. Me empecé a informar hasta que me animé y le planteé: yo sé que te puedo ayudar y quiero hacerlo. Así empezamos, paso a paso, a estudiar, informarnos, averiguar", contó Carmen.

Parte del proceso implica asistir a una charla informativa del equipo médico que llevaría adelante el procedimiento, en este caso, del Sanatorio Anchorena de Buenos Aires, el centro de referencia de trasplantes de la obra social de Ana María y que se encuentra habilitado por el Incucai.

"Cuando se da un caso de estos, lo primero que el donante y el receptor tienen que hacer es ir a esta charla, en la que se explican todos los pasos del procedimiento, los beneficios, los cuidados, detalles de la cirugía, de la recuperación. Es parte del consentimiento informado. Luego de esta charla, el donante tiene 72 horas para reflexionar y el equipo médico vuelve a ponerse en contacto con ella para que confirme o desista de la decisión. Una vez confirmada la decisión, hay que cumplimentar la parte judicial", explicó la abogada Daniele.

"La charla a la que asistimos fue realmente muy buena, yo quería que nos quedemos en ese momento para hacer la donación", confió Carmen.

En cuanto al fallo, Daniele destacó que autoriza tanto los estudios de compatibilidad y otros estudios que el equipo médico considere necesarios, como la ablación e implante y, además, aclara que "hasta el mismo día de la intervención, la donante puede expresar su arrepentimiento". "Esto es importante, no sólo para mí, sino en general. Hace un tiempo un familiar me había manifestado la intención de donar y luego se arrepintió, pero en aquel momento llamé al Incucai y no me sabían asesorar", contó Ana María.

Una vez que se realicen los estudios de compatibilidad, que demoran unos 15 días, el equipo médico estará en condiciones de estipular la fecha de la cirugía, que realizan dos equipos en el mismo momento.

"El médico nos decía que cuando es donante vivo es diferente la histocompatibilidad, es más probable, así que confiamos en que todo va a salir bien", contó Ana María.

"No podía creer lo rápido que salió el fallo. Toda la familia está involucrada y contenta, me preguntan todo el tiempo cuándo viajamos", contó Carmen, quien aseguró estar "feliz".

"A muchos les sorprende esta decisión. A mí no. Lo hago porque la adoro, la quiero como si fuera de la familia y esperamos que se pueda concretar lo más rápido posible porque quiero verla bien ya".

Carmen aseguró que no la preocupan ni la cirugía, ni la recuperación, ni los cuidados posteriores. "La recuperación del dador es más rápida, me voy a tener que cuidar y realizar controles. Ana María va a tener que tomar medicación de inmunosupresión de por vida", detalló Carmen.

"Voy confiada en que todo va a salir súper bien. De mi parte estoy 10 puntos y tenemos el mismo grupo sanguíneo, además me van a realizar muchos estudios previos, lo que me parece perfecto", contó.

"Desde que le transmití mi decisión me siento tan bien interiormente. Debe ser porque la quiero muchísimo, ella estuvo en momentos cruciales de mi vida y es una persona que quiero mucho. Por eso ahora estamos todos expectantes", aseveró, emocionada, Carmen.