LA PLATA (Corresponsalía).- Esta semana Claudio Javier Soto dejó dos niños sin madre cuando mató a puñaladas a Sandra Costantópulus en el barrio La Herradura.  En febrero de este año Eduardo Gatto hizo lo mismo con otros 5 nenes cuando estranguló a Miriam Flurin. En solo dos asesinatos quedaron siete huérfanos y huérfanas de madre.

Se trata de las otras víctimas del femicidio. Los niños que perdieron a sus mamás bajo la violencia machista; las niñas que, en muchos casos, quedaron bajo la patria potestad de sus papás que fueron encarcelados por esos femicidios.

Son más de 2.000 los hijos e hijas de mujeres asesinadas en femicidios. Por eso La Casa del Encuentro junto a otras ONG  impulsa una ley para que se les otorgue una reparación económica hasta que cumplan la mayoría de edad, con el fin de evitar que queden desamparados y ayudarlos a recomponer su vida y su salud.

Con la madre muerta y -en algunos casos- el padre preso o prófugo, los chicos y chicas menores quedan al cuidado de tíos o abuelos u otras familias que no siempre pueden costear el cuidado niños. Y tampoco pueden tramitar otros beneficios sociales como la AUH porque antes tienen que realizar un juicio por tenencia. "Eso lleva mucho tiempo por lo cual hay un limbo que hay que resolver", se lamenta Fabiana Tuñez, la directora ejecutiva de La Casa del Encuentro, una ONG que lucha contra la violencia de género.

La Casa del Encuentro, además de asistir a mujeres y víctimas, en 2008 comenzó a difundir estadísticas sobre los femicidios. En base a su trabajo y por falta de datos oficiales es que se afirma que cada 30 horas es asesinada una mujer en Argentina.

Desde entonces, Ada Rico, presidenta de la ONG, observó que había que empezar a visibilizar también la problemática de los niños y las niñas, "por eso hoy podemos contabilizar la cantidad de hijos e hijas que quedaron sin madre", explicó Tuñez a LA CAPITAL. "Detrás de cada femicidio no es la mujer la única víctima sino todo un entorno social y afectivo que se ve afectado por el mismo problema", agregó.

En la previa al Encuentro Nacional de Mujeres, la ministra de Gobierno de Daniel Scioli, Cristina Álvarez Rodríguez, ratificó el compromiso que el candidato a presidente asumió en agosto pasado sobre impulsar una medida idéntica.

"En estos años, los femicidios dejaron más de 2.000 niñas y niños huérfanos. El Estado, además de trabajar para evitar que esto suceda, tiene la responsabilidad de intervenir para protegerlos y no dejarlos desamparados", dijo la ministra en declaraciones periodísticas.

Álvarez Rodríguez, que además preside el Consejo Provincial de las Mujeres, consideró "fundamental avanzar con distintas medidas, entre ellas una ley que otorgue un apoyo económico concreto a niños, niñas y adolescentes huérfanos por femicidio. Debe contemplar la inmediata cobertura médica. En caso que estos chicos al cumplir 18 años estuvieran estudiando, estos beneficios deben prorrogarse hasta los 24 años", agregó.

Desde la Casa del Encuentro celebraron las declaraciones y esperan recibir más apoyos durante las jornadas de este fin de semana en Mar del Plata, donde van a juntar firmas y volantear sobre la iniciativa. Mientras tanto un equipo de abogadas está redactando el anteproyecto de ley con el fin de que lo presenten y patrocinen la mayor cantidad de diputados de distintas fuerzas políticas.

Buscan garantizar a los hijos e hijas de víctimas de femicidios un reconocimiento económico que no sea menor a una jubilación mínima y que los familiares a cargo puedan contar con ese dinero y además contar con el servicio de salud de PAMI. "Tenemos que tener en cuenta que un hijo o hija de femicidio necesita una atención sostenida en el tiempo desde el punto de vista de la salud física pero también desde la salud psíquica", explicó Tuñez.

Por la patria potestad

La idea de la pensión no se produjo de manera aislada. Hay casos -los peores- en los que los hijos de las mujeres asesinadas quedan a cargo de los propios femicidas. El caso emblemático es el de José Arce, condenado -junto a su madre Elsa Aguilar- por el asesinato de su esposa Rosana Galliano. Arce y su madre recibieron el beneficio dela prisión domiciliaria y ahora los dos hijos, de 10 y 11 años, viven con los asesinos de su madre.

Para estos casos la asociación La Casa del Encuentro presentó un proyecto de ley para que los femicidas condenados pierdan la patria potestad de sus hijos. Pero en el Congreso hay algunos cuestionamientos a la idea y el proyecto no avanzó.

Mientras tanto, "el hombre que queda preso por matar a la madre de sus hijos mantiene la patria potestad suspendida sobre sus hijos. La familia que quiere hacerse cargo de los niños tiene que realizar un juicio por tenencia y eso lleva mucho tiempo por lo cual hay un limbo que hay que resolver. Por eso las dos leyes son importantes", señaló Tuñez.

"Esta ley está pensada en virtud de las familias que no tienen posibilidades económicas de hacerse cargo de los chicos. El Estado tiene que reconocer que falló porque no pudo evitar el femicidio y el Estado tiene que hacerse cargo", concluyó.

Los asesinatos de Sandra Costantópulus y Miriam Flurin fueron los únicos dos que fueron configurados bajo el agravante de femicidio. Pero en lo que va del año las siete hijas e hijos que dejaron huérfanas no son las únicas. Hubo otros seis casos de mujeres asesinadas –aunque no todos podrían ser configurados judicialmente como femicidios-. Son los casos de los asesinatos de María Cristina Distéfano, Erica Monzón, Valeria Chabero, Hilda Gonzalez, María Herrera y Carmen Riera. Casi todas dejaron chicos sin mamá.