CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
01-08-2015

Confiándole su destino a viejos conocidos

La decisión de Vilma Baragiola de probar con un baño de radicalismo la condujo hacia el interior de un comité al cual no controla y en el cual existen muchas cuentas políticas y personales pendientes.

por Rafael Colombres

Vilma Baragiola afronta el arduo desafío de revertir los números que en todas las encuestas la muestran rezagada con respecto a sus principales contrincantes. Ante la certeza de que el próximo 9 de agosto no sólo quedaría lejos de un triunfo, sino que hasta podría ser derrotada por Carlos Arroyo en la interna de Cambiemos, la precandidata decidió dar un giro en su campaña para tratar de impregnarla de "mística radical".

El miércoles, algunos dirigentes y afiliados se reunieron en el comité de la calle San Martín para mostrarse encolumnados detrás de su figura y manifestar su voluntad de asistirla en el hipotético caso de que el electorado le asigne la compleja responsabilidad de conducir el gobierno municipal.

Así la precandidata ingresó en el tramo final de su campaña por las PASO tomando cierta distancia de Mauricio Macri, quien con su reciente viraje discursivo dejó descolocados a todos los componentes de Cambiemos.

Distanciarse de Macri aparece como una necesidad práctica para Baragiola en esta instancia. El contradictorio discurso del jefe de gobierno porteño con respecto a lo que haría si fuera presidente le otorgó una simple réplica al Frente para la Victoria, que sencillamente invitó a la sociedad a reflexionar sobre por qué razón un eventual gobierno suyo sostendría la Asignación Universal por Hijo o la gestión estatal de YPF o Aerolíneas Argentinas, cuando la historia muestra que se pronunció o votó en contra de todas esas medidas.

El mismo razonamiento, aplicado a la realidad local, ya está haciendo mella en las figuras de Baragiola y de Arroyo. El Frente Marplatense ya interpela a los vecinos sobre lo que ambos harían con el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias, el Museo de Arte Contemporáneo, la ampliación del Parque Industrial, la creación del Parque Informático, la construcción de los 5 polideportivos en los barrios, las políticas públicas de Seguridad o la Policía Local luego de que ambos les negaran su apoyo.

Para intentar salir de ese laberinto Baragiola y su entorno decidieron darse un restaurador baño de radicalismo. Las circunstancias que rodearon el respaldo otorgado por la UCR estuvieron sin embargo muy lejos de parecerse a las que caracterizaron a las aclamaciones de antiguos candidatos radicales del pasado. Hubo caras adustas, gestos serios, semblantes de preocupación.

Se notaron las ausencias de aquellos que hoy sólo pueden ser evocados por sus nombres, como Angel Roig o Elio Aprile. También las de todos los que emigraron hacia otras fuerzas políticas como el Frente Marplatense, el Frente Renovador, el GEN o la Coalición Cívica o a las filas de Arroyo.

Las ausencias fueron tan relevantes como las presencias. La decisión de Baragiola de probar con un baño de radicalismo la condujo hacia el interior de un comité al cual no controla y en el cual existen muchas cuentas políticas y personales pendientes.

La aparición de Katz

El acto de respaldo a su candidatura lo tuvo sentado en un lugar destacado al ex intendente Daniel Katz, observado con recelo por aquellos en los que reaviva malos recuerdos. Malos recuerdos que no sólo están relacionados con los desaciertos que podrían atribuírsele a su gestión.

Ya sin vueltas, transcurridos los años, muchos correligionarios le atribuyen a Katz y sus íntimos haber ayudado al destino para provocar la salida anticipada de Elio Aprile y forzado al azar para llegar él mismo a la intendencia.

Baragiola le pidió a Katz que jugara una carta a su favor. Hay quienes temen que llegado el momento, el ex intendente vuelva a mostrar su capacidad para apropiarse del mazo.

Por lo pronto, el miércoles pasado su sola presencia dentro del comité lo constituyó en la figura más prominente del conjunto. Carismático y diestro para el discurso, Katz mostró que tras fugarse del radicalismo, fugarse del kirchnerismo y fugarse de la gestión para refugiarse en la arquitectura, conserva la astucia para sobreponerse a la desconfianza ajena, e indiscretamente, ocupar el centro de la escena.

Las relaciones entre Baragiola y Katz y sus respectivos entornos nunca estuvieron marcadas por la estima. Más bien estuvieron signadas por el recelo en un caso y la subestimación en el otro.

Pero al buscar el espaldarazo de la UCR, la precandidata de Cambiemos llegó a un comité con notorias ausencias y deserciones y con presencias a las que sin más remedio resolvió confiarle parte de su destino.

"Estamos expresando nuestro compromiso de estar si Vilma nos convoca cuando sea gobierno", dijo Katz ante los medios, dejando en claro que si la precandidata descontara los votos que necesita para superar primero en las PASO y luego en las generales, algunos actores de una época del radicalismo regresarían al ruedo.

No se sabe aún si su reencuentro con un grupo de radicales que en un tiempo manejaron el rumbo de la ciudad será un factor que le sumará o le restará consideración frente al electorado marplatense.

Pero por lo pronto es algo que deja en claro que su acercamiento al macrismo no le reportó los beneficios que presumía. También expone que a pesar de haber sido ya dos veces candidata a intendenta, en todos estos años no supo o no pudo hacerse con la conducción de su propio partido. Baragiola encarna la paradoja de quien al regresar al lugar al que dice pertenecer no luce como la dueña de casa.