Para quienes son poseedores de vehículos de procedencia asiática y europea, el hecho de tener que reemplazar alguno de sus componentes puede llegar a convertirse en un contratiempo mayor al esperado ya que, debido a la restricción de importaciones ordenada por el Gobierno nacional, el ingreso de repuestos al país no tiene la fluidez necesaria para satisfacer la demanda. Esto hace que ciertas unidades tengan que permanecer en los talleres mecánicos más tiempo del que sus dueños desearían. El inconveniente se agudiza más aún cuando se trata de obtener piezas para vehículos importados correspondientes a modelos que las terminales dejaron de producir hace tiempo ya que se trata de productos que prácticamente desaparecieron del mercado (no pasa lo mismo con los automóviles antiguos de origen nacional).

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Al referirse al tema en cuestión, Christian Castañer, secretario de la Cámara de Repuesteros de Mar del Plata, explicó a LA CAPITAL que para los vehículos de producción nacional o que se fabrican en el Mercosur, "en general no hay falta de repuestos. El problema se da especialmente con los autos y pick ups de gamas media y alta que ingresaron al país procedentes de Asia y Europa.

Como los importadores tienen que presentar anticipadamente las declaraciones para que se les autorice a ingresar mercaderías por un determinado valor, de repuestos que tienen un costo muy elevado y a su vez poca rotación nadie tiene stock. En general, cuando los vehículos dejan de estar en garantía, los dueños, en lugar de elegir repuestos originales, optan por los que les ofrece el mercado de reposición ya que no sólo son más económicos sino que se consiguen con mayor rapidez", indicó. Dijo luego que "de los alrededor de 12 millones de unidades que circulan por la Argentina, aproximadamente 2 millones se proveen de repuestos en las alrededor de 1.500 concesionarias oficiales que hay en el país. El resto, una vez superado el período de garantía, es abastecido por casas de repuestos y talleres independientes que disponen de piezas "after market", señaló.

Hablan mecánicos

Leandro Lago, titular de un taller mecánico sito en el barrio San José, afirmó que "por lo general, los problemas se presentan cuando se trata de repuestos de motores o piezas electrónicas para ciertas unidades importadas ya que muchas veces hay que pedirlas a Buenos Aires o esperar que alguien las ingrese al país. Se trata de un trámite que, como puede llevar varios meses, hace que los dueños de los vehículos pierdan la paciencia. En mi caso, para poder reparar un Jeep Cherokee, tuve que esperar 90 días. Si se trata de unidades de producción nacional o que se fabrican en el Mercosur, en cambio, no hay mayores inconvenientes", aclaró.

Mariano Márquez, responsable de otro taller mecánico -en el barrio Villa Primera- dijo por su parte que "trabajamos con una casa de repuestos que, cuando se produce algún faltante, trata de agilizar el trámite lo más posible. Hasta ahora, si bien a veces con algunas complicaciones, hemos podido solucionar todos los casos que se nos presentaron.

Tengo entendido que lo que más tarda en llegar al país son los repuestos que se compran a países asiáticos (Japón, China y Corea). Cuando se trata de modelos viejos las demoras suelen ser mayores", advirtió.-