El joven de 21 años que en 2010 participó del crimen del comerciante Dardo Molina, durante un asalto llevado a cabo en un kiosco, quedó en libertad condicional ayer luego de varias idas y vueltas judiciales.

Los magistrados Roberto Falcone y Alexis Simaz consideraron cumplidas las dos terceras partes de la pena de siete años de prisión que había recibido por ser partícipe necesario del homicidio, cuando era menor de edad. Además, tomaron en cuenta los informes disciplinarios satisfactorios que entregó el Servicio Penitenciario Bonaerense en el marco de la causa.

El joven -que al momento del hecho tenía 16 años- permanecía detenido en la Unidad Penitenciaria Nº 47 de San Martín. Sin embargo, según evaluaron los jueces, estaba en condiciones de recibir la morigeración de la pena desde febrero pasado.

El defensor Juan Ignacio Fulscaldo pidió en abril pasado que el joven fuera liberado, pero el Tribunal de Menores que lo había juzgado se negó. También hizo lo propio la Cámara de Apelaciones y el último 2 de julio la Sala 3 del Tribunal de Casación envió las actuaciones de regreso.

Los jueces Silvina Darmandrail, Néstor Salas y Patricia Gutiérrez, quienes habían intervenido en el debate inicial, se excusaron de intervenir y la causa fue a sorteo. Entonces, recayó en el Tribunal Oral Nº 2 de la Justicia de Mayores, del que forman parte Falcone y Simaz.

El lunes, tras evaluar los informes correspondientes y las pericias realizadas, definieron la excarcelación. Sucede que, conforme explicaron en la resolución a la que tuvo acceso LA CAPITAL, el joven ya había cumplido las dos terceras partes, incluyendo la prisión preventiva.

Fuentes del caso señalaron que el joven, cuya identidad este matutino nunca reveló porque así se prohíbe cuando se trata de menores en conflicto con la ley penal, cuenta con arraigo y contención familiar de acuerdo a la opinión de los jueces. En el penal de San Martín, estaba inscripto en el Programa de Jóvenes Adultos, donde realizaba talleres y mantenía una buena conducta.

El fiscal del caso, Walter Martínez Soto, se opuso a la resolución judicial. Asimismo, durante la audiencia de excarcelación se le adjudicaron al Tribunal de Menores dos sanciones disciplinarias al joven, que los magistrados no tuvieron en cuenta ya que, dijeron, nunca fueron notificadas formalmente. Por ende, sostuvieron, es como si no hubieran existido.

Cabe destacar que, según pudo saber este medio, el fiscal Martínez Soto analiza por estas horas el fallo y apelaría a una instancia superior. Vale agregar que de la resolución se desprende que la viuda de Dardo Molina, Silvia Juárez -quien durante todo el proceso judicial se presentó como particular damnificado- fue notificada de la realización de las audiencias a través de su abogada, Liliana Pérez. Sin embargo, dijo haberse enterado de la noticia por la prensa (ver aparte).

De quedar firme el fallo de los jueces Falcone y Simaz, el joven permanecerá en libertad, aunque bajo el cumplimiento de una serie de requisitos. Entre ellos, no deberá ser acusado en nuevas causas, tendrá que acreditar domicilio fijo y mantener actividades educativas y laborales, lo cual será controlado por organismos dependientes de la Secretaría de la Niñez de la provincia de Buenos Aires.

El crimen

Dardo Molina tenía 42 años cuando dos delincuentes lo asesinaron. Juan Sebastián Santucho ingresó a robar en su kiosco de Luro y 190 y le disparó en la cabeza, para luego escapar en una motocicleta que conducía su cómplice, un adolescente de 16 años.

Molina empezó un proceso de agonía que acabó 86 días después en un hospital del partido de Tres de Febrero, adonde había sido trasladado para una mejor atención.

El conductor de la motocicleta fue condenado por la Justicia de Menores, debido a que cuando se produjo el hecho, el 22 de septiembre de 2010, aún no había cumplido 18 años.

Por su parte, Santucho fue condenado a reclusión perpetua en noviembre de 2012, por ser considerado el autor del disparo que mató a Molina. En marzo de 2013, murió tras contraer una grave enfermedad en una cárcel de extrema seguridad de la provincia de Buenos Aires.

En tanto, por el caso fueron sentenciados a prisión los policías Miguel Parrado y Jorge Camargo, quienes horas antes del violento asalto habían detenido a Santucho, a quien dejaron ir armado tras recibir el pago de una coima.