El cuerpo de Fabián Mendiola estaba siendo velado el 21 de julio en el Concejo Deliberante. La familia del oficial de policía que unas horas antes había muerto cuando un joven lo atropelló al intentar esquivar un control de alcoholemia, estaba desconsolada. En ese momento, un hombre se les acercó y les habló. No llegó a terminar lo que quería decir: a los gritos lo echaron.

El hombre era un "carancho", uno de los tantos abogados inescrupulosos que buscan conseguir clientes en medio del dolor por la muerte de un familiar o cuando la víctima de un accidente aún está internada. En esta caso, indignado, un familiar de Mendiola lo obligó a irse del velatorio. Pero suelen tener éxito: desde el Colegio de Abogados reconocen que hay muchas víctimas. Por lo general, el cliente suele ser estafado: cobra mucho menos dinero que el que correspondería de indemnización y pagan más honorarios de abogado que lo que deberían.

Las autoridades aseguran que tienen un gran problema para combatir a los "caranchos": las víctimas no suelen hacer la denuncia. Por eso piden que autoridades de clínicas, hospitales y salas de salud - donde se mueven- aporten información para desenmascararlos. También reclaman que se busque e identifique a los informantes internos que le pasan datos cuando llega un herido por un accidente de tránsito.

"El gran problema es que no tenemos denuncias, ni elementos, ni nombres para poder seguir trabajando después de que aparece un caso. Hay muchos rumores que seguramente son ciertos pero nosotros necesitamos que se los exponga", asegura Fabián Portillo, presidente del Colegio de Abogados.

- ¿Cuál es el modus operandi de un carancho?

- Buscan el momento de debilidad de la persona. Puede ser la víctima o parientes que están esperando para saber qué va pasar con el accidentado. El "carancho", a las pocas horas de accidentarse, ya llega al centro de salud, hospital o clínica para ofrecer su servicio.

- ¿Cómo operan una vez que están ahí?

- Lo primero que dicen es que el plazo para hacer la denuncia ante la compañía de seguro o la Justicia es muy corto. Después le dicen toda la plata que pueden ganar si rápidamente la víctima o su familia acciona. La gente, aún conmocionada, lo escucha y como tienen temor que se venza el plazo aceptan firmar. Entonces, el "carancho" los lleva hasta una escribanía y les hace firmar un poder.

Generalmente todo esto ocurre antes de las 24 horas del accidente. Es una cosa increíble. Se aprovechan de ese estado de debilidad, incertidumbre y dolor.

- ¿A qué riesgo que se expone la víctima?

- Nosotros decimos que acá también hay delito porque se aprovechan de la gente cuando no está con todos sus sentidos alertas para firmar o no un poder. La gente después termina cobrando indemnizaciones por debajo de lo que tenían que cobrar porque el "carancho" le dice que los procesos son muy largos . Y que no quepa duda que el abogado también termina cobrando más de lo que debe cobrar. Todo estos hechos configuran una estafa.

- ¿Qué le recomienda a la gente si se le presenta una circunstancia similar?

-A la gente hay que decirle que la principal cuestión es la salud y para procurarse un abogado tiene muchísimo tiempo. Y de ser posible tiene que ir a un abogado de confianza y no a uno que recién conoce por medio de un puntero o uno que se presenta espontáneamente en el lugar del hecho. Si quiere una orientación en el Colegio de Abogados también se lo va a orientar, pero nunca se le va a decir con quién tiene que ir.

-¿El abogado es un eslabón aislado o hay una cadena que funciona para que el "carancho" consiga clientes?

- Por supuesto que hay toda una cadena. Si bien como decimos no tenemos denuncias efectivas, todos imaginamos que hay una cadena de "caranchismo".

Hay gente que trabaja dentro de los centros de salud, los hospitales y las clínicas, en las funerarias, en las ambulancias y en distintos lugares que están vinculados

con el lugar de los accidentes. Desde el Colegio de Médicos y las autoridades están preocupados y quieren sacar a esta gente. Nosotros obviamente que también porque denigran a la profesión.

-¿Cómo es el nivel de denuncia?

- Son demasiados rumores para las pocas denuncias que tenemos en el Colegio de Abogados. El año pasado hemos tenido una o dos denuncias que están en etapa de instrucción para ver si se cometió un delito. Muchas veces hay un rumor que seguramente existe pero no nos llega a nosotros la denuncia y no tenemos posibilidad de actuar. La gente tiene que concientizarse de la importancia de hacer la denuncia.

- Si la víctima no denuncia, ¿necesitan más compromisos de hospitales, clínicas y centros de salud para combatir a los "caranchos?

- Todos los que trabajan en esos lugares tienen un contacto más cercano con la realidad de todos los días. Ellos ven quienes son los abogados que van permanentemente para ofrecer servicios jurídicos. Nosotros le reiteramos al Colegio de Médicos, a las autoridades de los centros de salud y a los directores de hospitales y clínicas que aunque sea de manera anónima denuncien y aporten datos para sacar y erradicar a estas personas que no solamente le hacen mal a la profesión sino a toda la comunidad. Lo mismo le pedimos a las aseguradoras que saben quienes presentan enseguida las denuncias luego de un accidente.

- ¿Qué sanción le corresponde a un "carancho"?

- Cuando comete una falta de ética puede llegar hasta la exclusión de la matrícula. Por supuesto que si nosotros advertimos que hay indicios de delitos haremos la denuncia ante la fiscalía y vamos a acompañar a la víctima durante todo el proceso penal para lograr la mayor condena.

- Aunque no cometa ningún delito, ¿el abogado estaría incurriendo en una falta de ética sólo por presentarse para ofrecer sus servicios después de un accidente?

- Al presentarse en ese momento de dolor, de incertidumbre de la persona o de la familia, hay una falta de ética. Después puede haber delito o no, pero sí en ese momento hay una falta de ética.