Sol, cielo despejado y casi 23º marcaron la jornada de ayer, en la víspera de Santa Rosa, aunque las condiciones climáticas previstas para hoy son similares: cielo despejado y templado, sin perspectivas de lluvia en los próximos diez días, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

El sábado amaneció soleado y más que templado, ya que la mínima registrada a las 2 de la madrugada con 13º2 fue aumentando sin cesar hasta alcanzar la máxima de 22º9 a las 15.40.

A los leves vientos del oeste se le sumó el cielo casi despejado y una baja humedad promedio, lo que convirtió al sábado en una jornada primaveral ideal para disfrutar del aire libre.

Así, muchos dieron rienda suelta a sus impulsos deportivos y no dudaron en meterse al mar, aunque la ausencia de olas no permitió la práctica de surf pero sí el despunte del vicio con el stand up paddle (SUP).

Según el SMN, para hoy se esperan condiciones semejantes, con neblinas matinales, parcialmente nublado, fresco a templado, una máxima estimada en 20/21º y viento del oeste rotando al noreste por la tarde/noche.

Asimismo, desde el SMN aseguraron que "no hay perspectiva de lluvia importante" en los próximos 10 días, aunque existe una probabilidad de leves precipitaciones el jueves a la madrugada.

De todas formas, los pronosticadores no descartaron la presencia de la tormenta de Santa Rosa porque "es la primera antes del inicio de la primavera, así que hay que esperar".

Historia

El mito de la tormenta de Santa Rosa establece que en el lapso que va de los 5 días anteriores y posteriores al 30 de agosto se aguardan las lluvias más fuertes de cada año, aunque estudios meteorológicos demostraron que eso no ocurre.

La leyenda se remonta a 1615, cuando en la ciudad peruana de Lima, una religiosa beata Rosa (Isabel Flores de Oliva, 1586/1617) encabezaba una rogativa desde una Iglesia ante el posible desembarco de naves piratas holandesas que ya habían asaltado el puerto vecino de El Callao.

Sin previo aviso, una gran tormenta impidió que las embarcaciones se acercaran a tierra y así Lima quedó a salvo.

Por ese motivo, los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas al poder místico de Rosa.

El mito de la tormenta de Santa Rosa mantuvo un gran arraigo en la Argentina, especialmente en la zona del Río de la Plata, en Córdoba y en la región de Cuyo.

De hecho, muchos naufragios de pescadores de la ciudad se produjo en estas fechas.