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03-09-2015

Encontraron muerto a joven que era buscado desde hace un año

El hallazgo del cadáver de Jonathan Benítez (22) se produjo en el interior de un galpón ubicado en una casa abandonada, lindante con la propiedad en la que vive su familia. Estaba colgado del techo a través de un cable.

El escenario no puede ser más tétrico. En el sector trasero de su casa, el adolescente patea solo una pelota, mientras llega a su fin una mañana húmeda y nublada. Entre jueguito y jueguito, se excede al pegarle al balón y tiene que ir a buscarlo al patio de la vivienda vecina, abandonada tras el intrusivo accionar de varios okupas. Salta la medianera, que sobrepasa los dos metros, y al caer entre los pastizales halla una prenda de vestir: es un buzo que pertenece a su hermanastro, desaparecido y buscado por su familia desde hace un año. Más tarde, arriba la policía y en el interior de un galpón de la misma propiedad encuentra el cadáver del joven momificado, colgando del techo a través de un cable que pende inmóvil, envuelto en el más atroz de los silencios.

Los restos de Jonathan Benítez (22), el joven que fue visto por última vez el 26 de agosto del año pasado, aparecieron ayer en las cinematográficas circunstancias descriptas más arriba. Pero, y pese a que su familia aún no pueda creerlo, no se trata de un guión de Wes Craven, el genio del thriller recientemente fallecido, sino más bien de la terrible realidad.

El hallazgo se registró en horas del mediodía de ayer en la casa ubicada sobre Brumana al 1500, exactamente lindante con la vivienda de la madre de Benítez. En dicho lugar vivía el joven desaparecido, quien padecía un severo cuadro de esquizofrenia, que ahora lleva a pensar a los investigadores que su muerte se produjo mediante el suicidio.

Hasta anoche, la hipótesis del fiscal Eduardo Amavet era la mencionada, ya que los resultados de la autopsia al cadáver -que podrían modificar su parecer- recién se conocerían hoy. Eso, si es que las condiciones del cuerpo de Benítez lo permiten, ya que la sospecha indica que el joven habría muerto momentos después de su desaparición. Es decir, un año y varios días atrás, lo que implica la existencia de un estado de putrefacción física que volverá extremadamente complejo el trabajo de los médicos forenses.

Luego de que el hermanastro de Benítez, de 18 años, hallara la prenda en el predio del vecino, la familia llamó a la policía. Momentos más tarde, personal de la comisaría decimosexta llegó al lugar y descubrió el cadáver del joven.

Rápidamente, los uniformados advirtieron del hallazgo al fiscal del caso, Eduardo Amavet, y a los efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI), que habían recibido la causa judicial hace algunos días para analizarla y estudiar cómo continuar su trabajo.

También se hizo presente en la casa de los Benítez el secretario de Seguridad municipal, Fernando Telpuk, quien mantuvo contacto con el titular del área de Ayuda a las Víctimas, Gastón Aguirre.

Aunque la cantidad de gente que concurría al lugar iba en aumento, el escenario era desolador. A tal punto que la propia madre del joven fallecido quiso entrar al galpón a reconocer a su hijo, pese a la negativa de los investigadores que insistían en que no era aconsejable que lo hiciera, por el estado en el que estaba el cuerpo. Finalmente, fue el propio fiscal Amavet el que le permitió el fatídico ingreso.

La misma mujer había reclamado por la aparición de su hijo, vivo o muerto, la semana pasada, ante el misterio de su paradero. Inclusive, familiares y allegados realizaron el miércoles pasado una marcha en el centro de la ciudad, con el objetivo de que se reactivara la investigación.

Por esa razón, las críticas a la Justicia y la policía no tardaron en llegar. El hecho de que el cuerpo del joven apareciera en la casa al lado, dejó atónitos a los manifestantes.

Sin embargo, el fiscal Amavet intentó mantener la cordura. ?Salvo pedido de la Justicia no se realiza por protocolo una búsqueda en las viviendas aledañas a las casas de los desaparecidos, excepto que sean terrenos baldíos?, explicó en declaraciones radiales.

En tal sentido, el investigador expresó que ?en averiguaciones de paradero de las personas se trabaja sobre un protocolo establecido. La Policía lo estaba buscando y de hecho se dieron episodios donde se pensó que había aparecido en Buenos Aires y en algunas provincias, pero lamentablemente no fue así?.

?Lo que ocurre es que para pedir el allanamiento de una vivienda lindante a la casa del desaparecido tiene que haber un pedido de la Justicia que lo avale o tiene que ocurrir algo que lo amerite, lo que no se dio en este caso particular porque por encima esa casa estaba abandonada?, agregó.

La investigación

El fiscal Amavet, consultado por LA CAPITAL, reveló que la policía realizó un "trabajo importante" en la búsqueda de Benítez. Según dijo el investigador, Gendarmería realizó averiguaciones en Santa Fe y en otras provincias, como también en Buenos Aires.

Además, destacó que no existieron conflictos con el vecino de la casa donde apareció el cuerpo, y como encima esa casa está en ruinas y abandonada, no había motivos como para empezar la búsqueda por ahí.

El caso hizo recordar de inmediato al de Pablo Bello, el remisero que también desapareció en la ciudad y luego fue encontrado muerto en una fábrica abandonada. En esa línea, el fiscal Amavet explicó que "por semana desaparecen 10 personas en Mar del Plata, lo que hace que esta tarea de búsqueda sea compleja".

De todos modos, para el investigador el protocolo de búsqueda existente y operativo es muy amplio. En esa línea, llamó a reflexionar sobre el estado de conflictividad social en el que se vive, que hace que las desapariciones se vuelvan recurrentes.