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07-10-2015

"Los chicos deben saber que hay un límite para faltar a la escuela"

Gustavo Iaies, director del Centro de Estudios en Políticas Públicas. El especialista en educación dijo que a los alumnos hay que darles pautas claras. Se mostró partidario de las amonestaciones y defendió la propuesta de que haya premios y castigos para el presentismo de los docentes.

Especialista en educación y director del Centro de Estudios en Políticas Públicas, Gustavo Iaies sería el ministro de Educación si Sergio Massa es elegido presidente. Ayer visitó Mar del Plata invitado por el candidato a intendente del Frente Renovador, Lucas Fiorini. Antes, habló con LA CAPITAL sobre sus propuestas para el área y la educación que desea.

- Una de las propuestas de Massa es que los hijos de los que menos tienen tengan las mismas posibilidades de estudiar que los hijos de los ricos. ¿Cómo se logra?

- Básicamente, fortaleciendo la escuela pública de gestión estatal. Hoy tenemos a los padres de clase media escapando hacia la escuela de gestión privada, y la verdad que esa es la peor solución. Se están yendo ahí pero no están haciendo una elección verdadera. Lo que necesitamos es que los papás encuentren una opción en la escuela de gestión estatal, otra opción en la de gestión privada y decidan lo que quieren hacer. En ese sentido, hay que garantizarles a los sectores más pobres una buena escuela, que es lo que la Argentina hoy no está haciendo. Uno mira las evaluaciones de los últimos diez años y los resultados han caído. No les estamos dando a los chicos una buena escuela y además perdemos muchos chicos: más o menos la mitad termina la secundaria en tiempo y forma; 41% de los chicos de las universidades nacionales aprueban una o menos de una materia por año, y 26% no aprueba ninguna. Necesitamos recuperar un orden de trabajo para que todo el mundo pueda acceder a una escuela de buena calidad.

- Cuando Massa habló de premios y castigos por el presentismo docente se armó un revuelo. La postura fue cuestionada incluso por el ministro de Educación de la Nación. ¿Cómo seria el sistema?

- Estamos pensando en que hay que repartir derechos y responsabilidades. Necesitamos un sistema en el que el director y los maestros tengan más autoridad para tomar decisiones pero también se hagan más cargo de las decisiones que toman. Lo que estamos viendo es cómo premiamos a las escuelas que más mejoran. Para comparar cada escuela contra sí misma, porque no vamos a andar comparando una escuela del conurbano bonaerense con una del centro de Córdoba. A la que mejora la vamos a premiar y a la que no mejora la vamos a ayudar. Nos parece que esta idea de que es todo lo mismo no está ayudando a nadie. Los directores y los maestros tienen que recuperar el prestigio de estar levantando su escuela, y los que no la estén levantando tendrán que trabajar para hacerlo. Dejemos de disimular a quién le va bien y a quién le va mal y vayamos por una escuela que sea mejor para todos.

- ¿Qué política adoptaría en cuanto a las amonestaciones y las ausencias de los alumnos?

- Los pibes necesitan que les demos pautas claras. En la Argentina nadie deja libre a un chico por faltas. Cuando llega a 24 le ponen 24 bis, 24 dos bis, 24 tres bis... y eso no ayuda a nadie. El pibe tiene que saber que hay un límite para faltar y los demás tienen que saber lo mismo. Las amonestaciones me parece que tienen que ser un contrato entre los chicos y la escuela. Las tienen que poder discutir, tiene que haber un Consejo, tienen que existir. En esta irrealidad que construimos, también se deterioran los chicos, los papás, todo el mundo cree que da lo mismo.

- ¿Los docentes deben formarse mejor?

- Sin duda. La Argentina tiene una anarquía en términos de formación: tiene 1.400 institutos de formación docente, mientras Francia tiene 80, y nadie sabe muy bien en qué condiciones están saliendo los maestros de ahí. Entonces, tenemos que uniformar un examen que les garantice a los papás que el maestro que está delante de su chico sabe. Y los docentes deben tener que seguir teniendo exámenes a los largo de la carrera que reactualicen el estado y la condición del docente. Ir marcando esos parámetros va a ayudar a todo el mundo a poder trabajar mucho mejor.

- ¿Deben cambiar los criterios de la distribución presupuestaria?

- Hay que volver a pensar en para qué poner recursos. Estos han sido años de mucho desorden administrativo, de muchos recursos puestos en cualquier lugar. Hay que mirar el tema de los docentes. La Argentina tiene un docente cada 11 alumnos; México tiene un docente cada 28 alumnos. Tenemos que volver a mirar cuántos docentes necesitamos, en qué condición y cómo los ubicamos en lugares donde puedan hacer el trabajo que tienen que hacer, que es enseñarles a los chicos.

- El Frente Renovador propuso un instituto para estadísticas. ¿Con qué objetivo?

- Creemos que, en general, hay que recuperar el valor de los números en la Argentina. Básicamente, los buenos números ayudan a todo el mundo a trabajar. Necesitamos datos de cómo están las escuelas para que los maestros y los directores puedan trabajar con esos datos y ver cómo hacen para mejorar.

- En Mar del Plata, cada vez que se propone un inicio de ciclo lectivo para febrero los sectores turísticos alzan la voz para oponerse: aseguran que interrumpe la temporada. ¿Cómo podrían confluir los intereses turísticos y la necesidad de cumplir cierta cantidad de días de clase?

- Hay que definir la cantidad de días de clase que tiene que haber. Aunque uno lo mueva dos días para adelante o dos días para atrás, si empiezan más tarde tienen que terminar más tarde. Tenemos que dejar de mirar que sea el mismo día y mirar que los chicos tengan la misma cantidad de días de clase para que puedan aprender en condiciones equiparables y haya un orden. Es decir, las clases pueden empezar más tarde si terminan más tarde. Lo grave es que empiecen más tarde, terminen más temprano y no se cumplan los días a lo largo del año.