Un adolescente de 15 años que posee casi 40 entradas a comisarías por distintos delitos fue aprehendido nuevamente ayer durante un allanamiento en las inmediaciones del barrio Centenario, luego de que lo acusaran de ser el autor de un violento asalto en un polirrubro del macrocentro.

El operativo se realizó en horas de la mañana de ayer, y en ese marco también fue atrapado otro menor, de 17 años, sindicado como cómplice del otro sospechoso. Además, es intensamente buscado un tercer delincuente.

Los allanamientos para dar con los autores del robo efectuado en el comercio sito en Independencia al 2600 el último martes, se llevaron a cabo en tres casas de Teodoro Bronzini al 3000, Neuquén al 3100 y Falucho al 4700. En dos de esas viviendas, los uniformados lograron dar con dos de los acusados.

Los procedimientos policiales fueron ordenados por el fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Marcelo Yanes Urrutia y la Justicia de Garantías. Luego de las aprehensiones, los acusados fueron conducidos ante el investigador, se negaron a declarar y más tarde quedaron alojados en el Centro de Recepción de Menores de Batán, donde permanecerán mientras se desarrolle el proceso judicial.

En el caso del adolescente de 15 años, inimputable por su edad, se dictó una medida cautelar. Por ese motivo, su internación en el instituto mencionado será temporal, hasta que el Poder Ejecutivo disponga donde puede alojarlo y darle las condiciones necesarias para que pueda resocializarse.

De los operativos participaron policías de las comisarías primera, segunda, cuarta, novena y la subcomisaría Casino, con el apoyo del personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local. La causa judicial fue caratulada como "robo agravado por ser cometido en poblado y en banda".

Cabe recordar que en junio pasado, LA CAPITAL publicó un informe en el que se detallaban los distintos conflictos con la ley penal que ya tuvo el adolescente de 15 años, que comenzó a delinquir cuando tenía 13. En esta oportunidad, se decidió no publicar su identidad ni su apodo, ya que la ley no lo permite.

Lo mismo hizo anteriormente este matutino con otros casos de jóvenes en similar situación, pero tanto operadores políticos, como judiciales y policiales se desentienden de la situación o no lograron adoptar conductas de trabajo conjunto que permitan torcer el rumbo de los incriminados.